Por Alexis Di Capo.-

El presidente, el ministro de salud y la vice tienen en claro que el sistema de salud de la medicina privada está cartelizado por Claudio Belocopitt de Swiss Medical, Luis Fontana de OSDE y Antonio Piva del Finochietto, que manejan el 60% del mercado en detrimento de otras prepagas, de las clínicas en general y laboratorios de análisis, que no tienen la posibilidad del «negocio financiero» de cobrar una cuota y colocar esa masa de dinero en un banco a 90 días de plazo. Es muy común que todos los cirujanos de cualquier especialidad no quieran operar a afiliados de Swiss porque Belocopitt les paga a 90 días, en tanto en OSDE el plazo se acorta a 30 días, porque su gerente general, el auditor médico Luis Fontana, no quiere problemas con la Superintendencia de Salud (SSS). En realidad, Belocopitt les «vendió» a todos los empresarios de las prepagas que era «íntimo de Alberto» de los tiempos en que el ex presidente era superintendente de seguros. Pero las últimas declaraciones del presidente sobre la intermediación financiera con las cuotas de las prepagas terminó con la leyenda de la supuesta influencia del presidente de la UAS sobre el poder político. Además, como señalamos ayer, la vicepresidenta no lo puede ver por los continuos reclamos de aumento que atentan contra la política antiinflacionaria que es imprescindible para ganar las elecciones. De ahí que se habla del desembarco de Liliana Korenfeld como presidenta de la SSS, quien ya lo fue desde el 2012 al 2015 y tuvo varios conflictos con los «gordos» del sindicalismo, pero esta vez la lupa no estará puesta en los dirigentes sindicales sino en la medicina prepaga, donde se instrumentará un aumento selectivo para determinadas clínicas y laboratorios que son perjudicados por la cartelización que hoy rige en el sistema.

Un solo dirigente sindical está en la mira de Cristina. Se trata de Andrés Lingeri, conocido como Mr. Cloro por su estrecha relación con Claudio Belocopitt y por incidir en su momento por la prisión del «Caballo» Suárez. Es tal su relación con Belocopitt que en 2016 colocó a un médico de su confianza, el Dr. Scervino, como presidente de la SSS y junto al empresario intervinieron OSDE, pero la justicia les falló en contra y se quedaron con los ganas.

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