Por Luis Alejandro Rizzi.-

En la última licitación quedaron sin “rollear” cinco billones de pesos. Los técnicos piensan que un porcentaje irá a cubrir encajes, pero ¿y el resto?

Una parte irá a “tasa”, que está arriba del costo de vida -inflación-, pero “…seguramente algo irá a dólar”, me contaba un “trader” esta mañana en el “Florida Garden”, en un encuentro casual.

– ¿Cómo lo ves?

– En los 1350, por allí, me respondió.

El Banco Central -el gobierno- interviene en el mercado, sea por medio de futuros o de tasa, y el tipo de cambio es absolutamente especulativo. La cosa es el nivel de “riesgo gobierno” local.

El 7 de septiembre, más allá del nivel de abstención, que en el gobierno estiman alto, el peronismo “unido”, según varias encuestas, está arriba en votos totales; desde dos puntos -empate técnico- a más de 10, que son los que valen para el 26 de octubre. Esa es la preocupación del “mercado”, o “mercadito”.

El “fantasma k” existe, pero no es exactamente el temor “kuka”, sino que el gobierno, después del 10 de diciembre, pueda encarar las reformas pendientes, que tampoco se saben en su contenido o proyecto. Por ahora “las reformas futuras son sólo un “significante vacío”; no sabemos en qué consistirían.

La campaña del mileísmo debería jugar a “cara o cruz” y hacerla sobre el contenido de sus proyectos de reforma fiscal, laboral y previsional del modo más claro posible. De hacerlo así, un 40% de votos generales tendría un mayor valor real que el nominal y condicionaría de hecho a la oposición.

Ahora, si durante la campaña el mileísmo no publicita sus proyectos, el 40% de votos nominales tendrá un menor valor, que debilitará al gobierno de Milei.

Pero volviendo al “dólar”, es obvio que faltan millones de dólares y para este gobierno y los futuros inmediatos, necesitarán más exportaciones, más inversiones y acceso al crédito. En ese escenario, la deuda y el precio del dólar dejaría de ser cuestión y “toc”.

Pero mientras el “riesgo gobierno” se mantenga en el aire, faltarán dólares y la gente votará más en el “mercado” que el 26 de octubre.

Hoy todos sabemos que faltan dólares y sobran pesitos y que las tasas de interés tienen un costo, como lo dijo el FMI en la página 8 nota 5 de su informe de revisión.

Habría un déficit de caja del 1,2% del PBI: “Incluir todos los pagos de intereses capitalizados al sector privado por encima de la línea implicaría un déficit total en caja de alrededor del 1.2% del PIB”, según transcripción de Ignacio Zuleta. El texto en inglés dice: “Including all capitalized interest payments to the private sector above the line would imply a cash overall deficit of about 1.2 percent of GDP.”

No todo lo que brilla es “superávit fiscal”.

Pero además, si no hay dólares y hay menos pesos, el dólar seguirá siendo la moneda buena, ya que el gobierno sólo puede emitir “pesos”, la moneda mala. (Ley de Gresham)

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