Por Luis Alejandro Rizzi.-

Javier Milei no tuvo más remedio que involucrarse de modo personal en la campaña electoral, ya que salvo excepciones, sus candidatos no sólo son desconocidos, algunos ni siquiera ilustres, todo lo contrario, son más bien supuestos obsecuentes incondicionales; recalco esto porque hay también de los otros.

Milei, además, planteó la elección en términos absolutos, “él o el caos”, este último personificado en los “Kuka”, un fantasma político que se viene desintegrando solo, pero que aún cuenta con un núcleo de un 20 y pico por ciento de votantes.

En mi opinión, Milei, perderá unos 20 puntos con relación al balotaje de noviembre del 23 y un poco menos el peronismo, bajo sus distintos signos. Fuerza Patria -los KUKA- sólo se presenta en 16 distritos.

Hay en grandes líneas un 60% de votos definidos. Conviene aclarar que el capital político de LLA es difícil de medir, ya que el 30% logrado en las primarias y la primera vuelta del 2023 se integra por un segmento que consideró que era el mejor vehículo para sacar del gobierno al “kristinismo”, más que votar por “las ideas de la libertad”.

Quizás un poco de modo arbitrario, podríamos decir que el núcleo duro de “libertarios” es de un 20%, a ese “capital” sólo se sumará el voto “antiCristina”.

Este voto “anti” es curioso, porque tiene mucho de voto por la honestidad” y, del mismo modo que “el cristinismo puro”, descree de las denuncias de corrupción que salpican al gobierno, que logró esconder el escándalo del “fentanilo” que generó más de cien muertes. Un hecho muy grave, aún sin responsables.

Se está volviendo noticia el caso $LIBRA, con nuevos avances que cada vez se acerca más al entorno del presidente, y Karina se niega a ir al congreso a dar explicaciones. Es posible que no las tenga y su defensa se limite a que fue sorprendida en su buena fe, excusa que también usa el presidente Milei.

Es posible, conociendo sus personalidades neuróticas y sus inseguridades, que así haya sido, pero esa misma ingenuidad es descalificadora.

Hay otros casos; uno grave fue el del avión “negro”, cuya trama se mantiene en la más oscura de las tinieblas, por eso solo, la sospecha que en las valijas había “frutos prohibidos” comienza a tener sabor a verdad.

El caso del ANDIS quedó también en una nebulosa que, en base a nuestros usos públicos, también ocultaría posibles hechos ilícitos.

Si vamos a la confianza que genera el gobierno veríamos los siguientes datos.

El índice de confianza del gobierno que mide la UTDT, en septiembre bajó a 1,94. Macri, en noviembre de 2019, ya había perdido; la elección tenía un índice de 1,98. Cristina, en el mismo mes de 2015, tuvo 1,75.

Con estos números parece difícil que el gobierno de Milei pueda ganar las elecciones, lo que no quiere decir que no mejore la cantidad de diputados y senadores; esto ocurrirá, tenido en cuenta que parte de una base muy baja. Cualquier mal resultado podría ser bien visto.

Será difícil en cualquier escenario afirmar que el gobierno perderá, aunque así lo digan los números.

En el único escenario en que el gobierno podría ser declarado perdedero neto sería si en votos generales cayera por debajo de30%.

El punto en que Trump dejaría de ser generoso…

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