Por Zoilo Harto.-

Carbap, a través de su comisión de estrategia gremial, se propuso reflotar un proyecto de ley que aplicaría una alícuota compulsiva sobre la producción para financiar a las gremiales.

El rechazo de los productores no se hizo esperar. Las redes se pusieron al rojo vivo…

witter, Whatsap, Face ardieron con comentarios e interesantes discusiones:

– “Queremos menos impuestos, no más”.

– “Que tomen lo saca el IPCVA, que no sirve para nada”.

– “El financiamiento obligatorio de las gremiales es la garantía para consolidar una casta cuasi estatista como son todas las cámaras gremiales empresariales que padecemos (CAME, UIA, CAFMA, ADIMRA). Se cuelgan de los cargos, entran en relaciones con los políticos y pasan a depender del Estado, que les cobra la cuota que no pueden cobrar por sí mismos”.

– “Que no sea obligatorio. Miren al IPCVA!!! ¿Quién lo desarma ahora? Hacían promoción en Europa de nuestra carne mientras nosotros no podíamos exportar y nadie engordaba a mas de 400 kg”.

– “La gremial con plata en 5 años está llena de oportunistas que vendrán todos juntos a copar las gremiales. Será tanta la participación, que en cuatro años, vamos a decir ¿Quienes son estos muchachos”.

– “Hay un varios ejemplos de quienes han vivido gracias a una entidad del agro casi toda su vida”.

– “Queda claro que el problema del sector no es la falta de medios para hacer oír su voz, sino la falta de un gremialismo con ideas claras y consensuadas”.

– “Es así, el campo tiene espacios en todos los medios, programas y publicaciones especializadas, micros diarios en todas las radios, suplementos en diarios de gran tirada, grandes exposiciones como no los tiene ningún otro sector económico. Hasta en INTRATABLES aparece gente del sector. El problema del sector no es la falta de dinero, ni de medios donde hacer oír su voz… sino la confusión de sus dirigentes que no han faltado en los ministerios de ninguno de los gobiernos de los últimos 80 años”.

– “Para muestra, basta un botón… A fines del 2015, nos estaban llevando al matadero y la Federación Agraria criticaba a rabiar a Macri, CARBAP apoyaba a Scioli, los «cooperativistas» se acomodaban con el Socialismo y con Massa… Y fueron los AUTOCONVOCADOS en soledad y sin dinero quienes vociferaban “apertura de las exportaciones y eliminación de las retenciones sin segmentación ni subsidios ni compensaciones”. Y la propuesta del PRO terminó siendo la propuesta de los autoconvocados expresada en el Manifiesto de Salto”.

– “Las gremiales pagas sostenidas con el cobro compulsivo de una cuota impuesto (hay que llamar a las cosas por su nombre) constituyen el sueño fascista que la Argentina importó en 1930 y consolidó en 1943/55 reemplazando el sistema económico constitucional de libre mercado por el acuerdo entre corporaciones y el arbitraje del Estado, con todos los gremialistas (empresariales y obreros) hociqueando con el poder de turno. De allí surgieron los pactos sociales, los convenios colectivos de trabajo y toda una runfla de parásitos que no quieren competir sino que el Estado los mantenga y los proteja”.

– “El campo que ha sido el único sector no cooptado por el kirchnerismo, no debe volver sobre sus pasos copiando recetas gastadas. Por el contrario, debe desafiar a sus pares empresariales de la Industria y el comercio (UIA, ADIMRA, CAME) a integrarse al mundo, viendo en la libertad y la competencia una oportunidad y no un peligro. Para que esto ocurra los productores deben impedir que sus representantes participen del botín”.

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