Por Carlos Tórtora.-

Que el propio Javier Milei haya afirmado en el acto de Moreno que para la elección del domingo se espera un empate técnico, es bastante significativo. Entrelíneas significaría que el gobierno sabe que perderá por pocos puntos pero lo intentará disimular proclamando que hubo un empate. ¿Y en que consistirá el empate? Fundamentalmente en que LLA se impondría en casi todas las secciones electorales llamadas «chicas» y Fuerza Patria en las grandes, es decir la Primera y la Tercera. Si se confirma está distribución geográfica de los votos, la misma significaría varias cosas. Para empezar, que los libertarios estarían fracasando en su intento de quebrar la hegemonía electoral del PJ en la Primera Sección.

Milei viene apostando muy fuerte a que, con los votos libertarios en distritos como Vicente López, San Isidro, Pilar, Escobar, Tigre y San Fernando, podría imponerse a las zonas pobres como Malvinas, José C. Paz, Merlo, Moreno, etc., aparentemente no es así. La creciente pauperización y el descenso del nivel de vida de la clase media estaría regalándole muchos votos al peronismo.

Toda la retórica presidencial gira alrededor de eso: cómo romperle al peronismo su hegemonía en las urnas, pero no lo estaría consiguiendo.

La confirmación del mapa

Como contrapartida, las señales coinciden en que la coalición oficialista lograría que el antiperonismo gane una vez más en sus bastiones tradicionales, es decir Mar del Plata, Bahía Blanca, Junín, Pergamino y hasta La Plata, lo que está en duda.

De darse este esquema, estaría instalándose para el 2027 un panorama de altísima polarización, ya que Somos Buenos Aires no al alcanzaría los 10 puntos.

Pero la radiografía de este domingo puede cambiar para octubre. A Luis Caputo los malabarismos cambiarios se le están agotando y el dólar se dispara. Y el descenso de Milei en la encuestas puede implicar la pérdida de otros 5 o 6 puntos, lo que sí implicaría un colapso y la modificación del mapa. De darse así las cosas, el trabajo de Milei sería conseguir -no se sabe cómo- que sus votos de octubre no sean menos que los de septiembre.

A todo esto, en otro distrito clave, la Capital, los indicadores de los últimos días golpean a la Casa Rosada. Los desvaríos de Patricia Bullrich pidiendo el allanamiento de domicilios de periodistas por los audios de Karina, sumados a su denuncia de un complot con espías rusos incluidos, la habrían hecho descender varios puntos, aunque obviamente sigue primera.

Una señal de que, a partir de qué empezó el Karinagate, los errores se pagan con votos.

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