Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

El presidente Alberto Fernández en un acto meritorio, afirmó el 10 del corriente que el acceso a la vivienda «es un derecho humano» que no debe «ser pensado como mercancía», como un «bien al que algunos acceden y otros no», y celebró que en Argentina haya «140 mil viviendas construyéndose», además de las 100 mil que se han levantado durante su gestión» (sic).

La cuestión de fondo, que cae de maduro, es saber de ¿donde saldrán los recursos financieros para esas «obras de bien? -salvo que las entidades caritativas mundiales se apiaden del pueblo argentino- y con una economía lisa y llanamente destruida por carecer de un plan económico y de gobierno, haya nombrados a un ministro de Economía -Sergio Massa- que no es economista; la pregunta que cae de maduro es: ¿de dónde saldrán los recursos locales o del exterior -que nadie se atreve a invertir un dólar en la Argentina, para esa magnífica obra de bien, que salvo que se garanticen las inversiones del caso, no es otra cosa que tomar a la ciudadanía de boba o ignorante, de un desgobierno que ha sembrado al país de pobres, que los quiere tanto que los aumenta; con una inflación superior al 100% anual, y que ahora sale con ese acto tan precario y fantasioso que preocupa, y directamente nos toma por tontos, y, en criollo, de «bolu…

¡Alberto Fernández a las cosas, que el horno no está para bollos!

Con cordiales saludos.

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