Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Es deplorable que el presidente Alberto Fernández (que cada vez preside menos), para congraciarse con su «mandante», la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner), haya tenido el tupé de criticar al ex presidente Mauricio Macri, que tras calificar de «impúdico» su libro «Para qué» por revelar, según su crítico, sus pretensiones de asumir el poder en 2023 (ver LA PRENSA del 27 del actual, pág. 3).

Es llamativo que Alberto Fernández, tras tres años de «desgobierno», que sembró el país de pobres, destruyó la economía, y por su aumento incalificable del gasto público, provocando una inflación que se estima en el 100% para fin de año, sembrando al país de pobres, que los quiere tanto que los aumenta, esté divagando sobre su intensión de pretender su reelección en año próximo; y en todo ello para disimular el craso fracaso del cuarto desgobierno kirchnerista, pretenda seguir inculpando al ex presidente Macri de todos los males que el kirchnerismo cometió, y por ello estamos considerados en el mundo cómo un país inviable, a la luz de que por las riquezas potenciales y reales en minerales, combustibles y una destacada producción alimentaria, estemos mendigando al FMI que nos tire unas chirolas, por la incapacidad de pagar nuestras deudas.

Los casi tres años -repito- de desgobiernos K nadie nos tira unas chirolas, por nuestro potencial en riqueza de toda naturaleza, pero por la incapacidad kirchnerista, así estamos rogando migajas al mundo, que nos mira con desprecio.

De ser una persona razonable, lo que debería hacer es que Cristina Fernández de Kirchner repatrie la fortuna que tiene depositada en los paraísos fiscales, como el de las islas Seichelles, en el Índico, por tratarse de un desfalco/latrocinio, iniciado por el fallecido ex presidente Néstor Kirchner (entre ella los US$ 600 millones de las regalías petrolíferas que el presidente Carlos Menem le otorgó), estimada en unos US$80.000 millones, que son nuestros impuestos, y que deben ser repatriados por tratarse de nuestros impuestos, a partir 1976; pues en Río Gallegos fue servil a las Fuerzas Armadas, siendo en que aparecía en la TV al lado del general que era comandante del Regimiento del Ejército en la provincia de Santa Cruz.

Lo que tampoco puede ignorar AF es que en 2015, la presidente CFK legó al presidente Mauricio Macri un gasto público del 25% del Producto Bruto Interno (PBI) elevado al 48%, provocando déficits fiscales recurrentes que se financiaba con emisión fiduciaria espuria, que su fiel alumno AF repite, con las consecuencias actuales: déficits fiscales, emisión fiduciaria espurias, inflación, camino a una hiperinflación.

Y no nos olvidemos que el tercer gobierno kirchnerista, legó al presidente Macri una deuda externa de US$ 240.000 millones, que redujo a US$ 40.000 millones.

Agradeceré que el presidente Fernández tome debida nota, para no ser tratado de mentiroso, que queda feo en un presidente y en todo hombre de bien.

Con cordiales saludos.

Share