Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Con respecto a la crónica de LA PRENSA de hoy -30-10-2022- que informa que el tribunal que lleva a cabo el juicio por el crimen de María Marta García Belsunce, la socióloga asesinada hace 20 años; de acuerdo con al cronograma dispuesto por el Tribunal oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, la idea de los jueces es que todos los alegatos se llevan a cabo el mismo día, en que están involucrados Nicolás Pachelo -a quien acusan del asesinato- como los exvigiladores Norberto Glénnon y José Ortíz enfrentan una imputación como coautores de un «robo agravado por el uso de arma en concurso real con homicidio criminis causa agravado» en perjuicio de María Marta, delitos que prevén la prisión perpetua; considero pertinente expresar -cómo vengo haciendo en LA PRENSA hace años- que el asesinato de la infortunada socióloga fue una confabulación del viudo Carlos Carrascosa (ver LA PRENSA del 17.7.2007, 13.7.2007, 19.7.2022 y 10.8.2022), quien la asesinó de seis balazos en la cabeza, con la complicidad de sus parientes -Irene Hurtig, hermana de la occisa, de Guillermo Bártoli, cuñado, Horacio García Belsunce (h), entre otros; que no denunciaron el crimen a la Policía y pidieron que sacaran a la Policía de encima, mintiendo al fiscal Molina Pico, movieron el cadáver de lugar, alterando la escena del crimen para hacer desaparecer evidencias y pruebas, lavaron la sangre de las paredes, piso y la bañera, hicieron desaparecer evidencias y pruebas, lavaron la sangre de la pared, piso y la bañera, hicieron desaparecer una sábana, unas ocho toallas y un pantalón de Carrascosa tintas en sangre, y tiraron una bala -el pitufo- por el inodoro; Horacio García Belsunce (h) después de confabular, con los demás, fraguaron el certificado de óbito, no permitieron el ingreso del doctor Noitig, un respetable médico vecino, que vivía en el lugar, para revisar a la víctima, y pretendieron inculpar al vecino Pachelo y al vigilante Ortíz del crimen, lo que no pudieron probar.

Durante el velorio instalaron en el country que la muerte había sido accidental y no permitieron a algunas personas acercarse a la occisa, a la que maquillaron y peinaron para esconder las heridas de su cabeza (cinco balazos con un pegamento (poxipol), todo lo cual implica asociación ilícita..

Es evidente que van a la cárcel únicamente quienes no pueden pagar a un abogado penalista. Carrascosa llegó a contratar hasta cinco hasta el año 2011, siendo notorio que aquellos cobran honorarios a precio de oro.

Y si la justicia averigua de dónde provienen los ingresos -de Carrascosa-. encontrarán el móvil del crimen que el fiscal Diego Molina Pico -el justo defensor de María Marta y que trataron de satisfacer la vindicta pública-, no pudo probar.

A tomar debida nota los fiscales Ángel Becerra, entonces a cargo de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones (SucDDI), de Pilar, la fiscalía general adjunta de San Isidro, a cargo de Patricio Ferrari, y sus colegas Andrés Quintana y Federico Rodríguez, es decir que el vecino Pachelo es un simple perejil inocente, y lo que hacen es apañar al principal criminal Carrascosa, y a sus cómplices: Irene Hurtig, hermana de la occisa, Guillermo Bártoli, cuñado, Horacio García Belsunce (h), entre otros.

Sugiero ver mi carta «Desafortunada acusación» en LA PRENSA del 10.8.2022.

Con cordiales saludos.

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