Por Gabriel Vides.-

Haber organizado y movilizado a una cantidad importante de gente al Estadio Único de La Plata para no decir “nada”, sólo chicanas para enardecer a la militancia allí congregada (una imagen congelada “de otros tiempos, del peronismo”) no habla de otra cosa que de la pobreza intelectual y decadencia de nuestros líderes políticos.

El kirchnerismo siempre ha recurrido al pasado para hilvanar su relato, y le ha dado buenos resultados (hoy, a pesar de la horrible gestión de 3 años a la fecha mantiene una franja de aceptación de entre el 20 y el 25% en el electorado fiel).

Hoy, en el presente, no tiene cómo argumentar el relato entonces recurre al “yo no fui, o al yo no soy” para desentenderse de este gobierno (que le pertenece) como del propio Presidente que ella misma decidió que la iba a acompañar en la fórmula que resultó ser la ganadora en 2019.

Una de las tantas inconsistencias y mentiras solapadas en que incurrió fue decir que el pacto democrático, se había roto tras el atentado sufrido a metros de su edificio, en una cuadra que sus acólitos de La Cámpora convirtieron durante varios días en una kermese.

Deberíamos darle la derecha en ese pasaje donde, con su característica soberbia descalificó a aquellos que hablan de los últimos 70 años para precisar que Perón, dentro de ellos estuvo 20 proscripto (muchachos, hagan bien las cuentas… con bis incluido).

Algo parecido hizo en su alegato de Vialidad donde anticipó, con bombos y platillos que iba a “desenmascarar la sarta de mentiras del Fiscal Luciani” y sólo aportó una diferencia de unas pocas horas a las filminas que presentó el fiscal para mostrar la desgrabación del celular de José López del “operativo Limpiar todo”. Es cierto, Cristina, ¿entonces son 50?

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