Por Alejandro Olmedo Zumarán.-

Escribo estas líneas indignado por el proceder de la PREPAGA OMINT S.A. En el mes de abril, la factura electrónica de mi madre con certificado de discapacidad Nº 17702 vino con un pequeño aumento. Hice el respectivo reclamo llamando al Centro de Atención al Socio de Omint (CAS) y respondieron que fue un error y que abonará el monto que pagué en marzo. En mayo sucedió lo mismo, nuevamente, llamé al C.A.S., que dio la misma respuesta y volví a pagar el mismo monto que en marzo y abril. En junio he vuelto a recibir la factura electrónica de mi madre con un recargo administrativo de $ 210 aproximadamente. Como no tengo nada qué hacer, volví a llamar al C.A.S., que no se caracteriza por su rapidez en atender, y una representante, afirmó, que el aumento se debía a que había abonado la cuota de una forma que no correspondía. Ante mi estupor, pregunté: ¿Cuál era la forma que OMINT SA consideraba correcta para que los socios pudiéramos abonar las cuotas del servicio de medicina prepaga, ya que consideraba haber abonado con un medio legítimo? La Señora respondió que había tres medios: Débito automático, Home Banking y Pago mis cuentas. Respondí que me parecía una arbitrariedad y una falta de respeto, que ellos decidieran cómo sus socios deben pagar, la cuota. Realmente no parece una medida propia de un país libre, democrático sino todo lo contrario. Por supuesto que la representante de OMINT dijo que esto lo habían avisado a todos, vía la factura electrónica, que no llega en papel, pero la verdad es que nunca recibí notificación fehaciente sobre una decisión tan autoritaria y menos que cobrarían un recargo de 210 $. Mi madre no tiene débito y es jubilada además de discapacitada. Consultando con otros Socios de OMINT, dijeron que les ocurrió lo mismo, lo que no lo justifica ni lo hace más ético. Hago un llamado a la cordura, sensatez y prudencia a los Directivos de OMINT SA para que dejen de aplicar a sus socios este recargo y permitan que nosotros decidamos cómo pagar.

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