Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 2 de junio, La Nación publicó unas reflexiones del estratega del PRO Jaime Durán Barba en su diálogo con el conductor de “Animales sueltos”, Alejandro Fantino. Dijo el gurú macrista: “Con las redes sociales la sociedad se va volviendo cada vez más incontrolable; si no le hablás en términos de que participe de sus intereses, no te van a escuchar”. Explicó que, en cada país, “hay un 10, 15 o hasta un 20% de personas que están muy informadas o creen estarlo”, y que al 80% restante “no le importa nada” estar informado acerca de la actualidad política y de quienes ejercen el poder. Ese 20% es el denominado “círculo rojo”. “Cuando Cristina Kirchner fue candidata a la presidencia estalló el escándalo Schoklender. El círculo rojo se encendió, tengo encuestas diarias de aquella época y Cristina no perdió ni un solo punto”, destacó. Considera que, en términos comunicacionales, cada vez hay más apatía. “En un discurso de tres horas de Cristina en el Congreso sólo el 2% de las personas entendieron el mensaje. No significa que no comunicó”, expresa el gurú, sino que la gente le da más importancia a otros aspectos del mensaje, como los gestos. “Cómo arrugás la cara, cómo movés las manos, influyen cuatro veces más de lo que decimos. Y el tono importa muchísimo”, enseña. Considera que “la división entre el Gobierno y el kirchnerismo no es porque ninguno lo provoque, existe porque para mucha gente existe una dirigente con mucha fuerza, que es la señora Kirchner”. De ahí lo difícil que le está resultando a Massa sostener “la avenida del medio: “se puede, pero es difícil en una sociedad que ella misma se ha polarizado. Lo que ocurre es que el gobierno anterior, sin decirlo sin ninguna animadversión ni simpatía, dejó a la gente pensando: “pateémosle la cabeza a los ricos”, y a otros diciendo: “no, eso es peligroso”. La ideología ya se murió”. Señaló que “han aparecido otras formas de expresión en la política, salvajes, como el caso de Donald Trump. O diferentes, como la de los líderes de la nueva época, como Macri, Macrón o Trudeau”. Dijo sin ruborizarse que “no hay ningún presidente latinoamericano con mayor importancia que Macri”. “Son datos objetivos”, aclara. “Las cifras de Macri son mejores que las de todos los presidentes de Occidente”, dice y cuestiona: “¿qué presidente argentino ha hablado con más presidentes del mundo en la historia? Ninguno, solo Macri”. Está convencido del triunfo de Cambiemos en octubre: “las encuestas permanentes indican que el Pro va a ganar. La situación de Macri es otra vez excepcional: no ha habido otro presidente que se haya visto obligado a tomar medidas de ajuste como las que él tomó, que tenga la popularidad de Macri. Y concluyó expresando que “hay personas que dicen que Macri ganó de pedo. Pero él ganó en 2005, 2007, 2011 y 2015. ¿Y no sabe hacer política? Les ganó las elecciones a todos; si gana, es absurdo decir que no sabe hacer política. Si siempre gana, algo sabe”.

¿Qué duda cabe de que Durán Barba sabe -y mucho- de campañas electorales, de psicología de masas, de la ciencia política como sinónimo de poder? Su pensamiento debe, pues, ser muy tenido en cuenta ya que por algo acompaña y aconseja a Macri desde hace tanto tiempo, a un dirigente que, cada vez que se presentó en una competencia electoral, ganó. Hace unos años el ecuatoriano (junto a Santiago Nieto) publicó un libro titulado “El arte de ganar”. En la “Introducción” Durán Barba expresa lo siguiente: “En la vida las cosas se ganan peleando” fue el lema de la campaña de Néstor Kirchner cuando encabezó la lista de candidatos a diputados peronistas por la provincia de Buenos Aires en el año 2009. Después de gobernar Río Gallegos y la provincia de Santa Cruz con mano de hierro, Kirchner fue elegido presidente de la República Argentina en 2003. Según los escrutinios llegó segundo, pero cuando Carlos Menem se retiró de la contienda, fue proclamado presidente electo. Luego de regir el país durante cuatro años, gozando de una sólida popularidad, logró que su esposa Cristina Fernández de Kirchner fuese elegida como la primera presidenta en la historia argentina en 2007. Tras cinco años en los que mantuvo el respaldo de más del 60% de la población, la imagen de Cristina cayó por debajo de los treinta puntos. Su conflicto con los productores del campo fue la gota que derramó el vaso de un descontento que se venía larvando de a poco. Kirchner adelantó a junio de 2009 las elecciones legislativas para octubre y se lanzó como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, que hasta entonces lo había favorecido en sus batallas electorales con triunfos arrolladores. Para fortalecer su proyecto pidió al gobernador Daniel Scioli y a decenas de intendentes peronistas integrarse a su lista. Estos líderes…fueron llamados “candidatos testimoniales”. Se sabía que no asumirían la banca, pero se postulaban para dar testimonio de lealtad a su líder y traer más votos” (…) “En la vida las cosas se ganan peleando”, dijo Kirchner, y convirtió su visión de la vida en estrategia de campaña. Kirchner peleó siempre. Nada le vino regalado. De niño tuvo que enfrentar a sus compañeros de escuela que se burlaban por su ceceo al hablar y su mirada estrábica. Se hizo espacio en la vida por la fuerza. Lo que tiene, lo obtuvo luchando y confrontando” (…) “Es un político de casta, cuya carrera refleja la crónica de un enfrentamiento permanente con sus adversarios” (…) “Kirchner, en Santa Cruz, no tuvo contemplación con sus opositores ni con la prensa independiente. Impuso su autoridad, y quienes no bajaron la cabeza fueron arrasados. La política es siempre más dura en las zonas periféricas que en las grandes metrópolis. La democracia, la libertad de prensa, los derechos humanos, son conceptos que surgieron con el pensamiento ilustrado en las ciudades europeas” (…) “En 2009 Kirchner no se dio cuenta de que los argentinos estaban cansados de su estilo violento y de los conflictos entre políticos. Muchos ciudadanos creían que en la vida no todo es conflicto, que las cosas también pueden conseguirse conversando, dialogando. El respeto a la diversidad, usual en las democracias desarrolladas, fue difícil de asimilar para alguien acostumbrado a no soportar voces discrepantes ni dentro ni fuera de su gobierno” (…) “Sintiéndose en ventaja en una provincia tradicionalmente peronista, Kirchner salió a confrontar violentamente. Se puso a la cabeza de la lista de candidatos más espectacular de la historia política argentina y apostó todas sus fichas a ese número, seguro de que sólo se podía discutir la dimensión de su triunfo. En 2003 Kirchner perdió las elecciones, pero ganó el poder. En 2009, incluso si ganaba con un pequeño porcentaje, luciría derrotado. Necesitaba aplastar a sus adversarios, obtener un triunfo arrollador” (…) “El gobierno hizo lo imposible para ganarle (a Francisco de Narváez), usando las mañas de la política tradicional. Atacó intensamente desde todos los frentes” (…) “A la medianoche, las cifras del escrutinio eran claras: Kirchner había perdido” (…) “Trascendió a través de los medios de comunicación que se descontroló, agredió a personas de su entorno y se hizo daño en una mano golpeando una pared. ¿Por qué ocurrió eso con un político con la experiencia y la inteligencia de Kirchner? Uno de sus colaboradores lo explicó con una frase: “Lo que pasa es que ante todo Néstor es un peleador” (…).

“Generalmente las campañas electorales latinoamericanas se deciden más por las equivocaciones de quienes pierden que por la habilidad de quienes ganan” (…) “Con una biografía pobre, (De Narváez) se enfrentaba a Kirchner, uno de los políticos con más experiencia del continente, que tenía todos los recursos para ganar. Inteligente, trabajador, decidido, sabía usar el poder del estado. Su punto débil, desde una óptica estratégica, era que él y su equipo estudiaban la realidad con viejas categorías de análisis acerca del comportamiento de los electores, del peronismo, de la fuerza del aparato clientelar en el conurbano bonaerense” (…) “Kirchner quiso ganar las elecciones planteando un plebiscito acerca de la vigencia de su modelo económico. Supuso que la gente votaría escogiendo entre modelos políticos y económicos, sin percatarse de que, más allá de unos pocos seguidores fanatizados, nadie tenía interés en esa discusión. Pero este error no fue el determinante de su derrota…Lo que en realidad le hizo daño fue su estilo agrio y sectario: inventó acusaciones, insultó, atacó incesantemente. Kirchner se esforzó y trabajó de manera incansable para perder” (…) “Kirchner, con sus agresiones, logró una derrota que parecía imposible. Néstor Kirchner, Andrés Manuel López Obrador, León Febres Cordero, son hijos de su tiempo. Se formaron en la Guerra Fría, cuando la militancia ideológica parecía vital. Más allá de las ideas, su estilo de liderazgo es el mismo. Pertenecen a una antigua estirpe de dirigentes con casta, que embisten hasta la muerte” (…) “Cuando su acción los condujo a una nueva derrota, embistieron con más fuerza todavía, hasta terminar despedazados. La palabra “retroceder” no figura en su diccionario” (…) “Luchar es importante en la vida, pero la inflexibilidad es madre de la tragedia” (…) “El atacar por atacar normalmente conduce al fracaso. Para agredir a otros, es bueno tener argumentos más racionales que “hago esto porque soy un peleador”. La política es pasión y la racionalidad es poco frecuente en esta actividad. Muchos líderes son derrotados porque sus adversarios usan la razón para nublar sus ojos con la ira” (…) “si se quiere superar la vieja forma de hacer política, es bueno apoyarse en profesionales capaces de diseñar una estrategia profesional que potencie todo lo que se hace y se deja de hacer en la campaña. Cuando se actúa de esa manera, nada queda al acaso o es fruto de la improvisación” (…) “Pretendemos aquí explicar de manera sintética y sencilla qué hacemos los consultores políticos para ayudar a nuestros clientes a ganar, cómo analizamos la política para conseguir ese resultado, cuáles son los principales temas que investigamos y, particularmente, la forma en que usamos el ataque en una campaña electoral. Para hacer más comprensibles los conceptos, usamos ejemplos que provienen de campañas que han tenido lugar a lo largo de estos últimos años en México, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Ecuador y otros países en los que por alguna razón tuvimos acceso a investigaciones cuantitativas y cualitativas de calidad y estudiamos con fundamentos científicos lo que ocurría” (…) “Otros ejemplos vienen de nuestra práctica profesional asesorando o evaluando a mandatarios y políticos” (…) “Hemos concentrado la mayor parte de los ejemplos en torno a incidentes ocurridos con tres luchadores analizados de cerca: Néstor Kirchner en Argentina, Andrés Manuel López Obrador en México y León Febres Cordero en Ecuador. Los tres han sido políticos de primer nivel que dedicaron su vida a la lucha por el poder utilizando herramientas tradicionales. Inteligentes, agresivos, sufrieron grandes reveses por atacar sin una estrategia moderna” (…) “Mencionamos también a líderes pioneros en hacer un nuevo tipo de política en la región y que encabezaron campañas modernas, como Mauricio Macri en su elección para la Jefatura de Gobierno de la ciudad de Buenos aires de 2007” (…) “Cuando en una reunión alguien que cría lombrices explica cómo se obtiene el humus, todos escuchan con atención, respetando los conocimientos de quien sabe del tema. Cundo un experto en política analiza una elección, todos le interrumpen y le explican por qué ocurrió lo que él provocó. En algunas ocasiones, ni los propios candidatos entienden por qué ganaron y tienen explicaciones disparatadas acerca de los acontecimientos que protagonizaron. Esperemos que esta obra sirva para que todos opinemos con un poco más de información”.

En su edición del 2 de junio, el portal Infobae publicó un artículo de Jorge Asís titulado “Randazzo le traba el proyecto de volver a La Doctora”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “La ventanilla que debió abrir, para los peronistas en banda, Sergio, el Titular de la Franja de Massa, se decidió a abrirla Florencio Randazzo” (…) “En 2013, al vencer a su amigo Martín Insaurralde, El Jésico, candidato oficial, Massa le perforó a La Doctora el objetivo menemista de quedarse. Fue asociado al entonces complementario Mauricio Macri, hoy presidente del tercer gobierno radical. Y con el respaldo mediático de Alberto Fernández, El Poeta Impopular, que también fue premier de La Doctora y hoy es jefe de campaña, que aún no comienza, de Randazzo. Y con el apoyo de Felipe Solá, máximo cuadro del felipismo. Por comparación, después del extenso recorrido, emerge Felipe como el más apto, en condiciones de postularse para cumplir el papel componedor de Antonio Cafiero, la polea de transmisión” (…) “Con el antecedente del triunfo ya gastado de Massa, hoy es Randazzo quien asume el desafío de enfrentar a La Doctora. Para trabarle el proyecto de volver. Por su liderazgo cansado (distinto a agotado), La Doctora padece síntomas severos de vulnerabilidad. A la pobre le cuesta aceptar la ingratitud que arrastra el poder cuando se diluye. Lo que antes imponía como expresión natural de mando, como demostración práctica de ejercicio de la autoridad, ahora es tomado como mero acto de soberbia. De jactancia sin fundamentación. Efectiva aún para el apreciable núcleo de fieles” (…) “Cualquier atrevido hoy confirma que sólo se debe mirar para adelante, que La doctora representa el pasado. Acaso contagiados, en cierto modo, de la penetrante superficialidad de Marcos Peña” (…) “En su sobreactuación declarativa, Peña percibe el retroceso del pasado hasta en Randazzo” (…) “Al contrario de Massa, que supo aventurarse por afuera, a través del injertado Frente Renovador, a los efectos de derrumbarle a La Doctora el proyecto demencial de quedarse, Randazzo prefiere desafiarla en la pugna interna, por adentro, desde la costosa inutilidad de las PASO” (…) “Como si La Doctora fuera Perón. Aunque esté más cerca de repetir la peripecia de Carlos Menem”.

“A Randazzo le va a costar más que a Massa diferenciarse del kirchnerismo que se propone vencer. Cuando era el escudero de Felipe, El loco Randazzo resultó fundamental para que Néstor Kirchner, El Furia, se decidiera a pulverizar a Eduardo Duhalde, El Piloto de Tormentas (generadas), que había cometido el error de escogerlo como presidente a Kirchner” (…) “Pero El Furia (con El Loco) lo pulverizó a Duhalde en 2005, en aquella etapa novelesca, a través de las escenas del peronismo conyugal” (…) “El propósito compartido de Kirchner y de Randazzo consistió en expulsarlo a Duhalde de la política” (…) “En otro admirable salto ornamental en garrocha, hoy El Alberto pasa a destacarse como el exclusivo aliado territorial de La Doctora. Junto a la cuñada Alicia, La Fotocopia, gobernadora de la Tierra Santa de la Cruz. En llamas. En otro salto menos ornamental, Randazzo tomó distancia de Felipe para habituarse en las alturas con El furia, al que divertía. Pero lució como un bravío ministro del Interior de La Doctora durante la epopeya de los ocho años. Lo importante es que Randazzo permaneció en su puesto de ministro hasta el penúltimo minuto del 9 de diciembre de 2015. Se le computan, a su favor, las semanas del desaire. Cuando El flaco se le plantó. Buscaba competir con Daniel Scioli, líder de la línea Aire y Sol, por la presidencia. Pero La Doctora, en un rapto de perversidad, se dispuso a rebajarlo con la miserable propina de la gobernación de Buenos Aires” (…) “Así como Randazzo debe clavar distancias con La Doctora, otro de sus bravíos ministros, Martín Lousteau, El Personaje de Wilde, debe tomar distancia de Cambiemos” (…) “Le cuesta también a Lousteau. Porque después de producirle el gran susto a Rodríguez Larreta, El Geniol, se precipitó en mojar la medialuna y aceptar la embajada en Estados Unidos. Para volver, un año y medio después, a luchar por una banca de diputado, con el objetivo estratégico de ser, de mínima, en 2019, candidato a gobernar el Maxiquiosco del Artificio Autónomo” (…) “Los bravíos Randazzo y Lousteau no aceptaron la síntesis superadora que les proponía, según nuestras fuentes, el otro bravío, el Titular de La Franja de Massa. Consistía en armar la Concordancia. Para cargarse a los dos pesos más pesados. Macri, el ex aliado para derrumbar el objetivo perenne de La Doctora. Y a La Doctora, que sigue en pie. La Concordancia consistía en construir el ticket sumatorio. La potencia por acumulación. Massa para senador, acompañado por la señora Margarita Stolbizer, La Cristalina. Randazzo para cabeza de lista de Diputados, por la provincia de Buenos Aires. Cierra la concordancia trunca Lousteau como primero para el Maxiquiosco porteño” (…) “Les alcanzaba para atenuar, incluso, las cataratas intensas de agua bendita que despide Carrió, el tercer peso pesado para cargarse. Pero no quisieron entenderlo. En realidad, previsiblemente le desconfiaron”. Realmente es brillante la prosa de Asís.

En su edición del 2 de junio, La Nación publicó un editorial durísimo contra el kirchnerismo en general y contra el juez Freiler en particular. Se titula “Salvar a Freiler, a costa de hundir la Justicia” y sus párrafos salientes son los siguientes: “Se equivocan quienes reducen el fracasado intento de desplazar al juez de la Cámara de Casación, Eduardo Freiler, a una mera pugna política en el Consejo de la Magistratura en la que momentáneamente ha triunfado el kirchnerismo y ha sido derrotado el oficialismo. La gran derrotada ha sido la Justicia, y con ella la sociedad, que aún debe tolerar que en la Cámara Federal porteña siga desempeñándose alguien tan indigno de la magistratura” (…) “Por supuesto que en esta situación existe un fuerte componente político, pues Freiler ha dado sobradas pruebas de ser más que afín al kirchnerismo. Sin ir más lejos, como integrante de la Sala I de la Cámara Federal, resolvió en casos muy sensibles para ese sector político, y generalmente lo hizo a favor del anterior gobierno” (…) “No puede decirse que ahora el kirchnerismo devuelva fidelidad con fidelidad. Se trata de una mutua conveniencia que desnuda lo lejos que queda la Justicia en esta discusión. Más que un juez, Freiler es un operador, y además carga sobre sus espaldas una fuerte acusación de enriquecimiento ilícito en una causa en la que fue escandalosamente beneficiado por sus pares. Como destacamos en más de una oportunidad en esta columna, el camarista no ha podido justificar su enriquecimiento” (…) “En la causa por enriquecimiento ilícito intervino el fiscal Ramiro González, integrante de la cátedra de Freiler. Sin ordenar peritajes ni medidas de prueba, el juez federal Martínez de Giorgi lo sobreseyó. Le bastaron los dichos del investigado. La esposa de Martínez de Giorgi, Ana María Juan, es secretaria en la misma sala de la Cámara Federal de Freiler” (…) “De eso se trata: un corrupto no puede ser juez. Un juez corrupto está a merced de los designios que le impongan quienes, como el kirchnerismo, lo protegen para usarlo en su provecho. Un juez corrupto es una especie de mercenario que denigra el ejercicio de la justicia. Un juez cuya corrupción se ha vuelto un asunto público no sólo envilece la magistratura, sino también a quienes se resisten a juzgarlo. La justicia federal no puede asemejarse a una mafia con lealtades basadas en la complicidad y con ramificaciones en el Consejo de la Magistratura”.

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