Por Ovidio Winter.-

La moral, los políticos y “la palabra” están tan devaluados en nuestro país que cualquiera se siente con derecho a opinar libremente, sin ponerse colorado y, lo que es peor, sin ser rechazado unánimemente por la opinión pública.

Así, por ejemplo, la expresidente, durante dos largos períodos, a los que hay que sumarle una vicepresidencia jugando como titiritera de su designado Albertítere, tiene el tupé de pretender erigirse en “opinadora” de la situación en que se halla el país al que, sin ningún tipo de sensibilidad, robó (está condenada por ello) y llevó a los índices de pobreza, indigencia y aislamiento que hoy ostenta.

Esa persona, que hoy cumple 71 años de vida es la que llevó a sus amados militantes de la matanza a malvivir en calles de tierra, sin agua potable, rodeados de estiércol.

A propósito, ¿saben que significa el 71 en la quiniela?

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