Por Jorge Augusto Cardoso.-

Luego del condenable atentado fallido hacia la vicepresidente, (el arma utilizada no tenía proyectil en la recámara), el gobierno y sus seguidores han acusado a la oposición, los medios y la justicia, de la gestación de un discurso que promueve el odio hacia ellos, y en consecuencia, hacia CFK. Señalan a esas conductas, disparadoras de lo ocurrido.

No comparto esa simplificación dialéctica en donde se victimizan. La oposición señala los desaciertos en la gestión de gobierno, no los odia. Los medios son instrumentos incapaces de sentir; los periodistas ponen foco en aspectos que ocurren y que son de interés general, pero no odian. La justicia, siguiendo el rol que la sociedad organizada le ha otorgado, acusa y juzga, las acusaciones se basan en hechos, éstos son insensibles, no pueden odiar. Los juzgamientos son necesarios para absolver o condenar a quienes han sido acusados.

Hay que asegurar que los medios independientes sigan informando y la justicia actuando para así fortalecer la vida en sociedad y la República.

El parlamento inglés, en 1649, luego de disponer decapitar a Carlos Iro Rey de Inglaterra afirmó: “No hay hombre alguno que pueda estar sobre la ley, aunque sea Rey”.

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