Por Alfredo Nobre Leite.-

Señor director:

Era lo último que se esperaba del gobierno kirchnerista, en la figura del presidente Alberto Fernández, estableciendo la «figura del delator», en el marco del proyecto de ley de Declaración Voluntaria al Ahorro Argentino no exteriorizado», que prevé el pago de alícuotas que arrancarán en el 2,5% desde la entrada en vigencia hasta el 31 de marzo y luego subirán al 5% y al 7,5% en los posteriores trimestres».

Se establece también que «los sujetos que adhieran a este proyecto de ley quedarán liberados de toda acción civil, comercial, penal tributaria, penal cambiaria, penal aduanero e infracciones administrativas que pudieran corresponder por los bienes declarados». Y, asimismo, que: «Esto incluye a quienes hubieran omitido declarar los siguientes impuestos: Ganancias, Interno y al Valor Agregado, Bienes Personales y de la contribución especial de Cooperativa».

A los «colaboradores» con la AFIP, se destaca que es la incorporación de «colaboradores» -¿alcahuetes?- como procedimiento para que la AFIP obtenga información de cualquier sujeto, residente o no en la Argentina.(sic)

Es decir que el Gobierno nacional -¿tan bajo hemos caído?-, a través de la AFIP, establece la figura del delator o alcahuete que brindará información o delatará a sus semejantes, ¿a qué precio? ¿No se les caerá la cara de vergüenza?

¿No es lo último que nos faltaba -repito- de un gobierno que ahora incentiva la delación, la alcahuetería cómo procedimientos para cobrar impuestos, que da de bruces con la integridad moral de la sociedad, que hay que incentivar, y no «fabricar» alcahuetes del poder de turno?

¿Tan bajo hemos caído?

Con cordiales saludos.

Share