Por Ovidio Winter.-

Estamos viviendo días cruciales luego del intento de magnicidio contra la vicepresidenta de la Nación.

A pesar de que la resolución del caso parecía muy simple el mismo jueves, dado que el autor en grado de tentativa fue apresado in situ y se le secuestró el celular. Sucede que esto es Argentina y aquí todo lo que parece sencillo termina resultando complejísimo.

Recordemos que previo a esto existieron 3 semanas de alegatos del Ministerio Público Fiscal donde se presentaron una cantidad demoledora de pruebas condenatorias sobre la actuación que le cupo a CFK en el juicio de Vialidad que se sigue en el Tribunal Oral Nº 4.

Como corolario y antes de que las defensas alegaran en favor de los acusados se vivieron 10 días de locura en las calles Uruguay y Juncal porque la militancia K montando guardia y cumpliendo turnos se instaló, como si fuera en el patio de su casa obstruyendo el tránsito, el silencio y la tranquilidad de los vecinos que nada podían hacer ante ello.

El viernes y sábado, en medio de mucha tensión, desde la Presidencia se pretendió instalar como “verdad revelada” que el horrible suceso ocurrido había sido motivado por el odio promovido por la oposición, la justicia y los medios, precisando nombres propios con el correr de las horas (una peligrosa caza de brujas).

Este lunes 5/10 se reanudaran los alegatos, ahora por parte de las defensas pero, parece ser que no hay ningún interés en ejercer el derecho que la Constitución les otorga (será porque no hay mucho por alegar después de las de los fiscales Luciani y Mola ?)

Por de pronto el senador Mayans ya se ha pronunciado con un “queremos la paz social”; paremos el juicio de Vialidad, ya”. Hmmmm!

¡Qué proposición cuanto menos infantil, senador!

¿Y la independencia de poderes?

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