Por Oscar Edgardo García.-

El malabarismo es el arte de manipular y ejecutar espectáculos con uno o más objetos a la vez, procurando que ninguno de ellos caiga al suelo, para lo cual es necesario contar con habilidad psicomotriz por parte del malabarista.

Alberto Fernández ha demostrado desde los inicios de su gestión su vocación por el malabarismo así como también su ineptitud para evitar que se le caigan los elementos al piso.

En su última actuación, al desacatar el fallo de la Corte Suprema de Justicia en favor de la Ciudad de Buenos Aires en la disputa de fondos con el Gobierno Nacional, el Primer Mandatario, abogado, docente universitario, ha logrado que se le caigan todos los objetos de su biblioteca y ya no le queda uno solo para continuar practicando malabarismos.

Lamentablemente ha hecho dar en la tierra uno que es primordial para el funcionamiento normal del país y sus instituciones: la Constitución Nacional.

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