Por Juan José de Guzmán.-

Muchos medios y periodistas se preguntan cómo estarían actuando hoy los jueces, si el FPV hubiera ganado las elecciones en 2015.

No hay mucho para pensar, seguirían haciendo la plancha, tal como sucedió desde el 2013, cuando se “democratizó la justicia”.

Quién no recuerda, acaso, cuál era la muletilla predilecta de los funcionarios, cada vez que algún medio les preguntaba sobre alguna de las innumerables causas judiciales que se tramitaban en los fueros federales por entonces; “hasta que la justicia no lo determine… existirá siempre, en una democracia que se precie, la presunción de inocencia”. Y esto acontecía gracias a la pasividad de los mismos que hoy se muestran trabajadores (en una porción importante), porque actuaban al son de los operadores judiciales que entraban “pateando puertas” al despacho de sus señorías, según la descripción figurativa de muchas de las víctimas que arrojó ese último período de la “década ganada”.

Lo que puede apreciarse es una velocidad distinta en los tiempos de la justicia, que es la misma que avanzaba a cuenta gotas en las causas de corrupción. Esto sucede porque al no haber presiones desde el Poder ejecutivo ni obstáculos dentro de los organismos nacionales, esas causas han tomado otra dinámica. Al contrario de lo que ocurría durante el kirchnerismo, reciben el aporte informativo que antes se le escamoteaba desde el Estado.

No hay que hacer futurología para darse cuenta de ¡qué es lo que hubiera ocurrido».

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