Por Hernán Martínez.-

Finalmente y como era predecible para quienes entienden de leyes internacionales y procedimientos, la vergonzosa estatización de YPF hecha por el kirchnerismo y su alfil Kicillof, le costará una fortuna que debemos pagar todos los argentinos. Solamente la imprudencia, avaricia e ideología vetusta en manos de un voraz improvisado es lo puede explicar la maniobra que anunciaron con bombos y platillos. Esta es la consecuencia de darle poder a quienes no saben ni cómo justificar su cargo, y menos hablar y leer en idioma castizo. Ojalá esta bandera de la estatización sea juzgada por la Justicia y refrendada por la Corte, que tanto quieren anular, por irresponsables tanto a su mentores como a cómplices.

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