Por Guillermo Cherashny.-

La derivaciones de las declaraciones de Alejandro Burzaco como testigo estrella en el juicio de Nueva York contra directivos de la FIFA y la Conmebol tuvieron un efecto inmediato en nuestro país. En efecto, el fiscal federal Gerardo Pollicita llamó a indagatoria a Aníbal Fernández, Abal Medina, Pablo Paladino y otros funcionarios de la jefatura de gabinete de la época de CFK pero también -y es lo más importante para la Justicia de nuestro país- citó a altos directivos de Torneos y Competencias, la empresa internacional que comercializaba el fútbol codificado antes del Fútbol para Todos, cuando los Kirchner, con Julio Grondona, decidieron rescindir el contrato y estatizar la televisación del fútbol de primera. En ese entonces, a fines del 2009, en nombre de Torneos y Competencias, Fernando Bombau criticó duramente esa decisión y anunció un juicio contra el Estado de forma que la AFA rompía relaciones con esa empresa, donde también participaban Directv, Fox y otras empresas más. Pero en 2011, el Estado le concedió a Torneos y Competencias las trasmisiones y del nacional B, pero como esa empresa tenía los derechos de comercialización de los partidos de la selección argentina en el exterior, el Estado -a través de Fútbol para Todos- le compraba con sobreprecios esas trasmisiones a Torneos y Competencias, que también se las vendía a Telefé, que pagaba un tercio del valor que pagaba la Televisión Pública. De ahí que el fiscal Pollicita detectara fácilmente cómo se inflaba el precio.

Entonces, Alejandro Burzaco, presidente de Torneos y Competencias, lo repartía con Julio Grondona y los que manejaban Fútbol para Todos. Grondona, a su vez, lo repartía entre los dirigentes más cercanos a él y se supone que Burzaco también repartía entre los directores de Torneos y Competencias. Por eso Pollicita pide la indagatoria de varios ejecutivos de Torneos.

Lo más grave es que hoy por hoy, con la creación de la Superliga, cuando la AFA contrató para la televisación a Torneos y Fox, que pagaron como parte desistir del juicio que Torneos tenía contra el Estado en el 2009 y además paga más de 4000 millones por año. Este último convenio -Marcelo Tinelli se había contactado con Media Pro, o sea ESPN, que parecía que ganaba esa licitación- fue desplazado por la oferta de Torneos y Fox, y de ahí en más el Gobierno actual empezó una campaña de demolición contra Marcelo Tinelli, que hoy está en su máximo esplendor. Continuará.

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