Por Guillermo Cherashny.-

Pese a que la Sala IV de la Cámara de Casación ordenó que las causas contra Fariña en la Capital y en La Plata sean unificadas en la capital de la provincia, el tribunal decidió mandarlo a juicio oral, desoyendo lo que decidió el tribunal superior. Pero el gobierno nacional puede evitar que eso suceda y así parece que será, por lo cual facilitó el reportaje a TN y Clarín, para lograr más difusión y de paso, aunque sólo un público culto pudo apreciar que Leonardo Fariña blanqueó que había empresas que no sobrefacturaban la obra pública, como Caputo Construcciones y IECSA, la constructora de la familia Macri, dirigida ahora por Angelo y Fabio Calcaterra, primos del presidente.

Al decir que sólo a Austral y las otras constructoras de Báez, las de Cristóbal López y Electroingeniería les daban obras por encima de su valor, blanqueó no sólo a Caputo y Calcaterra sino a toda la Cámara Argentina de la Construcción, cuando es sabido que en los doce años anteriores todos sobrefacturaron para pagarles retornos a Julio de Vido y a José López, Secretario de Obras Públicas.

Es que las empresas de la Cámara Argentina de la Construcción se preparan para los grandes planes de infraestructura que anunció el presidente y seguramente habrá sobreprecios, aunque menores a los de la última década. Pero está claro que, mientras en San Luis, al inicio de la década perdida se hacia un km. de ruta por un millón de pesos, todas las empresas de la CAC cobraban 5, 10, 15 y hasta 20 millones por km. Y esa orgía de precios de la obra pública terminó con una falta de pago que el gobierno está normalizando. Pero fue tanto el sobreprecio que las quejas y los despidos en el sector de la construcción son una verdadera canallada de esas empresas, que hace más de 40 años vienen succionando el presupuesto de la Nación.

Pero volviendo a Fariña, comprometió a la ex presidente como la lógica indicaba, mientras el juez Casanello se hacía el distraído, lo mismo con el ex administrador de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien hasta ahora gozaba de impunidad por los millones de dólares que ponía Julio de Vido, que también fue arrojado abajo de un camión por Fariña.

Lo más importante es que Fariña, al decir que pocas empresas sobrefacturaban, desmaleza la situación para que el mani pulite llegue sólo hasta el kirchner-cristinismo y los dirigentes gremiales pero libre de toda sospecha al hermano de la vida del presidente, su padre y sus primos hermanos.

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