Por Carlos Tórtora.-

El abogado Jorge Vitale lo denunció por enriquecimiento ilícito.

La presunta vinculación de Daniel Scioli con distintos hechos de corrupción relativos a su desempeño como gobernador de Buenos Aires está apareciendo en el horizonte de la campaña electoral, aunque por ahora con un perfil bajo. Antes de referirnos a los números concretos, vale la pena recordar que en el 2009, el actual candidato presidencial del Frente para la Victoria se resistía a cumplir la orden de Néstor Kirchner para que lo acompañara como candidato a segundo diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires (el cuarto fue Sergio Massa). Tal vez Scioli intuía la derrota que efectivamente ocurrió ante Unión-PRO, pese a que en la lista estaban las tres figuras más taquilleras del kirchnerismo, o sospechaba de una trama que estuvo cerca de concretarse: que Kirchner quisiera hacerlo diputado en principio testimonial, para luego cambiar de actitud y obligarlo a asumir la banca, perdiendo entonces el cargo de gobernador y toda su estructura de poder. Dos de esos diputados testimoniales K, Scioli y Massa, se enfrentan hoy por la presidencia.

En aquellos meses de tensión, se mencionó en medios kirchneristas que, para persuadir a Scioli, la SIDE habría recurrido a un carpetazo. El mismo -siempre según la misma versión- habría contenido pormenores de la compra por parte de él de varias propiedades en la Toscana por valores millonarios en euros, realizadas personalmente en un par de viajes privados que realizó sin publicidad alguna.

Más preciso, en cambio, es el caso de una denuncia presentada tiempo atrás contra el gobernador por “fraude al Estado”, a raíz de la supuesta adquisición ilícita de una fábrica en quiebra. En la presentación judicial están involucrados, además, el ex ministro de Producción, Martín Ferré -entonces titular de la cartera de Desarrollo Social-, el ex fiscal de Estado, Ricardo Szelagowski -ya fallecido-, y el ministro de Justicia Ricardo Casal, por cuanto en la operación habría intervenido el estudio “Caporal, Citara y Casal”, relacionado con el funcionario.

Se trata de la denuncia realizada por el abogado Luis Caro, del Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, por la presunta adquisición ilícita por parte de la Provincia de la firma Ignacio F. Wasserman SA, concursada en 2003 y sin disposición de sus bienes.

La presentación fue hecha ante la Fiscalía N° 8 de La Plata y entiende en la causa el juez César Melazzo. Caro denunció al gobernador Scioli por los delitos de “fraude al Estado provincial”, “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y “asociación ilícita” en perjuicio de la provincia de Buenos Aires, en el marco de la expropiación de la empresa, que había sido recuperada por sus trabajadores. El gobernador, según la denuncia, “ordenó pagar por una cooperativa la friolera de 101 millones de pesos”.

La compra de esa cooperativa, ordenada por el mandatario mediante un “decreto extractado” -el 717/2010-, generó preocupación en ámbitos políticos y de la propia Tesorería de la Provincia, que recibió la orden de hacer frente a un pago que ascendió a 101 millones de pesos cuando la valuación fiscal era de 20 millones.

Todo comenzó en 2002, durante la gobernación de Felipe Solá, cuando el Estado bonaerense decidió declarar de utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble y las respectivas instalaciones de propiedad de la firma “Ignacio Wasserman SA”.

La firma era un centro de servicios metalúrgicos que proveía chapas, flejes y tubos de acero con una producción promedio de nueve mil toneladas mensuales. La Provincia decidió expropiarla y adjudicarla en propiedad a título oneroso por venta directa a la Cooperativa de Trabajo “Los Constituyentes Limitada”.

Sin embargo, de acuerdo a fuentes periodísticas, la “verdadera historia” es que, en 1995, en plena recesión industrial, Ignacio Wasserman decidió firmar un contrato para alquilar la planta temporalmente a los empleados, quienes ya habían conformado la cooperativa, para que pudieran seguir trabajando por su cuenta y así evitar, además, sus despidos. La empresa seguía pagando impuestos y deuda pero, para desgracia de Wasserman, la cooperativa se convirtió en un movimiento político con fuerte influencia en la Legislatura, que dictó la Ley 12.996 de expropiación de la fábrica y la entregó a los trabajadores. En el año 2004, ya fuera de su empresa, Ignacio Wasserman decidió iniciar un juicio de expropiación inversa en el Juzgado de primera instancia en lo Civil y Comercial Nº 6 de San Isidro. Así, tras largos procedimientos judiciales, formuló una propuesta transaccional ante la Fiscalía de Estado por la suma de 130 millones de pesos. Finalmente, en enero de 2010, tras las intervenciones de la Asesoría General de Gobierno, la Contaduría General de la Provincia (con la firma de su jefe, Carlos Machiaroli) el Ministerio de la Producción a cargo de Ferré y la Secretaría Legal y Técnica, se autorizó al fiscal de Estado, Ricardo Szelagowski, a efectuar el acuerdo transaccional.

El acuerdo consistió en que la Provincia aportó 101 millones de pesos con bonos de cancelación de deuda, mientras que la cooperativa “Los Constituyentes Limitada” se comprometió a abonar 20 millones en cuotas semestrales de 600 mil pesos.

En rigor de verdad, el Estado bonaerense pagó 101 millones de pesos por una cooperativa en la que trabajan 60 personas y produce no más de cuatro mil toneladas mensuales. Toda esta información es la que hoy cuenta el juez Melazzo y que puede dar comienzo a un escándalo en plena campaña electoral, o tal vez después de ella.

Muchas estancias y una denuncia por enriquecimiento ilícito

Más recientemente, la pasión inmobiliaria de Scioli se habría desahogado en una serie de grandes operaciones de compra de campos. En síntesis, en principio el candidato K sumaría 10.500 hectáreas de tres estancias en fértiles tierras de Balcarce-Tandil, valuadas en alrededor de 200 millones de dólares. Y ahora se agregaría a lo anterior el multimillonario emprendimiento “La Mansa Green City” sobre 270 hectáreas de ricas tierras del partido bonaerense de General Madariaga a lo largo de la ruta 11, altura de Villa Gesell y Pinamar. Desde ya, todo figura a nombre de la desarrolladora.

“Aquí nos encontramos ante un emprendimiento urbano integral, que se asimila a una localidad satélite del Municipio de Madariaga”, explican en su página los promotores.

También recordemos su mansión “La Ñata” de Benavídez y su vivienda en el barrio de Abasto de mil metros cuadrados, valuada en 2,5 millones de dólares. Estas presuntas adquisiciones del probable sucesor de CFK fueron desarrolladas ayer por este medio (ver Scioli tiene tres estancias y construye una población satélite millonaria ¿De dónde sacó tanto dinero?).

Finalmente, y entrando en el delicado campo de las declaraciones juradas patrimoniales y las deudas con la AFIP, trascendió que el abogado Jorge Vitale presentó ante la Fiscalía General de San Isidro una denuncia penal por enriquecimiento ilícito contra Scioli. La presentación estima que “se deben investigar todos los bienes que posee, y como así también si tiene cuentas en suiza, propiedades en Italia. De los mismos medios surge que el operador del Gobernador Daniel Scioli es “Chiche” Peluso, ex interventor de Lotería de la Provincia de Buenos Aires.”

La denuncia continúa en los siguientes términos: “Dentro de algunos medios periodísticos, surge: “Fuera del plano deportivo, la historia nos devuelve a un hombre que rara vez se ha hecho cargo de alguna responsabilidad, la quiebra de la firma familiar y las denuncias de contrabando parecieron ser sólo una responsabilidad paterna, cuando la realidad era que la firma la integraban varios del grupo familiar, incluido Daniel Scioli. Luego vivió el incendio de su piso en avenida Callao al 2.000, casi Posadas, el cual le costara la vida al encargado del edificio al intentar salvar a una joven, y destruyera la vivienda superior del señor Maradán. En esa oportunidad, los daños rondaban los 200.000 dólares y dicen que Scioli se declaró insolvente. Las denuncias que el ahora gobernador nunca salió a responder indicaban que había construido un quincho en un área ilegal y que un descuido originó el fuego. Nueve años después, el domingo 15 de diciembre de 1996, un nuevo incidente de fuego se registra en el domicilio de Scioli cuando unos amigos de Daniel y Karina se encontraban realizando un asado en el quincho y una brasa ardiente despertó la alerta, que no pasó a mayores, salvo por lo anecdótico y por un nuevo descuido. Sí es interesante destacar que, en esa oportunidad, quien se dirigió a los medios para explicar el hecho fue Marcel Bacque, asistente de Scioli en el negocio de los electrodomésticos, lo que confirma que su participación en el rubro siempre fue activa. Además de asados y electrodomésticos, también los liga la afición por los deportes náuticos y el campo. Por el lado de su pareja, se le ha criticado el haber designado a la misma como presidente de la Fundación del Banco Provincia cuando Karina supo tener una enorme deuda con el mismo, que superaba los 2 millones de dólares. Si bien hoy dicen que las cuentas fueron saldadas y se remataron incluso algunas propiedades de la firma, no quedan muy claros los datos que aportara el hoy gobernador en su declaración jurada patrimonial siendo vicepresidente. Lo interesante es que por este tema -como a tantos otros funcionarios-, nunca nadie de la Oficina Anticorrupción le pidió explicaciones. Si de manchas hablamos, muchos recuerdan la actitud del actual gobernador de no reconocer a su hija María Lorena sino hasta que el caso tomó estado público por una nota de la revista Gente. Se lo ha criticado por haber pasado de una línea del PJ a otra, de haber estado con Carlos Menem, con Adolfo Rodríguez Saá, con Eduardo Duhalde; formó parte de la Comisión de Investigación para el Lavado de dinero que encabezó Elisa Carrió y luego acompañó a Néstor Kirchner”.

“Si bien existe una idea de que es alguien acostumbrado a “acompañar” a los padrinos políticos, quienes lo conocen saben que tiene proyectos propios y que sus intenciones políticas suelen enmascarar ambiciones personales. El 10 de diciembre del 2007, Daniel Scioli asume el cargo de gobernador de la provincia de Buenos Aires, un baluarte codiciado por diversa clase de políticos, dada la injerencia en las elecciones que aporta la provincia. Elegido por el ex presidente Néstor Kirchner para representar los intereses del Frente para la Victoria, fue objeto de varias objeciones, entre ellas la de no tener residencia en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, algo que fue solucionado con la construcción de una vivienda que, si bien no estaba habitada -por no estar terminada-, le permitió a Scioli sortear ese impedimento. Se lo acusaba de no conocer la provincia de Buenos Aires y sus necesidades, pero durante su campaña recorrió diversos barrios mostrándose interesado en aportar un cambio con la ayuda económica de la Nación. En esto jugó un papel importantísimo el aparato kirchnerista y en especial el Ministerio de Desarrollo Social: se desplegó una costosa campaña y el clientelismo volvió a ser la vedette más codiciada, especialmente en los partidos donde la gente tiene más necesidades. Así, muchos de los intendentes que apoyaron en su momento a Chiche Duhalde con carteles que rezaban “Queremos a Chiche” se alinearon a los vencedores Néstor y Cristina obteniendo favores económicos para sus distritos y mejoras para sus imágenes desgastadas por la mala gestión y la derrota política.”

En otros medios de comunicación, Karina Rabollini, asegura que la deuda está saldada: “Pagué como cualquier hijo de vecino”, afirma una y otra vez, asegurando incluso que lo hizo antes de que Scioli se lanzara como candidato a gobernador. Posiblemente se refiere a la época en que el ex motonauta se preparaba para ser jefe de Gobierno porteño. A fines de la década del ‘90, la ex modelo manejaba “Karina Rabolini y Asociados”, una empresa textil que fabricaba ropa interior y que funcionaba en Pergamino, en un edificio de cinco mil metros cuadrados por el cual pidió un crédito hipotecario al Banco Provincia por 750 mil dólares, para montar las instalaciones y comprar el inmueble. Pero la crisis económica arrasó con el emprendimiento de la hoy primera dama. Cuando las dificultades para competir con las marcas importadas empezaron a arreciar, la empresa se cerró y el crédito pendiente del Banco Provincia ingresó, en el fatídico año 2001, a la cartera de “incobrables”. Según manifestó la ex modelo en diversas declaraciones periodísticas, el pago de la deuda se hizo de dos formas: “parte en bonos y parte en efectivo”. Y cita como año el 2005. Hoy Rabolini comercializa productos de belleza que llevan su nombre. Desde agosto de 2002, y sin deudas en este nuevo emprendimiento, Virgin SA fabrica cosméticos, cremas para la piel, perfumes y anteojos de sol. Retomando el supuesto saldo de la deuda con el Banco Provincia, la actual primera dama contó que ésta fue pesificada y se sumaron intereses; hubo, además, un desembolso en efectivo por 760 mil pesos y otro pago en títulos por tres millones de pesos. En total se habrían cancelado 3.760.000 pesos. Pero el panorama sería un poco más complejo.

Un oscuro patrimonio

Tal vez la parte más importante de la denuncia de Vitale sea la que se refiere a las “Dudas planteadas en los medios que deben investigarse”.

Aquí se precisa: “1. En el patrimonio de Rabolini, que Scioli declaró recién tres años después de convertirse en vicepresidente de Néstor Kirchner, figuraba la deuda que la ex modelo tenía con el Estado. En 2003 le debía 142 mil pesos a la AFIP. En 2004, esa cifra se redujo a 132 mil pesos, en tanto que en 2005 bajó hasta los 22 mil.”

“2. Respecto de la deuda con el Banco Provincia, la ex modelo aparecía en carácter de «fiadora», y en la declaración se consignaba que «se estaban llevando adelante gestiones que permitirán la cancelación total de la obligación».

“3. Por su parte, el contador de Scioli, Rafael Perelmiter, quien luego se desempeñó como ministro de Economía bonaerense, aseguraba por aquel entonces que «la deuda llega a los 700 mil pesos, tal vez un poco más”. Lo reconocía. Y se anunciaba que la primera dama había pedido “préstamos” que le permitieran pagarla en su totalidad. De allí en más, Rabolini aseguró estar al día con el Banco Provincia, ubicando la fecha en algún difuso momento “previo al lanzamiento de Daniel”. Hoy preside la fundación de la entidad “ad honorem”. Nunca quedó demasiado claro el saldo de su deuda”.

“El año pasado, cuando el diario LA NACION reveló que el gobernador tenía ahorros en dólares, pero negaba el acceso a su declaración jurada, la Presidenta lo criticó en medio de una carta que dirigió al actor Ricardo Darín. En ese momento, Scioli reveló que atesoraba 201.175 dólares, pero no el resto de su patrimonio. Según la OA, Scioli dejó la vicepresidencia con un patrimonio de $ 1.257.710,28. Pero sus bienes y deudas fluctuaron fuertemente entre 2001 y 2007, al punto de que en 2005 llegó a ser el funcionario con menos bienes de Néstor Kirchner, con un patrimonio negativo de $ 45.273, explicado por $ 917.836,48 en deudas. No declaraba dólares desde 2002, cuando consignó US$ 40.000”.

En uno de los párrafos finales de su denuncia, Vitale argumenta lo siguiente: “En razón a todo lo expuesto, para tener conocimiento del verdadero y real patrimonio del actual patrimonio del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Osvaldo Scioli, no queda otra alternativa que investigar al antes nombrado por enriquecimiento ilícito, de acuerdo a lo previsto en el Art. 268 inc. 1, 2 y 3”.

Ver también:

• Scioli tiene tres estancias y construye una población satélite millonaria ¿De dónde sacó tanto dinero?

• Con qué ingresos se hicieron millonarios Scioli y esposa

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