Por Oscar Dufour.-

Una sórdida trama de la habilitación de una agencia hípica de juego. Los vecinos denuncian y las autoridades municipales miran para otro lado.

Desconozco, no sé, no vi, no puedo opinar. Ésta es la síntesis de las respuestas que brindaron funcionarios del D.E. y Concejales del oficialismo, cuando se los consultó acerca del funcionamiento ilegal de la Agencia de Apuestas Hípicas ubicada en Balbín 1035 en Morón.

El 12 de noviembre de 2014, el local comercial fue habilitado en los rubros de: «Bar, Lácteos, Cafetería, Copetín al Paso, Parrilla, Restaurant, Pizzería, Salón de Té», según consta en los registros de habilitaciones comerciales del Municipio.

Lo transcripto en el párrafo anterior no tendría objeción alguna en su explotación comercial de no ser que existen irregularidades, pero entre los rubros autorizados en la habilitación otorgada y su verdadera finalidad, se incurre en graves anormalidades y uso no permitido previstas en el COU (Código de Ordenamiento Urbano).

Los titulares del comercio en cuestión fueron informados en el área de Ventanilla Única Empresarial de la imposibilidad de autorizarles actividad económica en los rubros de: Agencia de Actividades Hípicas, Recreación y Deporte, Servicios, Lotería, Prode, Quiniela, en virtud de la prohibición que taxativamente determina la normativa vigente. Ante consulta del 19 de agosto de 2014, en la página web oficial de V.U.E. del Municipio de Morón, se advierte de la imposibilidad mencionada. Según pudimos confirmar, las autoridades municipales negaron durante muchos meses la posibilidad de otorgar el desarrollo comercial en el rubro apuestas, situación que mantuvo cerrado el local.

Pero existe algo que llama la atención: ¿quién o quiénes permitieron y permiten que en el comercio mencionado, a pesar de las prohibiciones existentes, se acepten apuestas clandestinas? Es evidente que él o los titulares de la sala cuentan con cobertura municipal que los beneficia, es indiscutible la flagrante anormalidad dado que los grandes carteles publicitarios en el frente de la misma, promocionan las actividades prohibidas de Lotería, Prode, Quiniela, Turf, y que el lector puede constatar en las fotografías que adjuntamos. Además, es notoria la falta de controles de la Dirección de Inspección General, o, en caso de realizarse, omiten mencionar su irregular funcionamiento por «miles de razones políticas o de peso». ¿Los inspectores del área tienen órdenes de omitir la realidad en sus visitas por orden de algún superior?, ¿o actúan por motu propio y por conveniencias personales? De efectuarse los controles con seriedad, ¿puede ignorarse que existen en el lugar pantallas que reproducen las carreras en directo?

Una fuerte y acertada prohibición que determina la regulación comercial de la actividad, es la presencia de establecimientos educacionales en los alrededores, situación perfectamente verificable en ésta oportunidad, a pocos metros, casi pegado al local encontramos un Jardín de Infantes, y antes de los doscientos metros una Escuela Pública. Otra situación a tener presente, es que los trámites por vía de excepción aprobados por los Concejales desde la “gestión sabbatellista” no se consideran, en caso que algún expediente amerite su tratamiento se convoca audiencia pública, paso que no tuvo éste expediente, fue el Departamento Ejecutivo el que otorgó la autorización; de acuerdo a información confidencial suministrada, las gestiones administrativas fueron realizadas por alguien que oficia de gestor desde hace varias décadas, Ricardo Celano, influyente a quien se conoce por actuar para terceros, en trámites «difíciles de aprobar de acuerdo a prohibiciones vigentes» para su habilitación, y de serios cuestionamientos entre honestos gestores y profesionales. Por su amistad con Carlos Bonicalzi y Horacio Román, en tiempos de Eduardo Duhalde, tuvo fácil acceso a funcionarios con resultados positivos en trámites de dudosas aprobaciones, incluso, durante el actual Gobierno su presencia era resistida, llegaron a decir que era persona no grata.

La habilitación otorgada en noviembre del año pasado al local comercial está a nombre de Carlos Javier Martínez, y se comenta que serían socios «Quino» Duyhailo, ex presidente del PJ, dueño de un local bailable ubicado en Rivadavia y 9 de Julio, del Hotel French, de la playa de estacionamiento de Rivadavia entre San Martín y Casullo que alquilan al Bingo Morón del grupo CODERE y Mario Domínguez (El Portugués), socio de la empresa de colectivos 216, que también está asociado en las actividades del nombrado en segundo término. Respecto de la integración de las sociedades de la Agencia Hípica, del salón bailable, del estacionamiento y del hotel podría ser que Duyhailo y Domínguez no figuraran en su constitución, tuvieran testaferros, pero, ellos comentan a quienes quieran escucharlos ser los dueños.

Con relación a Carlos Javier Martínez, cabe preguntarse si es familiar de Alfredo Martínez, presidente de la CAAT (Cámara Argentina de Agencias de Turf), o si es pura casualidad el mismo apellido. Personas consultadas sostienen que Alfredo Martínez es comisario retirado, socio de «Quino» Duyhailo y Mario Domínguez (El Portugués) en las agencias hípicas de Morón y Haedo. También se nos dijo que «Quino» Duyhailo y Mario Domínguez, tienen una estrecha relación con Roberto Laffont (El Lujanero), capitalista de juego y administrador de varias agencias de Apuestas Hípicas y hombre de dudosa reputación.

Ante esta investigación, que violenta la legislación vigente municipal en Morón y que perjudica a toda la sociedad, en particular y poniendo énfasis en la formación de niños menores que concurren a Jardín de Infantes o escuelas primarias, cuánta es la responsabilidad del Director de Ventanilla Única, Matías Gurevich, del Director de Inspección General, Gustavo Viola, de la Secretaria de Gobierno, Florencia De Luca, del presidente del HCD y candidato a Intendente, y del actual Intendente, Lucas Ghi por no controlar y permitir el clandestino funcionamiento de agencia de apuestas ilegal.

Tampoco están exentos de responsabilidad los Concejales de todos los sectores políticos, al no haber denunciado tremenda irregularidad, y en especial, por no exigir la definitiva clausura. Bueno es recordar que la Comisión de Obras y Servicios Públicos es presidida por Aníbal Franco, que con anterioridad ocupó la titularidad de la Dirección de Inspección General, en consecuencia, no desconoce las normativas vigentes, pero nada hizo ni hace para terminar con la ilegalidad.

En conclusión: el presidente del Concejo Deliberante y candidato a Intendente, Hernán Sabbatella, y que fuera Secretario de Transparencia en el D.E., ¿se olvidó del discurso progresista, de la ejemplaridad y el fiel cumplimiento de los representantes del pueblo para exigir la clausura, investigación y sanciones para los agentes públicos involucrados?

Share