Por Guillermo Cherashny.-

Así como el presidente es el verdadero ministro de economía en detrimento de Prat gay, Sturzenegger y los demás ministros y coordinadores del área económica, asumió también el papel de presidente ad honorem de la AFA y de la dirección técnica del seleccionado nacional de fútbol. En efecto, impidió que Marcelo Tinelli fuera electo presidente de la AFA; tampoco lo quiso a Moyano y mucho menos a Nicolás Russo, presidente de Lanús, por su militancia en el Frente Renovador, porque en realidad cree que quien sea presidente de la AFA, si no puede manejarlo a través de un delegado, ya que piensa que si él, con la presidencia de Boca, llegó a Jefe de Gobierno y presidente, otro podría hacer lo mismo, como por ejemplo Marcelo Tinelli. De ahí que, influido por encuestas y por el marketing, le retacee dinero al Fútbol para Todos con el argumento de que la mayoría de los clubes están dirigidos por ladrones, lo cual en parte es cierto, pero con el mismo criterio, hay políticos, sindicalistas y empresarios ladrones. La solución no puede ser terminar con la política, o sea, cerrar el congreso, no hablar con los sindicalistas o cerrar las empresas. En el caso del fútbol, no propone que los clubes lancen un paro pero al negarle fondos al ascenso y los chicos de la primera división llamarán al paro como consecuencia de las acciones presidenciales. Su delgado personal, Fernando Marín, y el presidente de la comisión regulizadora, Armando Pérez, presidente de Belgrano de Córdoba propuesto por Fernando Niembro, quien junto con Marín lo pusieron a Pérez, el también presidente de Tsu Cosméticos, es un hombre de vida complicada con muchas vulnerabilidades y ya no lo soportan los presidentes de los clubes, que piden a gritos su remoción. La actitud del presidente Macri puede llevar a un paro total del fútbol profesional, que está influyendo mucho en el comportamiento de la selección nacional que, si pierde en noviembre contra Brasil de visitante, la no participación en el mundial 2018 está a la vuelta de la esquina.

En la Casa Rosada no se dan cuenta de que un paro del fútbol profesional y la eliminación de la selección nacional en medio de una recesión económica que hasta ahora no tiene fin es una fuente de conflictos sociales inminentes.

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