Por Luis Alejandro Rizzi.-

El desembarco del Grupo Avianca en Argentina implica un desafío a la política aérea del país, a Aerolíneas Argentinas y a LAN. ¿Se darán cuenta nuestras autoridades?

Quizás el desembarco del Grupo Avianca en Argentina sea una muy buena noticia para Mauricio Macri, porque va de suyo que si don Germán Efromovich tomó esa decisión está demostrando no sólo confianza en el nuevo gobierno, sino que va mas allá, piensa que Argentina revertirá sus 70 u 80 años de atraso. Y cuando un nuevo proceso se inicia, la cuestión es ser de los primeros en la línea de largada.

Como es sabido, el empresario se hizo cargo de Macair Jet, empresa que pertenecía a la familia del Presidente.

La nueva actividad de la empresa comenzará con seis aeronaves ATR ideales para explotar rutas de 300 a 600 Km, aunque su radio de autonomía llega en algunos modelos a los 1.600 Km. Por esto no sorprendería que además los tres destinos operados actualmente por Macair sume otros que con este tipo de aeronaves pueden ser más rentables que con un Jet. Además, para las llamadas rutas de corto o medio alcance, lo importante es la frecuencia de vuelos. Este tipo de aviones vuela en un rango que varía de los 440 KM/hora a los 550 y pueden llegar a un techo de 25 mil pies, 7.500 metros.

Avianca también operaría vuelos regionales desde Mendoza, además de los habituales   que lo hacen desde Ezeiza. Recordamos que el gobierno anterior le impidió operar la ruta Mendoza-Lima a solo días del primer vuelo y cuando ya se había comenzado su comercialización, lo que le originó serios perjuicios económicos.

Hecha esta introducción, el desembarco de Avianca constituye un serio desafío a las autoridades con competencia en el transporte aéreo, ya que le exigirán inmediatas reformas a nuestra vetusta legislación.

Ya se dio el primer paso con la liberación tarifaria, pero ahora debe venir lo más importante, que es la supresión del régimen de audiencia pública para obtener derechos para explotar rutas, la eliminación del art. 99 del código aeronáutico que exige para las sociedades comerciales que la mayoría de capital debe pertenecer a argentinos nativos con domicilio real en la República, norma violada por el decreto 52/94 que está vigente por obra del decreto 1012/06.

La ley 19030 debe ser lisa y llanamente derogada.

Nosotros hace tiempo hemos elaborada un proyecto de reforma del Código aeronáutico, que obviamente suprime esas condiciones y requisitos totalmente pasados de moda.

La venta de Macair al grupo Avianca también constituye un desafío para Aerolíneas Argentinas y la propia Lan.

Hasta ahora no se nota la presencia de una nueva conducción en Aerolíneas Argentinas, la que por otra parte ha demostrado carecer de ideas y programas para convertirla en una empresa eficiente y ha sido incapaz de proponer un plan de acción a su personal representado por los gremios del sector para llevarlo a cabo en conjunto para lograr una genuina gobernanza.

Su iniciativa se limita a saludar al personal mediante envíos directos por mejora en la puntualidad o alguna otra minucia por el estilo, es lo mismo que lo felicitaran por ser honestos o bien aseados… Ahora, cada paso que deba darse en esa dirección le resultará más difícil, y por el momento parecerían estar congeladas algunas medidas que obviamente fueron desmentidas. Puede influir en ello también el apartamiento de Gustavo Lopetegui, ex LAN, del control superior de Aerolíneas Argentinas, para establecer un paréntesis y despejar la idea que la eventual restructuración de Aerolíneas Argentinas la diseñó gente de LAN, como me lo anticipó una de mis fuentes de información. Si esto fuera cierto, la cosa será mucho más difícil y conflictiva, además en ese lapso crecerán los “costos hundidos”.

Veremos si ese apartamiento de don Gustavo Lopetegui también impacta en la ANAC.

También LAN debe estar preocupada por este desembarco, porque Avianca es el otro grupo competidor de Latam, y es obvio que la competencia no solo se dará en el cabotaje sino en el tráfico internacional.

Buena noticia la llegada de Avianca y complicaciones para Aerolíneas Argentinas, una empresa sin ideas, y LAN frente a un temible competidor.

¿Se acercará la idea de un cielo único para Latinoamérica?

De hecho y por derecho Latam y Avianca ya operan libremente en todo este continente. (Portal de América)

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