Por Domingo Cavallo.-
Estoy en los Estados Unidos y he tenido reuniones con gente interesada en invertir en Argentina. Sus dudas se pueden resumir en tres interrogantes claves:
- ¿Profundizará el gobierno de Macri, antes de octubre de 2017, las reformas pro mercado que comenzó a implementar al inicio de su gestión?
- Si consigue un buen resultado electoral, aún sin profundizar las reformas, ¿cabe esperar que lo haga al final del 2017 y durante 2018?
- Si en 2018 no profundiza las reformas, especialmente las que inciden sobre el déficit fiscal, ¿conseguirá financiamiento como el que obtuvo en 2016 y probablemente obtenga en 2017.
Anticipo mis respuestas. A la pregunta 1: es poco probable. Los últimos indicios apuntan a que no habrá más reformas pro-mercado importantes antes de octubre de 2017.
A la pregunta 2: es muy probable. A pesar de los buenos resultados electorales, Macri no estará satisfecho con la falta de respuesta de la inversión directa y no querrá correr el riesgo de una interrupción repentina en el flujo de capitales financieros.
A la pregunta 3: será difícil seguir financiando el déficit con deuda. Este pronóstico es el que llevará a Macri a profundizar las reformas. Si, por el contrario, los mercados financieros enviaran señales de disposición a seguir financiando altos déficits fiscales, puede volver a predominar el consejo de postergar decisiones al que son tan afectos los asesores de campañas electorales. Seguir este consejo puede resultar trágico para Macri, porque si no se profundizan las reformas pro-mercado, aumenta significativamente el riesgo de reversión del flujo de capitales antes de la próxima elección presidencial.
Dedicaré este informe a explicar cada una de mis respuestas. También trataré de dar mis impresiones sobre qué ocurriría si Macri no obtiene buenos resultados electorales en 2017.
Ajustes imprescindibles para lograr estabilidad y desarrollo sostenido: algunos se hicieron, otros quedaron pendientes.
El diagnóstico de los economistas profesionales conocedores de la realidad económica argentina a fines de 2015, señalaba que, para lograr estabilidad y crecimiento sostenibles en el tiempo, sería necesario:
- Eliminar los controles de cambio y liberalizar el mercado cambiario;
- Eliminar los impuestos a las exportaciones;
- Solucionar el diferendo con los holdouts para normalizar la relación financiera con el exterior;
- Ajustar los precios relativos, especialmente los de los servicios públicos, eliminar el costo fiscal de los subsidios a los prestadores;
- Aprovechar el espacio fiscal abierto por la baja de subsidios para eliminar impuestos distorsivos que reducen competitividad y desalientan la inversión;
- Definir reglas de juego para todos los mercados, en especial en los de la energía, vinculando los precios internos a los precios externos, para asegurar competencia y previsibilidad;
- Introducir reformas en el aparato del Estado para bajar el gasto público como proporción del Ingreso nacional en el orden de cinco puntos porcentuales adicionales a la reducción lograda con la eliminación de subsidios económicos.
Había opiniones diferentes en materia de la secuencia y la velocidad de las reformas. Los economistas más ortodoxos (y con nula experiencia de gestión), sostenían que todas estas reformas debían hacerse de golpe. Los economistas más heterodoxos (creyentes en la posibilidad de administrar discrecionalmente políticas de ajustes graduales y confiados en que los mercados de capitales proveerían financiamiento para una transición larga) sostenían que había que administrar los ajustes con gradualismo y sin apuro.
Los economistas más pragmáticos, con experiencia de gestión, opinábamos (hablo en primera persona del plural, porque me incluyo entre ellos) que había que ser drásticos en relación a todos los ajustes, excepto en el último (g): la introducción de reformas del Estado para bajar cinco puntos porcentuales el gasto público en relación al ingreso nacional, necesariamente llevaría tiempo, como demuestra la experiencia de la década del 90.
En nuestra opinión, las medidas a, b y c, que son las que en la práctica el Presidente Macri implementó de inmediato, eran imprescindibles para que Argentina recuperara el crédito público interno y externo y para que se reactivara el sector agropecuario; el más productivo de nuestra economía y con efectos geográficos bien amplios. En este sentido, el gobierno fue exitoso.
Las medidas d, e y f, eran claves para conseguir una rápida respuesta de los inversores directos, nacionales y extranjeros. Sobre estas reformas se avanzó muy poco. El ajuste de precios relativos fue muy parcial y poco explicado. Como consecuencia la reducción de los subsidios económicos en proporción del ingreso nacional fue muy limitada. A lo sumo un 0.5% del Ingreso Nacional del 3.5% que representaron en 2015. Es decir, siguen erogándose subsidios económicos por 3% del Ingreso Nacional. Prácticamente no hubo reducción de impuestos distorsivos más allá de la eliminación-reducción de retenciones a las exportaciones. Sólo una tímida reducción para las empresas medianas y pequeñas, compensada en parte por los aumentos de impuestos a los ingresos brutos e inmobiliarios decididos por la mayoría de las provincias. Y, en materia de definición de reglas de juego mediante la organización de mercados abiertos y con competencia, prácticamente no se avanzó nada, más allá de los discursos pro-mercado y las apelaciones del Presidente a los sectores empresarios privados.
El poco avance en las medidas d, e y f explica la falta de respuesta de la inversión directa. En este aspecto, el gobierno no fue exitoso.
Y, como no podía ser de otra forma, a pesar de las apelaciones muy enfáticas de los economistas ortodoxos, el avance en materia de reformas del Estado fue prácticamente nulo. No era razonable esperar que en el primer año de gestión el Gobierna pudiera avanzar significativamente en reformas complejas y demandantes de mucha información y planificación previa. En esta materia ocurrió lo que cabía esperar.
El resultado de esta combinación de avances completos (a, b y c), muy limitados (d, e y f) y nulos (g) es una expectativa de inflación de entre el 20 y el 25% para el año 2017; una recuperación del PBI, esperada para 2017, apenas superior a la caída que experimentó la actividad económica a lo largo de 2016 e inversión privada que luce por su ausencia, a pesar de la innegable mejora en la imagen externa del país.
Para conseguir cifras de inflación y crecimiento no muy diferentes a las del último año Kirchnerista, pero con indudables avances institucionales como la unificación del mercado cambiario, la recreación del crédito público, la eliminación de las retenciones a las exportaciones y los esfuerzos por erradicar la corrupción, fue clave el acceso renovado al financiamiento externo porque el déficit fiscal tendió a ser más elevado que el que se registró en el año 2015.
¿Qué se puede esperar en materia de reformas de aquí a las elecciones del año próximo?
Muy poco. Probablemente sólo se avance algo en materia de reajustes de precios relativos, pero a un ritmo lento. Las demás reformas se pospondrán para después de las elecciones de octubre.
Ésta no era mi opinión hasta finales de setiembre. Yo pensaba que, insatisfecho con el lento avance en materia de baja de la inflación y la poca respuesta de los inversores directos, Macri podría decidir anunciar un plan de estabilización y desarrollo, ¨a la Frondizi” de diciembre de 1958, que permitiera alentar fuertes inversiones privadas en energía, infraestructura y actividades de exportación y, a la vez, permitiera estabilizar de manera sostenible la moneda, con tasas bajas de interés y aumentos salariales en línea con la inflación planeada.
De hecho, la primera pregunta me fue formulada por quienes habían leído informes anteriores míos, incluido el del 30 de setiembre, en el que yo sostuve que el gobierno podría, antes de fin de año, anunciar un plan completo de estabilización y desarrollo que asegurara una inflación del 1% mensual durante 2017 y un crecimiento del orden del 4% anual. Pero visto el contenido del diálogo en la mesa que reunió al gobierno con la CGT y los pronunciamientos posteriores, tanto del Presidente como de sus funcionarios, mi opinión cambió.
En lugar de anunciar un plan que explicara con claridad la secuencia y el ritmo de las medidas d, e y f, el Presidente parece encaminado a exhortar a la responsabilidad empresarial y a la moderación sindical, más que a anunciar profundos cambios de organización económica enderezados a estimular la inversión y el empleo por apertura de oportunidades de negocios y menor incertidumbre sobre las reglas de juego.
Mi impresión es que el consejo de los asesores de campaña electoral y las encuestas de opinión lo están llevando a descartar reformas más profundas. Aparentemente, las encuestas de opinión sugieren que aún con una inflación del 2% mensual, no muy distinta a la de 2015 y con una reactivación de la economía que produzca un crecimiento ligeramente superior a la caída de 2016, más una oposición peronista dividida en dos o tres partes, el gobierno conseguiría mejorar el número de diputados y de senadores con que cuenta actualmente.
¿Qué ocurrirá en 2018 si los resultados electorales del 2017 resultan favorables al gobierno? y, ¿si no son favorables?
Los mismos asesores de campaña y los encuestólogos que acreditarán no sólo el mérito de haber ayudado a Macri a ganar la elección presidencial en 2015 sino también el de haberle recomendado la estrategia exitosa para 2017, insistirán en que con miras a la elección presidencial de 2019 convendrá seguir sin enredarse en reformas complejas que puedan tener un alto costo político y social. Mi impresión es que, para entonces, el presidente Macri no seguirá esos consejos y pondrá en marcha el demorado plan de estabilización y desarrollo ¨a la Frondizi”.
Hay dos razones que abonan esta impresión. Por un lado, sus funcionarios habrán tenido ya tiempo de informarse sobre los problemas de sus respectivas áreas y también de planear los cambios organizativos necesarios para resolverlos de manera sostenible en el tiempo. Por otro lado, Macri advertirá que el financiamiento de altos déficits fiscales a través del endeudamiento tiene un límite y que el riesgo de una interrupción repentina de la entrada de capitales financieros antes de la elección de 2019 es alto.
Estos mismos factores incidirán aún más en el caso en que los resultados electorales no le resulten favorables, con el agregado de que la opinión de los asesores de campaña que aconsejaron detener las reformas a fines de 2016 estarán desacreditados y a Macri no le quedará otra alternativa que tomar el toro por las astas y jugarse por una política más agresiva de reformas que puedan, eventualmente, darle resultados más alentadores en 2019 y lo ayuden a ganar la reelección a pesar del traspié electoral de 2017. Algo parecido a lo que hizo Clinton en los Estados Unidos, luego de perder la primera elección parlamentaria a mitad de su primer mandato.
Un plan de estabilización y desarrollo con alta probabilidad de éxito, deberá complementar las decisiones ya tomadas a, b y c, con una implementación rápida, completa y coherente de las decisiones d, e y f y un comienzo creíble de las reformas del Estado..
Si no se profundizan las reformas y el déficit fiscal sigue tan alto como en 2016 y 2017, ¿Conseguirá el gobierno seguir financiando ese déficit con deuda?
Lo más probable es que no. Para 2018 el porcentaje de deuda pública con respecto al ingreso nacional será más alto que lo que era a fines del 2001, la factura de intereses no estará lejos de la de aquel año, a pesar de la menor tasa de interés de los países avanzados y la moneda estará tan o más apreciada, en términos reales, que lo que estaba a fines de 2001. Se trata de un escenario perfecto para una nueva interrupción repentina del ingreso de capitales financieros y una tendencia a la fuga de los capitales que entraron antes. Es cierto que, si eso ocurre, el tipo de cambio flotante permitirá la devaluación ordenada del peso sin los ruidos de una crisis monetaria como las que siguen a los regímenes de tipo de cambio fijo. Pero esa devaluación, montada sobre una tasa anual de inflación que todavía rondará en el 25% anual, recreará la sensación de aceleración inflacionaria con efectos inmediatos fuertemente recesivos.
La perspectiva de que así se sucedan los acontecimientos en 2018 o, peor aún, en 2019, es precisamente lo que me lleva a pensar que el presidente Macri, para entonces bien asesorado por sus economistas, no esperará a que se produzca la interrupción repentina del flujo de capitales financieros y se jugará por un programa que le asegure una fuerte entrada de capitales de riesgo en forma de inversión directa.
Y si Macri sigue aferrado a la estrategia electoral de no hacer grandes reformas confiando en la entrada de capital financiero, ¿quién y cuándo se harán las reformas que permitan a Argentina volver a crecer en estabilidad duradera?
Las tendrá que hacer el gobierno que suceda al de Macri, luego de 2019. En ese caso, la crisis precipitada por la interrupción del flujo de capitales se producirá en 2018 o en 2019 y a la vez que desacreditará a Macri y a su gobierno, enviará señales más perceptibles de que se necesita un gran cambio organizativo en la economía argentina y que los parches financiados desde el exterior o a través de la inflación, no son solución. En ese caso, el gobierno que lo suceda, cualquiera sea su color político, tendrá que hacer lo que Macri no hizo o postergó en demasía. Por entonces tendrá la ventaja de que, muy probablemente, la población será más consciente de la necesidad de un gran cambio, tal como ocurre hoy en Venezuela o como ocurrió en Argentina en 1989-1990.
Es importante reconocer, a favor de Macri, que le toca gobernar una economía en crisis en momentos en que la gente no es consciente de la gravedad de los desequilibrios que dejó el gobierno anterior y cuando el apoyo popular a su gestión depende todavía demasiado de la respuesta que pueda darle en lo inmediato a una población que se acostumbró demasiado a los subsidios y a la oferta de empleo público.
¿Qué rol le cabe a la política monetaria en este contexto político-económico?
Seguramente sorprenderá a muchos, especialmente a los economistas ortodoxos, que en mi análisis casi no mencione a la política monetaria. No la menciono porque descuento que el Banco Central se manejará de manera de no agregar causas monetarias a la inflación, pero su lucha solitaria por la estabilidad no será efectiva. Parangonando al proverbio popular del medioevo “lo que natura non da, Salamanca non presta” en materia de estabilización y crecimiento, lo que el gobierno deja de hacer no puede ser suplido por el Banco Central.
Federico Sturzenegger ha explicado que manejará la tasa de interés enderezada a metas de inflación de entre el 12 y el 17% anual para 2017. Para ello tratará que la tasa de intervención del Banco Central se ubique alrededor de 0.4 % mensual por arriba de la tasa mensual de inflación y se abstendrá de intervenir en el mercado cambiario para que el tipo de cambio surja de una flotación limpia. En este momento la tasa de inflación está fluctuando alrededor del 2% mensual y la tasa de LEBACs es también cercana al 2% mensual. Si para noviembre y diciembre se proyectaran tasas de inflación del mismo orden, el Banco Central, conforme a la regla que ha anunciado, debería subir la tasa de LEBACs al 2,4% mensual. Mi predicción es que recibirá muchas insinuaciones de no hacerlo con el argumento de que el 2% mensual es transitorio y que en realidad la tasa de inflación bajará sola al 1.5% mensual. Como probablemente la tasa siga oscilando alrededor del 2% mensual, la tasa de LEBACs, sin cambios, será también cercana al 2% mensual, con lo que la política monetaria, a lo largo de 2017, será más bien neutral que contractiva.
En realidad, que el Banco Central termine siendo apenas neutral es lo mejor que puede hacer, porque si subiera mucho la tasa de LEBACs, probablemente terminaría acentuando, en el corto plazo, la apreciación real del peso. Y un tipo de cambio real demasiado apreciado no es el mejor antídoto para enfrentar al riesgo de una interrupción repentina del flujo de capitales como la que se podría llegar a dar en 2018 o 2019 si no se profundizaran las reformas. Mientras más se aprecie el peso, más fuerte será la devaluación que siga a la reversión del flujo de capitales financieros. Y no se puede minimizar el efecto estanflacionario inicial de esa devaluación apelando a la experiencia de otros países emergentes con políticas de metas de inflación que sufrieron fuertes devaluaciones. Una cosa es el efecto que se puede esperar en economías con inflación no mayor al 5% anual y algo muy diferente cuando se da en un contexto de 20% o más de inflación anual.
¿Es imposible imaginar que el gobierno decida antes de fin de año o a principios del año próximo, complementar la política monetaria del Banco Central de tal forma de conseguir que la tasa de inflación se ubique dentro del rango 12%-17% anual?
No es imposible imaginarlo desde el análisis estrictamente económico, pero es muy poco probable que ello ocurra teniendo en cuenta las circunstancias políticas, el clima electoral que ya se comienza a vivir y la influencia de consejeros de campaña que probaron ser exitosos en la elección presidencial del 2015. Preferiría no reconocerlo y mucho menos predecirlo. Pero quiero ser honesto con quienes me leen. No se trata de que les cuente qué es lo que me gustaría que ocurra sino lo que pienso que va a ocurrir.
07/11/2016 a las 2:12 PM
MINGO SOS EL UNICO QUE NOS SALVA
VOLVE POR FAVOR. ACONSEJALO A MAURICIO. EL PAIS TE LO PIDE.
CONVERTIBILIDAD YA
07/11/2016 a las 3:03 PM
Contestando al Irascible MINGO:
Prefacio:
Titulo de hoy de una publicacion importante:
Para el HSBC, «la recesión es más fuerte y profunda que lo anticipado».
Nota de posteador:
Ya lo vengo diciendo yo desde hace un monton de tiempo, por favor no gasten mas guita en estudios costosos, el Gran Ironics es el sabio que humildemente se ofrece a que sus cerebros razonen.
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Ahora si Mingo atajate esta:
Dice el irascible:
¿Profundizará el gobierno de Macri, antes de octubre de 2017, las reformas pro mercado que comenzó a implementar al inicio de su gestión?
Si consigue un buen resultado electoral, aún sin profundizar las reformas, ¿cabe esperar que lo haga al final del 2017 y durante 2018?
Si en 2018 no profundiza las reformas, especialmente las que inciden sobre el déficit fiscal, ¿conseguirá financiamiento como el que obtuvo en 2016 y probablemente obtenga en 2017.
Anticipo mis respuestas. A la pregunta 1: es poco probable. Los últimos indicios apuntan a que no habrá más reformas pro-mercado importantes antes de octubre de 2017.
Ironics responde:
Macri es Cristina, pero mas pelotudo y sin huevos.
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Dice el irascible:
A la pregunta 2: es muy probable. A pesar de los buenos resultados electorales, Macri no estará satisfecho con la falta de respuesta de la inversión directa y no querrá correr el riesgo de una interrupción repentina en el flujo de capitales financieros.
Ironics responde:
Toda inversion extranjera vendra atada a negocios pautados con el Estado, sera neutra para el pais y de baja intensidad en ocupacion de mano de obra. Por lo tanto no bajara la recesion, salvo el efecto riqueza que produzca la suba de la bolsa. Efecto transitorio y abstracto,
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Dice el irascible:
A la pregunta 3: será difícil seguir financiando el déficit con deuda. Este pronóstico es el que llevará a Macri a profundizar las reformas. Si, por el contrario, los mercados financieros enviaran señales de disposición a seguir financiando altos déficits fiscales, puede volver a predominar el consejo de postergar decisiones al que son tan afectos los asesores de campañas electorales. Seguir este consejo puede resultar trágico para Macri, porque si no se profundizan las reformas pro-mercado, aumenta significativamente el riesgo de reversión del flujo de capitales antes de la próxima elección presidencial.
Ironics responde:
Si lo sabras vos cuando endeudaste el pais junto con el Turco Maldito. Despues quisiste arreglar todo con una canasta de monedas y te fuiste al carajo y nosotros a la mierda.
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Dice el irascible:
Dedicaré este informe a explicar cada una de mis respuestas. También trataré de dar mis impresiones sobre qué ocurriría si Macri no obtiene buenos resultados electorales en 2017.
Ajustes imprescindibles para lograr estabilidad y desarrollo sostenido: algunos se hicieron, otros quedaron pendientes.
El diagnóstico de los economistas profesionales conocedores de la realidad económica argentina a fines de 2015, señalaba que, para lograr estabilidad y crecimiento sostenibles en el tiempo, sería necesario:
Eliminar los controles de cambio y liberalizar el mercado cambiario;
Eliminar los impuestos a las exportaciones;
Solucionar el diferendo con los holdouts para normalizar la relación financiera con el exterior;
Ajustar los precios relativos, especialmente los de los servicios públicos, eliminar el costo fiscal de los subsidios a los prestadores;
Aprovechar el espacio fiscal abierto por la baja de subsidios para eliminar impuestos distorsivos que reducen competitividad y desalientan la inversión;
Definir reglas de juego para todos los mercados, en especial en los de la energía, vinculando los precios internos a los precios externos, para asegurar competencia y previsibilidad;
Introducir reformas en el aparato del Estado para bajar el gasto público como proporción del Ingreso nacional en el orden de cinco puntos porcentuales adicionales a la reducción lograda con la eliminación de subsidios económicos.
Había opiniones diferentes en materia de la secuencia y la velocidad de las reformas. Los economistas más ortodoxos (y con nula experiencia de gestión), sostenían que todas estas reformas debían hacerse de golpe. Los economistas más heterodoxos (creyentes en la posibilidad de administrar discrecionalmente políticas de ajustes graduales y confiados en que los mercados de capitales proveerían financiamiento para una transición larga) sostenían que había que administrar los ajustes con gradualismo y sin apuro.
Los economistas más pragmáticos, con experiencia de gestión, opinábamos (hablo en primera persona del plural, porque me incluyo entre ellos) que había que ser drásticos en relación a todos los ajustes, excepto en el último (g): la introducción de reformas del Estado para bajar cinco puntos porcentuales el gasto público en relación al ingreso nacional, necesariamente llevaría tiempo, como demuestra la experiencia de la década del 90.
En nuestra opinión, las medidas a, b y c, que son las que en la práctica el Presidente Macri implementó de inmediato, eran imprescindibles para que Argentina recuperara el crédito público interno y externo y para que se reactivara el sector agropecuario; el más productivo de nuestra economía y con efectos geográficos bien amplios. En este sentido, el gobierno fue exitoso.
Las medidas d, e y f, eran claves para conseguir una rápida respuesta de los inversores directos, nacionales y extranjeros. Sobre estas reformas se avanzó muy poco. El ajuste de precios relativos fue muy parcial y poco explicado. Como consecuencia la reducción de los subsidios económicos en proporción del ingreso nacional fue muy limitada. A lo sumo un 0.5% del Ingreso Nacional del 3.5% que representaron en 2015. Es decir, siguen erogándose subsidios económicos por 3% del Ingreso Nacional. Prácticamente no hubo reducción de impuestos distorsivos más allá de la eliminación-reducción de retenciones a las exportaciones. Sólo una tímida reducción para las empresas medianas y pequeñas, compensada en parte por los aumentos de impuestos a los ingresos brutos e inmobiliarios decididos por la mayoría de las provincias. Y, en materia de definición de reglas de juego mediante la organización de mercados abiertos y con competencia, prácticamente no se avanzó nada, más allá de los discursos pro-mercado y las apelaciones del Presidente a los sectores empresarios privados.
El poco avance en las medidas d, e y f explica la falta de respuesta de la inversión directa. En este aspecto, el gobierno no fue exitoso.
Y, como no podía ser de otra forma, a pesar de las apelaciones muy enfáticas de los economistas ortodoxos, el avance en materia de reformas del Estado fue prácticamente nulo. No era razonable esperar que en el primer año de gestión el Gobierna pudiera avanzar significativamente en reformas complejas y demandantes de mucha información y planificación previa. En esta materia ocurrió lo que cabía esperar.
El resultado de esta combinación de avances completos (a, b y c), muy limitados (d, e y f) y nulos (g) es una expectativa de inflación de entre el 20 y el 25% para el año 2017; una recuperación del PBI, esperada para 2017, apenas superior a la caída que experimentó la actividad económica a lo largo de 2016 e inversión privada que luce por su ausencia, a pesar de la innegable mejora en la imagen externa del país.
Ironics responde:
Todo muy lindo, y muy necesario, nadie niega que es lo que hay que hacer. Pero te olvidaste de lo mas importante.
Si no se termina con el avance del sindicalismo el pais esta perdido, el costo laboral es insostenible y no puede originar trabajo genuino.
Las PYMES es la unica herramienta practica, barata y a mano para erradicar la falta de trabajo, ademas la mas rapida y eficaz. Uno de ellos el sector servicio, hoy en auge en el mundo.
El Estado debe hacerse cargo de los despidos y la indemnizacion debe ser asumida por este durante el 80 % del sueldo durante 6 meses hasta que encuentre nuevo trabajo. No el empresario, El no es culpable de los despidos nunca. Que mas quiere que crecer indefinidamente. No entender esto es no saber nada de la etiologia del capitalismo.
Si se quita esa carga laboral, aumenta rapidamente la ocupacion y por ende el consumo, todo lo demas viene despues.
Para vos de una buena vez o paren con la pelotudez «please» vos y tus Chicago boys !!
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Dice el irascible:
Para conseguir cifras de inflación y crecimiento no muy diferentes a las del último año Kirchnerista, pero con indudables avances institucionales como la unificación del mercado cambiario, la recreación del crédito público, la eliminación de las retenciones a las exportaciones y los esfuerzos por erradicar la corrupción, fue clave el acceso renovado al financiamiento externo porque el déficit fiscal tendió a ser más elevado que el que se registró en el año 2015.
¿Qué se puede esperar en materia de reformas de aquí a las elecciones del año próximo?
Muy poco. Probablemente sólo se avance algo en materia de reajustes de precios relativos, pero a un ritmo lento. Las demás reformas se pospondrán para después de las elecciones de octubre.
Ésta no era mi opinión hasta finales de setiembre. Yo pensaba que, insatisfecho con el lento avance en materia de baja de la inflación y la poca respuesta de los inversores directos, Macri podría decidir anunciar un plan de estabilización y desarrollo, ¨a la Frondizi” de diciembre de 1958, que permitiera alentar fuertes inversiones privadas en energía, infraestructura y actividades de exportación y, a la vez, permitiera estabilizar de manera sostenible la moneda, con tasas bajas de interés y aumentos salariales en línea con la inflación planeada.
De hecho, la primera pregunta me fue formulada por quienes habían leído informes anteriores míos, incluido el del 30 de setiembre, en el que yo sostuve que el gobierno podría, antes de fin de año, anunciar un plan completo de estabilización y desarrollo que asegurara una inflación del 1% mensual durante 2017 y un crecimiento del orden del 4% anual. Pero visto el contenido del diálogo en la mesa que reunió al gobierno con la CGT y los pronunciamientos posteriores, tanto del Presidente como de sus funcionarios, mi opinión cambió.
En lugar de anunciar un plan que explicara con claridad la secuencia y el ritmo de las medidas d, e y f, el Presidente parece encaminado a exhortar a la responsabilidad empresarial y a la moderación sindical, más que a anunciar profundos cambios de organización económica enderezados a estimular la inversión y el empleo por apertura de oportunidades de negocios y menor incertidumbre sobre las reglas de juego.
Mi impresión es que el consejo de los asesores de campaña electoral y las encuestas de opinión lo están llevando a descartar reformas más profundas. Aparentemente, las encuestas de opinión sugieren que aún con una inflación del 2% mensual, no muy distinta a la de 2015 y con una reactivación de la economía que produzca un crecimiento ligeramente superior a la caída de 2016, más una oposición peronista dividida en dos o tres partes, el gobierno conseguiría mejorar el número de diputados y de senadores con que cuenta actualmente.
¿Qué ocurrirá en 2018 si los resultados electorales del 2017 resultan favorables al gobierno? y, ¿si no son favorables?
Los mismos asesores de campaña y los encuestólogos que acreditarán no sólo el mérito de haber ayudado a Macri a ganar la elección presidencial en 2015 sino también el de haberle recomendado la estrategia exitosa para 2017, insistirán en que con miras a la elección presidencial de 2019 convendrá seguir sin enredarse en reformas complejas que puedan tener un alto costo político y social. Mi impresión es que, para entonces, el presidente Macri no seguirá esos consejos y pondrá en marcha el demorado plan de estabilización y desarrollo ¨a la Frondizi”.
Hay dos razones que abonan esta impresión. Por un lado, sus funcionarios habrán tenido ya tiempo de informarse sobre los problemas de sus respectivas áreas y también de planear los cambios organizativos necesarios para resolverlos de manera sostenible en el tiempo. Por otro lado, Macri advertirá que el financiamiento de altos déficits fiscales a través del endeudamiento tiene un límite y que el riesgo de una interrupción repentina de la entrada de capitales financieros antes de la elección de 2019 es alto.
Estos mismos factores incidirán aún más en el caso en que los resultados electorales no le resulten favorables, con el agregado de que la opinión de los asesores de campaña que aconsejaron detener las reformas a fines de 2016 estarán desacreditados y a Macri no le quedará otra alternativa que tomar el toro por las astas y jugarse por una política más agresiva de reformas que puedan, eventualmente, darle resultados más alentadores en 2019 y lo ayuden a ganar la reelección a pesar del traspié electoral de 2017. Algo parecido a lo que hizo Clinton en los Estados Unidos, luego de perder la primera elección parlamentaria a mitad de su primer mandato.
Un plan de estabilización y desarrollo con alta probabilidad de éxito, deberá complementar las decisiones ya tomadas a, b y c, con una implementación rápida, completa y coherente de las decisiones d, e y f y un comienzo creíble de las reformas del Estado..
Si no se profundizan las reformas y el déficit fiscal sigue tan alto como en 2016 y 2017, ¿Conseguirá el gobierno seguir financiando ese déficit con deuda?
Lo más probable es que no. Para 2018 el porcentaje de deuda pública con respecto al ingreso nacional será más alto que lo que era a fines del 2001, la factura de intereses no estará lejos de la de aquel año, a pesar de la menor tasa de interés de los países avanzados y la moneda estará tan o más apreciada, en términos reales, que lo que estaba a fines de 2001. Se trata de un escenario perfecto para una nueva interrupción repentina del ingreso de capitales financieros y una tendencia a la fuga de los capitales que entraron antes. Es cierto que, si eso ocurre, el tipo de cambio flotante permitirá la devaluación ordenada del peso sin los ruidos de una crisis monetaria como las que siguen a los regímenes de tipo de cambio fijo. Pero esa devaluación, montada sobre una tasa anual de inflación que todavía rondará en el 25% anual, recreará la sensación de aceleración inflacionaria con efectos inmediatos fuertemente recesivos.
La perspectiva de que así se sucedan los acontecimientos en 2018 o, peor aún, en 2019, es precisamente lo que me lleva a pensar que el presidente Macri, para entonces bien asesorado por sus economistas, no esperará a que se produzca la interrupción repentina del flujo de capitales financieros y se jugará por un programa que le asegure una fuerte entrada de capitales de riesgo en forma de inversión directa.
Y si Macri sigue aferrado a la estrategia electoral de no hacer grandes reformas confiando en la entrada de capital financiero, ¿quién y cuándo se harán las reformas que permitan a Argentina volver a crecer en estabilidad duradera?
Las tendrá que hacer el gobierno que suceda al de Macri, luego de 2019. En ese caso, la crisis precipitada por la interrupción del flujo de capitales se producirá en 2018 o en 2019 y a la vez que desacreditará a Macri y a su gobierno, enviará señales más perceptibles de que se necesita un gran cambio organizativo en la economía argentina y que los parches financiados desde el exterior o a través de la inflación, no son solución. En ese caso, el gobierno que lo suceda, cualquiera sea su color político, tendrá que hacer lo que Macri no hizo o postergó en demasía. Por entonces tendrá la ventaja de que, muy probablemente, la población será más consciente de la necesidad de un gran cambio, tal como ocurre hoy en Venezuela o como ocurrió en Argentina en 1989-1990.
Es importante reconocer, a favor de Macri, que le toca gobernar una economía en crisis en momentos en que la gente no es consciente de la gravedad de los desequilibrios que dejó el gobierno anterior y cuando el apoyo popular a su gestión depende todavía demasiado de la respuesta que pueda darle en lo inmediato a una población que se acostumbró demasiado a los subsidios y a la oferta de empleo público.
¿Qué rol le cabe a la política monetaria en este contexto político-económico?
Seguramente sorprenderá a muchos, especialmente a los economistas ortodoxos, que en mi análisis casi no mencione a la política monetaria. No la menciono porque descuento que el Banco Central se manejará de manera de no agregar causas monetarias a la inflación, pero su lucha solitaria por la estabilidad no será efectiva. Parangonando al proverbio popular del medioevo “lo que natura non da, Salamanca non presta” en materia de estabilización y crecimiento, lo que el gobierno deja de hacer no puede ser suplido por el Banco Central.
Federico Sturzenegger ha explicado que manejará la tasa de interés enderezada a metas de inflación de entre el 12 y el 17% anual para 2017. Para ello tratará que la tasa de intervención del Banco Central se ubique alrededor de 0.4 % mensual por arriba de la tasa mensual de inflación y se abstendrá de intervenir en el mercado cambiario para que el tipo de cambio surja de una flotación limpia. En este momento la tasa de inflación está fluctuando alrededor del 2% mensual y la tasa de LEBACs es también cercana al 2% mensual. Si para noviembre y diciembre se proyectaran tasas de inflación del mismo orden, el Banco Central, conforme a la regla que ha anunciado, debería subir la tasa de LEBACs al 2,4% mensual. Mi predicción es que recibirá muchas insinuaciones de no hacerlo con el argumento de que el 2% mensual es transitorio y que en realidad la tasa de inflación bajará sola al 1.5% mensual. Como probablemente la tasa siga oscilando alrededor del 2% mensual, la tasa de LEBACs, sin cambios, será también cercana al 2% mensual, con lo que la política monetaria, a lo largo de 2017, será más bien neutral que contractiva.
En realidad, que el Banco Central termine siendo apenas neutral es lo mejor que puede hacer, porque si subiera mucho la tasa de LEBACs, probablemente terminaría acentuando, en el corto plazo, la apreciación real del peso. Y un tipo de cambio real demasiado apreciado no es el mejor antídoto para enfrentar al riesgo de una interrupción repentina del flujo de capitales como la que se podría llegar a dar en 2018 o 2019 si no se profundizaran las reformas. Mientras más se aprecie el peso, más fuerte será la devaluación que siga a la reversión del flujo de capitales financieros. Y no se puede minimizar el efecto estanflacionario inicial de esa devaluación apelando a la experiencia de otros países emergentes con políticas de metas de inflación que sufrieron fuertes devaluaciones. Una cosa es el efecto que se puede esperar en economías con inflación no mayor al 5% anual y algo muy diferente cuando se da en un contexto de 20% o más de inflación anual.
¿Es imposible imaginar que el gobierno decida antes de fin de año o a principios del año próximo, complementar la política monetaria del Banco Central de tal forma de conseguir que la tasa de inflación se ubique dentro del rango 12%-17% anual?
No es imposible imaginarlo desde el análisis estrictamente económico, pero es muy poco probable que ello ocurra teniendo en cuenta las circunstancias políticas, el clima electoral que ya se comienza a vivir y la influencia de consejeros de campaña que probaron ser exitosos en la elección presidencial del 2015. Preferiría no reconocerlo y mucho menos predecirlo. Pero quiero ser honesto con quienes me leen. No se trata de que les cuente qué es lo que me gustaría que ocurra sino lo que pienso que va a ocurrir.
Ironics responde:
Por ultimo y para hacerla corta, todas son buenas intenciones, formulas repetidas y fracasadas, porque no se hacen las fundamentales.
A saber:
Hay que frenar la entrada del Capital Financiero porque en su velocidad de entrada y salida desestabiliza los mercado y distorsiona los precios relativos.
Cambio en la legislacion Laboral. Parar con los abusos de los pseudos trabajadores y jueces zurdos hijos de mil putas, fundidores de empresas con fallos alocados.
Cambio en la Legislacion Penal, basta de asesinos que entran y salen de la carcel como en un hotel. Y funcionarios que afanan a manos llenan y se nos cagan de risa en la cara.
Debe ser considerado similar al delito de traicion a la patria y no menos de 50 años de carcel, asi se afanen un mango o mil millones. Lo mismo el trafico de influencias.
Cambio en la Constitucion (hay que volver a la del 53) seis años y afuera.
Desde que Menem y Alfonsin la modificaron agarran la manija y empiezan a pelotudear para quedarse cuatro años mas.
Hay que aumentar al infinito las penas por los delitos cometidos por funcionarios publicos y hacerlos imprescriptible y extensivos a sus familiares.
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Resumen de Ironics:
Eso es lo que yo haria si fuera presidente y saco al pais en poco tiempo y lo llevo al puesto que tuvo al principio del siglo XX. con los conservadores.
Todo lo demas es discurso para la gilada.
Como consejo te digo, tu tiempo ya fue, tuviste todo y lo desperdiciaste, porque controlaste la inflacion, pero no controlaste el gasto del estado y lo reemplazaste por deuda publica.
Por ultimo:
Dedicate a jugar con tus nietos o venite a bailar Tango conmigo, que de paso nos chupamos todo y nos relacionamos con gente de lo mejor, curdas, bohemios, trolas y soñadores.
El resto se puede ir todo a la reputa madre que los pario.
Cuanto pensas que te queda de vida pelotudo, disfrutala como Ironics.
Saludos y mis respetos.
07/11/2016 a las 6:15 PM
IRONICS:
NO SABÉS LEER LOS PROYECTOS CAMBIEMOS, EN OCTUBRE DEL 2017, CON EL PODER QUE TENGA, QUE SERÁ MAS QUE EL DE AHORA, APRESURARÁ EL PASO HACIA UN ECONOMIA.-
… Y MINGO LLEGASTE 16 AÑOS TARDE !!!!
08/11/2016 a las 10:06 PM
DR. RODOLFO CUERVO;
Basta de proyectos por favor, hay que gobernar con huevos y ahora.
En el 2017 a lo mejor no estamos ni vos ni yo, asi que dejate de joder con el futuro.
El futuro es hoy (no se quien lo dijo, pero es lo correcto).
El niño Mauri (Freddy Mercury del subdesarrollo), dijo que no queria ser reelecto, ahora parece que cambio de idea.
Acordate cuando dijo que iba hacer 10 km de subte por año y termino haciendo 10 Km de bicisendas.
Por Dio (Carlos Menem dixit)
09/11/2016 a las 12:40 PM
aqui unas ideas http://comogenerarestabilidadydesarrollo.blogspot.com.ar/
para ser una potencia…http://ideasparaunaargentinapotencia.blogspot.com.ar/
me gusta el debate… que pensas de esto?
09/11/2016 a las 12:56 PM
A continuación explico como haria yo para poner en marcha una idea similar en la actualidad, a partir de la actual situación económica:
Como superar los desafios de la economia Argentina?
Continúa la fuga de capitales de la moneda nacional, la gente demanda dólares como reserva de valor y hay contratos realizados en dólares por no existir la moneda con patrón de pagos diferidos. Los cálculos de evaluación de proyectos se realizan en dólares al ser muy elevada la tasa de interés en moneda argentina.
Las inversiones financiadas por créditos son prácticamente inexistentes con tasas de interés de créditos superiores al 30% anual y las subsidiadas al 19% anual, todas resultan muy altas.
El Mercado de Capitales Argentino es muy reducido, las operaciones con acciones de empresas argentinas se negocian un 85% en New York con ADR y solo el 15% se realizan en pesos en la Bolsa de Buenos Aires.
La circulación de los actuales pesos convertibles es muy abundante y excede la demanda de dinero en moneda nacional que realizan los inversores argentinos, por considerarla una moneda poco atractiva y esa es la razón por la que las lebac y los depósitos en los bancos abonan una muy alta tasa de interés.
Resumiendo el proceso de fuga de capitales hacia la moneda extranjera, TODA LA CIRCULACION MONETARIA se la podría adquirir con unos 40.000 Millones de dólares (lo que representa un 8% del PBI de la argentina), mientras que se han fugado fuera del sistema de la moneda nacional unos 250.000 Millones de dólares (lo que representa el 50% del PBI de la argentina).
Entonces el verdadero desafío es, como tratar que la circulación monetaria en moneda nacional AUMENTE EN PORCENTAJE DEL PBI ARGENTINO.
El desafío es lograr que tengamos un MERCADO DE CAPITALES que permita financiar el crecimiento de empresas argentinas y en moneda nacional argentina.
El desafío es que las TASAS DE INTERES en ARGENTINA sean de un nivel cercano al 3% anual, y de tal manera hacer viable que las empresas se financien a tasas convenientes y aumente la TASA DE INVERSIONES al 50% DEL PBI como lo fue en la época del 1853 hasta 1930. Esas bajas tasas de interés del 3% son las que permitieron que el BHN Banco Hipotecario Nacional y financiar las viviendas en Argentina entre principios del siglo XX y hasta mediados del siglo XX. La vivienda NO DEBE SER realizada por GASTO PUBLICO (eso incrementa el gasto publico desmesuradamente). La vivienda debe ser financiada mediante los bancos, mediante la colocación de CEDULAS HIPOTECARIAS en el Mercado de Capitales a tasas del 2% anual en moneda nacional, y generar los préstamos al público en una tasa de interés no superior al 3% anual, eso seguramente facilitará el pago a todas las personas que tienen un trabajo de cualquier naturaleza, incluso las personas que ganan el salario mínimo. (Hoy el sistema de créditos PROCREAR trabaja con una tasa de interés muy alta, y eso lo hace accesible solamente a quienes tienen un salario bastante elevado que es un sector muy pequeño de la población argentina).
A continuación explico como haria yo para poner en marcha una idea similar en la actualidad, a partir de la actual situación económica:
Crear las condiciones para equilibrar la economía y generar estabilidad para que se produzcan nuevas inversiones para el Desarrollo Nacional.
Necesidad de generar nuevos equilibrios para comenzar a transitar el desarrollo nacional: equilibrar el presupuesto, lograr estabilidad monetaria, bajar la tasa de interés a la que funciona el mercado financiero y el mercado de capitales, combatir la especulación en moneda extranjera, mejorar el perfil de la deuda pública a largo plazo y a baja tasa de interés, capitalizar el Banco Central de la República Argentina y aumentar las reservas internacionales, y generar un gran acuerdo social para lograr la estabilidad y la promoción de inversiones para el Desarrollo Nacional.
Trataré de explicar cómo hacerlo en LAS CINCO PROPUESTAS SIGUIENTES:
PROPUESTA PRIMERA
Condiciones básicas: Equilibrio presupuestario, estabilidad monetaria y baja tasa de interés a largo plazo.
Para equilibrar el presupuesto seguir el criterio de caja, gastar lo que se recauda hasta lograr el equilibrio en el plazo más corto posible.
Es más fácil si se reducen gastos y aumenta la recaudación.
Eliminar Subsidios, realizar un presupuesto base cero en cada área, revisar todos los contratos del gobierno con empresas y personas, racionalizar la administración pública y empresas del estado y que toda inversión pública que pueda ser realizada por el sector privado mediante concesión de obras, construcción de autovías por peaje, puertos y obras públicas en general, que el sector privado aumente la oferta de servicios público y evitar así el aumento desmedido del gasto público.
Privatizar empresas publica y asi evitar asumir déficit de empresas deficitarias. Una forma sería seguir el camino de China que decidió que todas las empresas públicas se transformen en sociedades anónimas e incorporen capital privado y coticen en bolsas y mercados del país e internacionales, el aporte de capital privado servirá para evitar gasto público y permitirá financiar proyectos en el mercado mediante la emisión de obligaciones negociables así como ya lo está haciendo YPF con éxito, entre ellas pueden lograrlo ENARSA, Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino, AySa, Ferrocarriles Argentinos y todas las empresas públicas que seguramente madurarán sus sistemas de gestión y lograrán ser más eficientes en el futuro.
Evitar aumentar el gasto publico mediante obras públicas que puedan ser realizadas por el sector privado mediante concesiones de obras (en Argentina desde 1853 al 1940 gran parte de la sobras públicas fueron realizadas por capitales privados, tales como todo el tendido de redes ferroviarias y muchas usinas eléctricas, puertos, etc. En la actualidadBrasil a lanzado un plan de obras por concesiones de obra spublicas al asector privado por 60.000 millones de dólares)
Todo se facilita con una economía en crecimiento. Una vez logrado el equilibrio presupuestario no será necesario emitir dinero ni tomar préstamos del mercado para solventar el déficit fiscal, por lo que la moneda comenzará a ser más estable en el tiempo a largo plazo.
Reforma Monetaria:
Para que se produzcan inversiones privadas es necesario establecer una reforma monetaria que sustituya la moneda actual por una Nueva Moneda Estable a Largo Plazo y un sistema financiero y mercado de capitales que funcione con una baja tasa de interés a largo plazo.
Características de la ley de Reforma Monetaria: establecer el reordenamiento monetario, según el cual la Moneda Nacional será la única moneda a ser utilizada dentro del país, según lo expresado en el Nuevo Código Civil y Comercial. La Nueva Moneda estará basada en la ley 1.130 del año 1881 de hace 134 años, conocida como ley de reordenamiento monetario, que se encuentra hoy en plena vigencia, y que establece que la unidad de la divisa internacional argentina es el Peso Oro Sellado Argentino en base a la cotización de la onza troy de oro (la unidad de 1,6129 grs. 900 de fino es equivalente a un vigésimo de la onza troy de oro, a tal efecto ha sido acuñado en monedas de 5 Pesos Oro Sellado Argentino denominados Argentino de Oro de 8,0625 gramos de oro 900 de fino, en existencia en el Banco Central R.A. y casas de cambio).
Se propone emitir la nueva moneda con respaldo oro 100% por lo que será convertible a oro, se podrá intercambiar libremente con monedas de oro equivalentes a cada uno de los billetes a emitir (1,2,5,10,20,50 y 100) y cotizará en base a la onza troy de oro en los mercados internacionales y en paridad al Peso Oro Sellado Argentino ( hoy el peso oro sellado que equivales a un vigesimo de la onza troy, que cotiza hoy a unos 1.200 dólares la onza, equivale a 60 dólares, por lo que para que valga 1.000 pesos argentinos convertibles actuales el dólar deberá estabilizarse a unos 16.66 pesos argentinos convertibles actuales, la nueva moneda se denominará:
Peso Moneda Nacional 2016
que sustituirá la moneda actual (la unidad de la nueva moneda será equivalente a 1.000 pesos convertibles actuales del 1991, por lo que se sacará 3 ceros a la moneda actual) y será una moneda estable a largo plazo, la base del sistema monetario, el mercado financiero y el mercado de capitales con una tasa para los depósitos, a ser definida por el BCRA máxima del 2% anual y una tasa para los créditos a ser definida por el BCRA máxima del 3% anual y a largo plazo, hasta 30 años de plazo.
Con la nueva moneda Peso Moneda Nacional 2016 se revitalizará el crédito para la vivienda en base a la emisión de cedulas hipotecarias al 2% anual en el mercado de capitales y poder otorgar créditos hipotecarios a 30 años de plazo al 3% anual (como los inicios del Banco hipotecario nacional en las primeras décadas del siglo pasado), e incorporar a todos los bancos del sistema financiero argentino al crédito para la vivienda, lo que implica una muy baja cuota mensual accesible a quienes hoy pagan un alquiler. La nueva moneda permitirá captar depósitos al 2% anual y fomentar el crédito industrial y agropecuario al 3% anual y a largo plazo. El desarrollo del mercado de capitales argentino a largo plazo será posible en base al Peso Moneda Nacional 2016 mediante nuevas emisiones de acciones nominadas en la nueva moneda y de obligaciones negociables a una tasa del 2% anual para financiar nuevos proyectos de inversión a largo plazo.
PROPUESTA SEGUNDA
Se propone ser serios en aspectos penales mediante el aumento de las penas a la evasión tributaria con el objeto de fuga de capitales y lavado de dinero, (como lo son en EE.UU. y Francia, penas no excarcelables a los evasores y lavadores y que son a su vez, tenedores de moneda extranjera en el país, y/o depósitos de moneda extranjera en el exterior) en dichos delitos se considerarán como cómplices y partícipes necesarios los contadores, asesores financieros, personal de los bancos internacionales y casas de cambio.
Repatriación de capitales: Para contemplar a quienes quieren evitar ser considerados evasores o lavadores de dinero y deseen blanquear sus inversiones que han sido fugadas del país es necesario ampliar la ley actual de blanqueo de capitales a todo tipo de inversiones en el mercado de capitales, compra de nuevas emisiones de cedulas hipotecarias a largo plazo para financiar la construcción de viviendas, compra de nuevas emisiones de acciones de empresas argentinas y nuevas emisiones de obligaciones negociables a largo plazo.
PROPUESTA TERCERA
Mejorar el perfil de la deuda pública.
Con el objeto de bajar la carga de intereses de la deuda pública, unificar las deudas del estado, y expresarlas en la nueva moneda nacional a una muy baja tasa de interés y a largo plazo se propone:
Establecer un canje obligatorio y re-expresión de todos los bonos públicos que representen deudas del estado y que se encuentren en manos de personas físicas argentinas y sociedades constituidas en el país, con el objeto de bajar la tasa de interés y unificar todas las deudas del estado en la Nueva Moneda Nacional Argentina Peso Moneda Nacional 2016, a una tasa del 2% anual a un plazo de 30 años. ( Todos los contratos en el país podrán ser abonados en Moneda Nacional de Curso Legal según el Nuevo Código Civil y Comercial).
Se tomarán los registros existentes en todas las Entidades Financieras, la Caja de Valores S. A., Nación Fideicomisos, los Fideicomisos públicos y privados, el ANSES, los Fondos Comunes de Inversión y las Compañías de Seguro, para efectuar el canje de todas las deudas en vigencia por nueva deuda en la nueva moneda a un plazo de 30 años y una tasa del 2% y sin ningún tipo de indexaciones ni bono PBI (entrarán todos los bonos en vigencia tales como: Bonac, Bonad, y todos los bonos en poder de los Bancos, bonos del canje del 2005 expresados en moneda nacional que son indexados por CER y tienen cupón PBI, bonos expresados en dólares con vencimiento en 2017, 2018, 2020, 2024 que son propiedad de personas físicas argentinas o sociedades constituidas en el país.
Puede considerarse la posibilidad de refinanciar también la deuda de todas las Provincias Argentinas, refinanciadas por el Gobierno Nacional e incluso las deudas que el conjunto de distribuidoras eléctricas mantienen con CAMMESA mayorista que agrupa a las empresas productoras de electricidad, entre otras deudas que también podrán incorporase a este amplio canje de bonos que representan deudas a pagar y que dificultan el tránsito por el presente y el futuro cercano de Argentina, lo importante es que los títulos a emitirse serán negociables en Bolsas y Mercados de Valores de todo el país).
Una forma inteligente de resolver el diferendo referido a los bonos pendientes de pago puede ser capitalizarlos, a tal efecto acordar con los inversores internacionales que decidan realizar inversiones en el país que se aceptará hasta el 30% de sus inversiones en concepto de bonos pendientes de pago que no ingresaron en los dos canjes ofrecidos por el país, y que se los aceptará considerando su valuación, en forma similar a lo aceptado por el país en la década del 90 al realizarse las privatizaciones, de esta forma las negociaciones serán entre los inversores internacionales y los titulares de los bonos que litigan en el juzgado de Griesa, el país se limitará a recibir los bonos, mantenerlos en poder del BCRA y emitir los pesos correspondientes para quienes los traigan y decidan realizar inversiones en el país, y puedan usar los pesos para generar producción en argentina. Es una manera de no asumir mayores deudas en dólares y reducir el endeudamiento con la participación de inversores que seguramente actuarán con bancos intermediarios, en beneficio del país, hasta que el conflicto se haya resuelto y toda la deuda en cuestión haya sido capitalizada.
PROPUESTA CUARTA
Capitalizar el Banco Central República Argentina:
El Tesoro adeuda al Banco Central R.A. en concepto de Letras de Tesorería por el pago de deuda externa y al FMI con reservas y por adelantos a cuenta de futuros impuestos, una suma cercana a un equivalente a unos 90.000 millones de dólares. Se debe actuar rápido porque ya en enero de 2016 vence la letra del tesoro correspondiente al pago realizado al FMI hace diez años y es de una suma considerable, aproximadamente 8.600 millones de dólares.
Se propone transformar todas las Letras de Tesorería en bonos a 30 años de plazo nominados en Pesos Oro Sellado Argentino, pagaderos en oro físico, los bonos tendrían una tasa de interés del 1% anual con vencimientos mensuales y serían cotizables en bolsas y mercados dentro del país y en mercados internacionales. De esta forma el Banco Central R.A. será acreedor de 90.000 millones de dólares establecidos en bonos cotizables pagaderos en oro físico que podrá venderlos parcialmente o usarlos como garantía, cuando lo considere necesario.
El Tesoro, con la recaudación de impuestos de cada mes y destinando el 2 % a la compra de oro en el mercado interno, en pesos y se entregará acuñado en monedas de diversos valores en pago al Banco Central R.A. para la cancelación de los bonos. La producción Argentina de oro se acerca a las 250 toneladas anuales y asciende a unos 5.000 millones de dólares por año y es creciente, estamos entre los 10 principales productores de oro y plata a nivel global, es cuestión de fomentar las inversiones en el refinado y la acuñación de monedas de oro y plata y fortalecer las reservas del BCRA. Sudamérica es fuerte productora por lo que se pueda atraer materia prima e industrializarla dentro del país generando exportaciones industriales. Gradualmente, en la medida que se vaya capitalizando, el Banco Central R.A. contará con reservas en oro a niveles equivalentes al Banco Central de Francia, Italia, Japón, China, en cuanto a tenencia de oro, lo que dará solidez a la divisa internacional argentina y permitirá respaldar la emisión monetaria con respaldo oro 100%.
PROPUESTA QUINTA
Se Propone Convocar a un Gran Acuerdo Social para acordar las normas básicas de convivencia en estabilidad y para que se produzcan nuevas inversiones para el Desarrollo Nacional.
Para lograr bajar la nominalidad de todas las variables que configuran la estabilidad económica, reducir la inflación, la evasión tributaria y la fuga de capitales y posibilite una economía orientada a las inversiones para el desarrollo nacional, se deberá convocar por ley a un acuerdo social que debata diariamente y en forma permanente entre todos los actores de la economía (el estado, los empresarios y los trabajadores) sobre las reformas necesarias para que la estabilidad se mantenga en el largo plazo y para que se produzcan nuevas inversiones para el desarrollo nacional. La economía argentina será más competitiva cuanto mayores sean las inversiones en los diversos sectores de la economía.
Acordar una Reforma Impositiva basada en la equidad, que el sistema impositivo sea progresivo, que establezca el pago del impuesto a las ganancias sobre las utilidades provenientes de las actividades financieras, la diferencia entre compra y venta de acciones y bonos públicos, y la renta de los bonos públicos y obligaciones negociables, que promueva las inversiones y las exportaciones y reduzca el impacto sobre las clases bajas de la sociedad. La reforma impositiva deberá apuntar a los verdaderos tenedores de grandes capitales o sea hacerlo mas progresivo que actualmente, aqui algunas ideas:
Existen diversos impuestos que fueron puestos por deporte en diferentes epocas y que resultan sumamente distorsivos hoy (es otra cuestion que no mejoro la etapa de la convertibilidad) por ejemplo: si uno ve la estructura de impuestos sobre los combustibles, la energia electrica, el gas, los automoviles, las cubiertas de autos y camiones, vera que si se eliminaran todos esos impuestos extraordinarios y se dejara unicamente el IVA y en una alícuota razonable cercana al 10%, todas esas actividades resultarian muy rentables y se desarrollarian todos esos sectores economicos.
Considero ademas que el IVA deberia ser reducido al 10% como maximo (esa reduccion se podria lograr facilmente si se elimina la posibilidad de que cada eslabon de la cadena realice deducciones por sus compras – de esa manera se eliminaria la posibilidad de que creando empresas ficticias fantasma se evada IVA aun cuando la alicuota sea tan alta hoy…
Ademas yo creo que los paises que mas crecen son los PROMUEVEN INVERSIONES , por ejemplo si se desea PROMOVER INVERSIONES EN DETERMINADOS SECTORES ECONOMICOS COMO PARTE DE LA PROMOCION PODRIA OFRECERSE UNA REDUCCION DE LA TASA DEL IMPUESTO A LAS GANANCIAS por ejemplo si se redujera al 25% A LAS INVERSIONES EN LOS SECTORES PROMOVIDOS y lograndose la generalizacion absoluta del impuesto a las ganancias abarcando tambien a las cooperativas, fundaciones y todas las actividades financieras, bancarias y tambien los intereses que se abonan sobre los titulos publicos y estableciendose un sistema de retenciones cruzadas a todos seria mas facil la recaudacion, incluso generalizar absolutamente a todas las personas la obligacion de presentar sus declaraciones juradas de ganancias (con una mas baja tasa de ganancias para las personas fisicas de bajos recursos por ejemplo a trabajadores alcanzados por el impuesto a las ganancias, arrancando en el 1% y ascendiendo sucesivamente de acuerdo a la escala de ingresos de cada persona fisica).
La forma mas progresiva es la generalizacion de un impuesto a los bienes personales y impuesto sobre el patrimonio neto de sociedades, que tambien se generalice a toda la poblacion absolutamente con alicuotas crecientes de acuerdo al monto del patrimonio de cada persona y cada sociedad, de tal manera que sea progresivo por ejemplo a quienes tienen un minimo patrimonio arranque con una alicuota del 0,1 % quienes superan unos 500.000 dolares de patrimonio sea de 0,5% en las sociedades que sea a partir del un patrimonio neto de un millon de dolares alicuota del 1% y los superiores a 10 millones de dolares alicuota del 1,5% como ejemplo) ademas que tambien existan tasaciones actualizadas de campos, viviendas, terrenos, construcciones, que se actualicen de acuerdo al promedio de ventas reales realizadas por inmobiliarias en cada zona del pais, y que en la boleta de impuesto inmobiliario de cada inmueble se adicione ahi mismo esa alicuota que corresponda a cada uno y que sea ineludible su pago, asimismo que todas las entidades financieras esten obligadas a mencionar el monto de inversiones en los bancos de cada uno y cada sociedad asi como la tenencia de tituos publicos de cada uno a valor actualizado cada mes.
Esa es una reforma impositiva que no cargaria las tintas sobre el que menos tiene y apuntaria a todas las personas fisicas y juridicas de acuerdo al monto de su patrimonio, y dejar de pensar que si se grava las ganancias financieras bancarias y con titulos publicos se auyenta al ahorrista eso es una falacia que mantiene al sistema impositivo regresivo en vez de ser progresivo.
Ademas con esa reforma impositiva seria mas razonable el costo de los combustibles y la energia electrica y los automoviles, de esa manera se potenciaria las inversiones y el crecimiento de todos esos sectores economicos.
Promover una ley de inversiones y de promoción de exportaciones en todas las regiones del país aggiornada a los requisitos exigidos en países desarrollados y que establezca el cuidado ambiental y la responsabilidad social empresaria, la elaboración en origen y las exportaciones de materia prima elaborada, establecer un sello de calidad hecho en Argentina para productos ecológicos y con trazabilidad asegurada y distinga a las producciones regionales. Que permita impulsar y promover inversiones que signifiquen la modernización del sector privado agropecuario, industrial y la innovación tecnológica para aumentar las exportaciones industriales, alcanzar el pleno empleo, combatir el trabajo en negro y eliminar la indigencia. Mayores inversiones aseguran el trabajo actual y permitirán crear más trabajo a mejores niveles de remuneraciones, basado en el aumento de las inversiones privadas.
Como sería la nueva ley de moneda argentina que propongo:
NUEVA LEY DE MONEDA NACIONAL ARGENTINA
Visto y considerando que la moneda nacional argentina se establece en base a la ley 1.130 del año 1.881 la moneda nacional argentina es el Peso oro sellado. La unidad es un vigesimo de una onza troy. En dicha ley se establece la unidad monetaria en 1.6129 gramos de oro 900 de fino. Tambien se establece que la unidad en plata es 25 gramos de oro 900 de fino. Representada en billetes denominados PESO MONEDA NACIONAL a razon de 1 peso por cada unidad de peso oro sellado o peso de plata.
Se dipone con fuerza de ley:
Articulo 1. La moneda argentina de curso legal es el PESO ORO SELLADO MONEDA NACIONAL ARGENTINA.
Articulo 2. La cotización de la Unidad se establecerá en base a: UNA ONZA TROY es igual a 20 PESOS ORO SELLADO ARGENTINO MONEDA NACIONAL (LA UNIDAD ES UN VIGESIMO de UNA ONZA TROY) en nuestro pais y en todos los mercados internacionales, en todas las demás monedas. El Banco Central de la República Argentina cotizará cada dia el PESO ORO SELLADO MONEDA NACIONAL ARGENTINA en todas las monedas, en el mercado Argentino y en todos los paises (en base a la cotizacion diaria de la onza troy).
Articulo 3: Todos los contratos, el sistema financiero y el mercado de capitales sólo podrán realizarse en moneda nacional argentina PESO ORO SELLADO MONEDA NACIONAL ARGENTINA.
Articulo 4. El Banco Central de la Republica Argentina emitirá billetes de curso legal que representarán la unidad monetaria argentina, el que se denominará PESO MONEDA NACIONAL 2016. Los billetes serán un certificado de depósito de oro en las reservas internacionales del BCRA. Serán convertibles, por lo que se emitirán con respaldo oro 100%. Los billetes cotizarán en paridad con el PESO ORO SELLADO MONEDA NACIONAL ARGENTINA.
Articulo 5. La convertibilidad de los billetes a ser emitidos por el BCRA se realizará a oro (y plata) depositado en las reservas internacionales. A tal efecto por cada billete emitido, el BCRA emitirá una moneda de igual valor, a efectos de que puedan convertirse los billetes por las monedas de oro o de plata. Monedas y billetes serán emitidos en importes de 1, 2, 5, 10, 20, 50 y 100. Podrán emitirse monedas de plata por importes de 1, 0,50, 0,20, y 0,10 correspondientes a billetes de 1 peso, cincuenta centavos, veinte centavos y diez centavos. La relación entre oro y plata será establecida cada año segun la cotización de la plata en base al valor del oro de acuerdo al promedio del ultimo año calendario. Las monedas de oro y de plata quedarán depositados en las reservas internacionales del Banco Central R.A. y estarán a disponibles para la convertibilidad.
Articulo 6. La Moneda Nacional PESO ORO SELLADO MONEDA NACIONAL ARGENTINA es en la unica moneda a la que se realizarán contratos, depósitos bancarios y créditos o préstamos bancarios, y se emitiran acciones y obligaciones y todo otro titulo valor a ser emitido por empresas y entidades Argentinas. Por lo que en caso de existir acuerdos, contratos, depositos o cualquier otra obligacion en una moneda que no sea la moneda argentina de curso legal, el estado o los particulares podrán cancelar sus obligaciones contractuales en moneda argentina de curso legal.
Articulo 7. Reservas internacionales. El estado nacional considera reservas internacionales toda la existencia de oro y plata existente en el pais, por lo que toda extracción de oro y plata en minas del pais deberán ser adquiridas por el estado nacional para integrar las reservas internacionales del pais.
Tambien considera reservas internacionales toda la existencia de moneda extranjera existente en el pais, por lo que el estado nacional podrá transformar en moneda nacional argentina toda existencia de moneda extranjera existente en el pais, decomisar toda existencia de moneda extranjera en depósitos bancarios, cajas de seguridad, cajas fuertes personales y en toda forma de atesoramiento que las personas y empresas realicen dentro del pais que ha sido originada en fuga de capitales de la moneda nacional y del sistema financiero y mercado de capitales argentino, ya sea originada en un delito de evasion tributaria y/o lavado de dinero, o simplemente en evadir el uso de moneda nacional argentina, lo que transgrede la presente ley.
En todos los casos en que la tenencia de moneda extranjera no se haya originado en delitos, la tenencia en moneda extranjera será depositada y enviada a las reservas internacionales del Banco Central R. A. y se abrirá una cuenta en el banco en cuestion a nombre del tenedor de moneda extranjera en que se depositará la cantidad de moneda nacional argentina pesos de curso legal de acuerdo a la cotización de las monedas de su tenencia.
Como se verá, son ideas simples que ya han sido aplicadas desde 1853 hasta la fecha, y que durante largos años desde 1927 hasta hoy se ha evitado aplicar.
En esta propuesta no se habla de endeudar el pais, se habla de usar los recursos propios existentes hoy en el pais y que de una u otra manera se evaden del pais por errores legales, omision de aplicar la ley, evasión tributaria, lavado de dinero, o negociados inconfesables de funcionarios públicos de turno a lo largo de la historia de nuestro bendito pais.
07/11/2016 a las 3:06 PM
Mingo, si en un lado pones numeros, y despues hablas de letras, todo queda muy confuso, y un lector piensa que sos un despelotado.
La gente votó a Macri, porque no quiere la corrupcion kristinista. No sé ni me importa que gente irá por Cristinismo-kirchnerato, no los votare. A Yoli lo detesto por bruto y pelotudo. Veremos como les va en la justicia.
como van las cosas Macri va para 8 años. Dios quiera pueda poner en orden al Pais, y bajar los impuestos al trabajo, para lo que necesitará la ayuda de la gente y de los popes sindicales. Nadie querra invertir un peso si siguen los desmanes, sindicales, las patotas, y los delegados que no hacen y no trabajan.
Mingo, por ultimo, siempre te definiste como «no definido» porque no querias catalogarte. Hoy te decis pragmatico, es decir le esquivas a llamarte Liberal, es una pena.
07/11/2016 a las 8:36 PM
Cavallo, te noto analítico como siempre pero un poco erratico.
No se si es la edad, o que no queres decir realmente que irías de vuelta a chuparle el culo a los yanquis y pedir adscripción al dolar, para «contener la inflacion», en el fondo tal vez querrías eso, nada de moneda nacional, que importa su valor simbolico, como parametro de la fortaleza estratégica de un país, etc.. mejor ser como Ecuador, no? total, a quien se le ocurre despegar de verdad, no?
Lo que hiciste en los 90 lo pagamos en el 2001, y lo sabes bien. No digo qu hayas tenido mala intención, pero te equivocaste: tendrías que haber salido de l convertibilidad en el 96 pero no te animaste o no te dejaron; sería bueno que alguna vez aclares esto, porque sabes que fue asi.
Vos te comiste el libro de Huntington y te sentiste un globalizador, estaba de moda.
Bueno, ya tuviste mucho tiempo para reflexionar. Contrariamente a muchos, yo te respeto! Por eso te digo, de onda, seguí reflexionando y trata de no cometer el mismo error; mira las cosas desde un punto vista estratégico y no económico.
Vos quisiste ser presidente, algo de estrategia debes entender.
07/11/2016 a las 11:20 PM
Mucha egolatria en el reportaje, muy largo, sin poder de sintesis y omitiendo disculpar una barbaridad de su ultima gestión como fue el ridiculo invento del dolar/euro como convertibilidad ampliada, en el preciso momento que el dolar estaba en lo mas barato de su historia.
Si se la hubiera creido menos y hubiera abierto sus orejas, De la Rua no caia, y Duhalde no venia.
Entre el , y su enemigo Duhalde, nos fumamos 12 años K.
Se nota que no es ingeniero, es economista.
Por ultimo, se la paso diciendo los ultimos tres años que no habia que liberar el dolar unificandolo , sino que habia que crear el engendro del dolar financiero.
Ha hecho mucho y bueno hasta que lo echo Menem.
Despues , NO.
08/11/2016 a las 10:11 AM
Mingo Cavallo… Otro CIPAYO VERNÁCULO traidor a la Patria, firmante junto al otro de su misma especia de Anillco, del tratado de rendición ante el pirata británico en Madrid en 1990…
PARA REFRESCAR LA MEMORIA,,,,aquí les va el que podrá calificar com el certificado de defunción la República….
Tratado de 1990 entre Argentina y Gran Bretaña
Sres.de IP… concuerdo, pero siempres es bueno el recordárselo a los desmemoriados ú olvidadisos….¿No les parece?…
Este mensaje no se envió.Guardado en: mié 01/06, 11:53 a.m.
Tratado de 1990 entre Argentina y Gran Bretaña
-la rendición incondicional argentina-
Descargar
http://www.mov-condor.com.ar/documentos/Tratado.htm
……..
09/11/2016 a las 2:35 AM
A.Alonso;
Porque no te tiras en el inodoro sin salvavidas pajaron.
Cuando hablas de nuestra Madre Patria England hacelo con el respeto que merece. Ella nos dio la Independencia y fuimos grandes cuando fuimos socios.
Para desgracia los nacionalistas y los progres lograron enemistarnos y ahora sufrimos la miseria que nos merecemos, por vagos, corruptos y altaneros.
God Save the Queen
08/11/2016 a las 3:32 PM
Muy bien A. Alonso, este tratado esta comentado por el Dr. Julio C. González, donde traduce para el lego, cuál iba a ser el resultado del mismo. Hoy lo estamos padeciendo.