Por Jorge Ingaramo.-

1- Tip subjetivo. Perdón por la auto-referencia, pero creo que el gobierno de Macri, en el balance de su primer año, al 10/12/16, tendrá como mayor éxito haber regresado a La Argentina al mundo. Las palabras del presidente Hollande, considerándonos socios en asuntos estratégicos, mencionando que “somos dos grandes países” y recitando que La Argentina puede volver al club de los países desarrollados (OECD), es el regreso más concreto, ya que la presencia del Presidente en Davos significó tocar la puerta y decir que estábamos. Muchos pensamos que el arreglo buitre iba a ser la puerta, pero la diplomacia de Obama y la contundente visita del Presidente francés, se anticiparon. Son muy buenas noticias. Hollande nos considera socios en lucha anti terrorista y defensa de los derechos humanos; requiere que lo acompañemos para que, en la firma del Tratado de París por el Cambio Climático, que se llevará a cabo en marzo en Nueva York, se aceleren las propuestas para evitar el avance en la proliferación de los gases de efecto invernadero. Después vienen la reunión del G-7, del cual no somos miembros, a la cual Macri podría ir como invitado especial y en septiembre la del G-20, donde ya podríamos generar propuestas concretas. que borren definitivamente la mala imagen que dejó la ex Presidenta. De su conocida soberbia, no extrañaría que pasemos al discurso macrista de decir la verdad y pedir ayuda (al desarrollo).

2- El desconcierto de los operadores de mercado con respecto al gradualismo es mayúsculo: la gente ve que la inflación de Macri es mayor que la anterior y que la actividad económica comienza a declinar y los operadores de mercado necesitan que se les explique cuál es la estrategia. La solución gradualista del Ministro de Hacienda es inviable. Considerando la actual Base Monetaria, pretender un déficit fiscal de 4,8 puntos del PBI implica que, dada la restricción del Programa de Metas Inflacionarias (20 a 25% anual) sólo se pueda emitir pesos por M 120.000 y restan por financiar M$ 145.000, o sea casi MU$S 10.000. Se supone que serán de fuente interna, ya que los bancos del exterior pueden organizar la operación de pago con Títulos para el arreglo con los holdouts, pero en fuerte competencia, ahora interna, de la demanda de Títulos para gasto corriente y de capital. Como, sin programa, ninguna de las cifras de necesidad de financiamiento se conocen, las tasas serán muy altas, a menos que se adopte una estrategia de Plan de corto y mediano plazo, para ajustar drásticamente el déficit fiscal, llevándolo a un nivel de no más de 3% del PBI.

3- La cuestión fiscal. Sigue sin haber números del cierre de caja de 2015 y, menos aún, para enero de 2016. Hay gente que se preocupa por los efectos de las Retenciones y otros impuestos reducidos. No deberían hacerlo ya que la recaudación, en enero, creció 38,5% y la coparticipación automática a las provincias, un 53,4%. Sabemos que el último Adelanto Transitorio del Banco Central al Tesoro fue por M$ 5.000 el 30/12/15. Desde entonces, el Sector Público fue factor de absorción monetaria. Por eso, la Base Monetaria crece (al 23/02) un 21,4% interanual, por debajo de la inflación anunciada por el Ministro. Es el único dato del cual podemos agarrarnos para pensar que “cerraron la caja” y desde algún día de enero o febrero, no le pagan a nadie. De allí la autorización para emitir Títulos en pesos por M 40.000, de los cuales el día jueves ya se colocó un 30%, luego de la competencia que están haciendo el Banco Central y Hacienda, por financiarse en pesos.

4- Seguimos con lo fiscal: la reducción de subsidios económicos tuvo el único hito de las tarifas eléctricas. En materia de gasto de capital, las contradicciones son flagrantes: se dice que “la herencia es difícil de manejar” y a la vez se anuncian obras aeroportuarias por más de M$ 13.000. También se bendice a las provincias “visitadas por el Gabinete”, como Córdoba o Corrientes, con promesas de inversión pública. Pongámonos de acuerdo: ¿no era que se quemaba el rancho? A las provincias se les restituirá gradualmente el 15% de coparticipación del Decreto de Cristina. Deben ser unos M$ 96.000, cifra parecida al total de transferencias discrecionales de Nación a Provincias, estimadas -siempre con pocos datos- en M$ 94.000. Si recordamos el +53,4% de coparticipación automática que recibieron las provincias en enero, ¿no sería conveniente ir haciendo un pari passu de merma de transferencias contra restitución del 15%? ¿No sería razonable que se ejecutaran mejor los gastos provinciales (entre 13 y 14% del PBI) antes de asegurar, casi sin compromisos, la restitución, sin mérito previo, del meneado 15%?

5- Más de lo fiscal. Hay dos cuestiones no menores, a saber:

a) ¿Cuánto se reduce la carga salarial por despidos y ñoquis? ¿Tiene que ganar el Presidente más de $ 130.000? Aunque lo done, debería -en este momento- inducir a sus funcionarios, a conformarse con poco, hasta que se demuestre que “saben” hacerlo y, por ahora, devengar el gasto y sólo ejecutarlo cuando se compruebe la debida eficacia de los nuevos políticos que tienen a su cargo las lapiceras del gasto. No estaría mal tener un número del ahorro a conseguir.

b) ¿Por qué se negaron tanto a los blanqueos? No le vemos sentido, si uno sabe que hay muchas empresas que trabajaron en negro, no porque fuera su vocación sino porque el negro fue su ancla de supervivencia. ¿Qué cuesta que aparezcan esos dólares del colchón o de la caja fuerte? Servirían para crear un sistema de préstamos en dólares (ahorrista calzado en verdes) que suministre liquidez a empresas que producen dólares. El Tesoro sigue compitiendo con el Central por los pesos. Podría generar un Título Dólar-linked para arreglar con los proveedores, a los cuales no les puede pagar. Estos lo podrían usar como garantía en la obtención de préstamos en un sistema financiero que se está agrandando en dólares. Si nadie se desprende de verdes y el BCRA reduce pesos, el ajuste duele senza joda.

6- El Banco Central ya redujo 11,8% la Base Monetaria, en lo que va del año y consiguió que el Sector Público le devuelva plata. Le cabe el mérito de que bajaron los Adelantos Transitorios y el Tesoro fue fuente de absorción de Base por M$ 3.595, en 2016. Ahí terminan sus méritos: la absorción se hizo con LEBACs en pesos, que ya representan el 80%!!!! de la Base Monetaria y tienen una duración de apenas 53 días. No hay mucho más espacio para incrementarlas, salvo al costo de una mayor suba del precio del Dólar y más altas tasas de interés, a menos que se conozca un Plan Fiscal, que reduzca drásticamente el déficit, y evite la recesión.

7- Siguiendo con el BCRA, se sostuvo que el precio del Dólar no importaba y sí el combate a la inflación. Les salió el tiro por la culata, ya que no hay flotación sucia sino mera flotación, en la cual, el Central, en vez de ser banca, terminó siendo punto. Era obvio: ¿a quién se le ocurre hablar de flotación sucia con 7 o más puntos de déficit fiscal y decir que el Dólar no importa? Tanto la suba del Dólar como la de las tasas empiezan a pegar en el ajuste de cantidades, luego de provocar un visible y por nadie discutido, ajuste de precios (léase, inflación). El Tesoro canjeó MU$S 16.000 de Títulos indisponibles del Activo del Banco Central, por Títulos con liquidez, que le permitieron al BCRA alquilar Reservas por MU$S 5.000. Ahora bien, ¿cuándo comienzan las Operaciones de Mercado Abierto? Si el precio del Dólar no importa, pero sí el alquiler de Reservas: ¿no estaremos en una contradicción? Intentaremos una explicación en el próximo tip.

8- Sistema de depósitos y préstamos en dólares: el stock de depósitos supera los MU$S 13.000 y los créditos otorgados apenas MU$S 3.647. Usted se preguntará dónde están los MU$S 9.375 (2 puntos del PBI, nada menos, capaces de financiar la mitad de la suma de inversiones que le falta a La Argentina para que el PBI salga neutro en 2016). La mitad de esos recursos es el stock de LEBACs del Banco Central. Éste se niega a endeudarse en dólares más allá de los 90 días y seduce a los bancos para que le presten al irrisorio 0,9% anual, hasta 40 días. Otra vez, confusión. La política de contraer pesos está bien hecha, pero es casi insostenible, sin un Plan. Por eso hay que pensar en dólares, siempre teniendo los cuidados de no volver a repetir el error de la Convertibilidad. El agro, las minerías, la química, parte de los sectores automotriz y de combustibles, podrían funcionar mucho mejor en dólares, ya que son exportadores y podrían pagar tasas locales inferiores a las que paga el Estado Nacional, previo al arreglo buitre. ¿No será hora de que piensen que, sólo vaciando los colchones y las cajas fuertes, se va a conseguir el primer shock de confianza y que para eso hace no hace falta el arreglo buitre sino simplemente un sistema de tasas y de encajes bancarios, muy seguro, que abarate los costos financieros del sector exportador?

Síntesis

Falta información y se podrían explicitar mejor las políticas. Es difícil entender cada medida por sí sola, sin arreglo a un “Plan”. Por supuesto que las políticas monetaria, cambiaria y de ingresos, serían más comprensibles si hubiera un Plan Fiscal CON NÚMEROS. Por eso urge un anuncio concreto, no para revisar el pasado, sino para explicar el presente y el futuro de la política económica. Estamos contrarreloj, pero no estaría mal que el Presidente lo anuncie el 1º de marzo.

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