Por Sebastián Dumont.-

Previsible, pero no por ello menos importantes en términos políticos el logro del gobierno de María Eugenia Vidal de ver aprobado el presupuesto para el año próximo, sumado al endeudamiento y el acuerdo fiscal con los municipios. La fortaleza que surge de las recientes elecciones, más allá que aún no se produjo el recambio del 10 de diciembre, es una clara muestra de lo que irradia la figura de la gobernadora y la posibilidad que se mantenga en el poder más allá del 2019. Además, quedó en claro que la interna del peronismo está pasando por un momento muy álgido que atraviesa todos los ámbitos, el legislativo no es la excepción claramente.

A diferencia de otros años, incluso del primer presupuesto que tuvo que lidiar Vidal, la situación de esta ocasión fue mucho más calma. Acorde a los tiempos que se viven donde la ola amarilla se impone por sobre las demás fuerzas políticas. Clima de época, sin dudas. Momentos para aprovechar, piensan en el oficialismo que utilizó todas las herramientas a su alcance para avanzar en su propia agenda. Y como dato importante, con muy pocas cesiones a la oposición. Incluso a los intendentes.

El presupuesto aprobado es de mas de 600 mil millones de pesos, donde se suma la posibilidad de tomar deuda por una cifra cercana a los 85 mil millones de pesos. Este último era una de los puntos más discutidos por la oposición a Cambiemos. Hablan de un nivel de deuda muy alto del gobierno provincial. Y de allí que radicó parte del argumento de los que votaron en contra.

Como quería el gobierno provincial, este año no fue incluido el Fondo de Infraestructura municipal que le otorgaba fondos a los municipios para obras de manera directa a través de un índice medido por la coparticipación. La eliminación del mismo no significa que se cortan las obras. Pero si desnuda dos cuestiones: hubo muchos intendentes que no cumplieron con los proyectos presentados. Y por otra parte, le da de ahora en más al gobierno provincial la posibilidad de negociar con los jefes comunales mano a mano.

Si de negociaciones se trató, en la previa los acuerdos más fuertes se cerraron con los intendentes que del PJ fueron representados por Martín Insaurralde, Juan Pablo De Jesus y Hugo Corvatta. Es decir, lo que en algun momento se llamó el grupo Esmeralda. De todas formas, no se excluyen de ello el resto de los alcaldes denominados dialoguistas. El otra ala que intentó bloquear el avance es el del grupo comandado por Fernando Espinoza donde se suman Mario Secco (Ensenada), Walter Festa (Moreno), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y otros jefes territoriales del interior vinculados al kirchnerismo además enfrentados a la “conurbanización” de la política. Son aquellos que no suelen huirle a lo que define muy bien un pensador bonaerense para explicar porque el interior vota a Cambiemos. Y ello esta vinculado a que no quieren que llegue el “Congo Urbano” que representa Cristina Kirchner.

En las cercanías de Vidal quedaron más conformes con el comportamiento de los jefes comunales mencionados en la negociación previa que con la actitud de Sergio Massa, aunque reconocen que el ex alcalde de Tigre cumplió la palabra salvo en algunos puntos de la reforma fiscal donde en diputados no votaron el aumento del impuesto inmobiliario urbano.

Por otra parte, se desliza alguna interna solapada entre Massa y el propio Insaurralde. Cuestión de futuro y egos.

Para Cambiemos, fue un triunfo político. Para el peronismo una nueva demostración que se encuentra en un momento de serios replanteos y divisiones internas. La próxima parada para constatar esta situación es la elección del PJ en diciembre. El mismo fraccionamiento que se vio este martes, es el que asoma para la otra compulsa partidaria. Este miércoles habrá un nuevo intento de unidad.

Presupuesto y leyes fiscales

Para el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, Manuel Mosca también fue un espaldarazo a su función. Sobre todo porque en los últimos días se echaron a rodar versiones que lo ubicaban en el gabinete de Vidal. Por ahora nada de eso es posible y la usina de rumores estaría vinculada con la idea de Elisa Carrió de impulsar a su pupila Marisel Echecoin para presidir la cámara baja. Un nuevo arranque místico.

Lo aprobado este miércoles en definitiva es el presupuesto bonaerense, la ley impositiva para 2018 y el llamado Pacto de Responsabilidad Fiscal Municipal. También el proyecto que fija un nuevo tope al gasto legislativo. La norma determina que el total de gastos sea bajado del 1,6 actual al 1,2 por ciento del presupuesto provincial. Ello implica un “ahorro” de 2500 millones de pesos. Además se sancionó en ley el presupuesto del Senado con la misma reducción. Así lo explicaron fuentes oficiales.

Según el presidente de la Cámara baja Manuel Mosca, es el presupuesto más “progresista de los últimos años, porque incrementa la inversión en obra pública, reduce el déficit y la presión tributaria para actividades productivas, con el fin de crear empleo genuino”.

Entre los cambios tras las negociaciones con otras fuerzas políticas se fijó un límite de 1000 millones de dólares para endeudamiento oficial a través de proyectos de participación pública privada; también que el porcentaje atado a obras del Fondo Educativo baje del 85 al 50 por ciento para intendentes del conurbano y al 40% en el caso de los del Interior.

En un comunicado oficial además se agrega que el presupuesto prevé un crecimiento del 3,5% de la economía bonaerense e incluye una baja en la presión tributaria a 5,5% del Producto Bruto Geográfico (PBG).

Desarrollo Social es el sector más beneficiado con un aumento en los gastos del 30% y le siguen Infraestructura con 22% y Salud con el 19%, de incremento en inversiones.

En el presupuesto 2018, los recursos propios se calculan en 599 mil millones de pesos. Asimismo, prevé un déficit de31 mil millones de pesos, relacionados con los gastos de capital y, además, se contempla un endeudamiento por 60 mil millones de pesos destinados a financiar obras públicas y atender los servicios de la deuda.

El gasto total del Poder Ejecutivo sube un 20,5%; en cambio, para Salud y Justicia, los incrementos son del 34 y el 38 por ciento, respectivamente, mientras que los fondos para la Dirección General de Cultura y Educación tienen una suba del 28,5% respecto del 2017.

Los recursos en obras hidráulicas en el territorio bonaerense, para evitar o mitigar el impacto de las inundaciones, tienen un salto de 89%.

La baja de impuestos proyectada para 2018, mediante la Ley Impositiva, tiene un costo fiscal de $ 10.000 millones y abarca a Ingresos Brutos (IIBB) en cada sector: unas 3.900 grandes industrias, por ejemplo, pagarán una alícuota de 1,5% (frente a 1,75% actual.

Están exentas, además, las Pymes fabriles que facturen hasta $ 78 millones, y cuyo tope es hoy de $ 52 millones, lo que implica una variación de más del 50% y alcanza a unas 40.000 compañías.

Para la construcción, la alícuota del gravamen de ingresos brutos baja de 4% a 3% en beneficio de 39.000 compañías; para unos 15.000 pequeños comercios que facturen hasta $ 2 millones se reduce de 3,5% a 2,5%; y para unas 2.200 carnicerías también cae al 2,5%, desde el 3,5 a 5% actual.

Unos 3.800 pequeños productores agro-ganaderos tendrán alícuota cero cuando facturen hasta $ 3 millones anuales.

Se recorta asimismo la alícuota del impuesto a los Sellos, de 3,6% a 2% para la compra venta de inmuebles, como también para autos cero kilómetro ese gravamen y el de IIBB bajan de 3 y 3,5% respectivamente, al 2,5%.

Hay aumentos en el impuesto Inmobiliario Urbano, que van del 40 al 70%, según la valuación de las propiedades, y de una suba del 50 por ciento, promedio para el Rural, aunque quedan exentos campos de menos de 50 hectáreas y los que se inundaron en 2017.

Ley de Responsabilidad Fiscal Municipal

La ley que establece límites al gasto corriente y el endeudamiento de las comunas. Aquellos municipios que no adhieran a la norma, no contaran con asistencia financiera del gobierno provincial.

En principio, los municipios no pueden subir su gasto corriente más allá de la pauta inflacionaria fijada por el gobierno nacional, y seguir con la política que en esa materia fija el gobierno provincial.

Tampoco endeudarse por más del 8% de recursos corrientes ni aumentar la planta de empleados comunales por sobre el crecimiento vegetativo de la población.

Los jefes comunales no podrán incentivar el gasto corriente en el último semestre; asimismo, se las exhorta a armonizar sus tasas con las de los municipios vecinos y según las pautas seguidas por el ejecutivo bonaerense.

Al inicio de la sesión, los diputados acordaron autoconvocarse, como hicieron los senadores, a sesiones extraordinarias y se comprometieron a realizar una sesión el próximo 30 de noviembre.

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