Por Justo J. Watson.-
La sociedad argentina empieza a darse cuenta de que el país atravesó, en verdad, un punto de no retorno. De que el statu quo mental predominante durante 8 décadas, de 1943 a 2023, caducó el 10 de diciembre de ese último año dando paso a algo radicalmente nuevo.
Tras una larga sucesión de presidencias que terminaron mal sus respectivas experiencias, los 4 últimos períodos peronistas consumaron en su progresión un desastre ético, económico y social de magnitud, logrando quebrar el consenso mayoritario de confianza en el Estado que prevalecía desde mediados de los ‘40.
En sí, el punto de no retorno consiste en la constitución de una nueva mayoría que ya no confía en los políticos. Pero no sólo en ellos: tampoco confía en sus instituciones (poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, federalismo incluido, con sus supuestos límites, controles, contrapesos y auditorías intra-estatales). Instituciones a las que percibe como mayormente inútiles a más de costosas y corruptas; ingenios aparatosos que no fungen como garantes de bienestar a futuro, como no sea en la consolidación de sus propias burocracias.
Lo que no tiene retorno es la “intervención” curativa al sistema, que va mucho más al hueso de lo que se preveía: ya no se confía en el Estado en tanto ordenador, juez y parte ni en su tropa rentada en tanto autoridad ética.
La experiencia mileísta enfrenta, obviamente, el cúmulo de obstáculos que le seguirá plantando el colectivo de subsidiados del consenso estatista anterior (la nueva minoría, varios millones de personas movilizadas por las oligarquías política, sindical y empresauria).
Pero aún en caso de que esta coalición de intereses logre bloquear por un tiempo -con oportuno colaboracionismo judicial- el avance hacia nuevas cotas de libertad responsable, la visión de opinión pública de lo que es políticamente correcto no mutará.
No lo hará porque esta vez no se trata de un cambio coyuntural, gatopardista, sino de un cambio de era. Lo que vimos en el ´24 llegó para quedarse y profundizarse apalancado por generaciones de voto joven que, comicio tras comicio, irán afianzando fatalmente la tendencia.
¿Cuál tendencia? La tendencia ética, estimamos, habida cuenta de los fortísimos cachetazos a la moralidad que el partido “de Perón y Evita” asestara a nuestra patria, al punto de dejarla de rodillas. Exangüe. Cargada de mafias y de villas miseria, saqueada por sus jerarcas y en estado de cuasi indefensión.
Una reacción -o mutación- que ocurre por cansancio: tras generaciones de parásitos y avivados al mando, nuestros ciudadanos van abriéndose a la revelación de que la ética (del trabajo, el estudio y la honradez) de una mayoría decidida a vivirla en serio, impacta con fuerza en el bienestar general. De que ser una sociedad con “justicia moral” es, como alguna vez lo fue, el negocio inteligente.
Cunde la idea (aún confusa, aunque reveladora) de que quienes tomen decisiones de impacto general deben sufrir en carne y patrimonio propio las consecuencias. Algo que por lo general sucede en la actividad privada y que está ausente en el ámbito estatal, lo cual es muy grave.
Se percibe una corriente subterránea, creciente, tendiente a alinear de una vez por todas los objetivos con los incentivos en pos del bienestar común. Algo que también fluye en el mundo privado tanto como fracasa en el público.
Y crece un hartazgo con los errores derivados de haber perdido demasiado tiempo y energías defendiéndonos de los otros y del Estado a causa de reglas de juego socialistas, siempre promotoras de conflictos. Además, claro, de habernos apartado del sentido común “familiar” consistente en no gastar más de lo que ingresa.
Una situación que empieza a abrir mentes a la idea de que el camino libertario (con su declarada opción por la no-violencia fiscal-reglamentaria, para empezar), podría ser la más directa y transparente respuesta a todos los planteos anteriores.
Es la tendencia de nuevos y veteranos votantes que sienten que las ideas que J. Milei propone y dispone (exabruptos escénicos aparte) se alinean mejor que cualquier otras con una sensación de esperanza.
Esperanza de salir del averno y llegar a un mejor lugar común. Menos violento. Más libre y próspero por más estimulado y voluntario. Vale decir más cooperativo, innovador y solidario tras ir sacándonos de cabeza, cuello y pies los bozales, lazos y maneas estatistas.
Aunque tal tránsito implique aumento de responsabilidades adultas, riesgos, sangre, sudor… y algunas lágrimas.
Resulta cada vez más difícil pretender no ver que los Estados y sus instituciones republicanas fracasan (entran en crisis de credibilidad con sus clientes-ciudadanos) en casi todas partes.
Baste ver por caso el bi-fallido constitucionalismo de Chile o la interminable sucesión de protestas en Francia; o la lenta deriva de otras sociedades hacia mayores autoritarismos (demócratas, eso sí) con más recorte de libertades. Y luego hacia superestados abiertamente mafiosos y censuradores como Rusia o Venezuela, por no hablar de Irán u otros menos conocidos; todos ciertamente “futuribles” al mejor estilo del artillado Gran Hermano chino.
Mientras tanto, en los países relativamente libres que quedan, vemos por doquier bellos -aunque ingenuos- modelos constitucionales diseñados en los siglos XVIII o XIX, fallando en proveer a la enorme multiplicidad de demandas propia de nuestro tiempo. Con sus gobiernos acelerando el carrusel de regulaciones, subsidios, deudas e impuestos… sobre una ciudadanía cada vez más alienada.
Cuando la insatisfacción cala hondo, sin embargo, la salida ética del laberinto se torna más probable, despertando la tendencia al bien que está en nuestro “software de fábrica”.
Una salida superadora que enlaza con el principio rector de la no-agresión del libertarismo, que en verdad es la base de la moral y de la ética de la mayoría de las personas comunes que viven de su trabajo con sacrificio, honestidad y respetando los derechos del semejante.
Personas que enseñan a sus hijos a no comenzar peleas o agredir a otros; a no engañar, trampear o robar; a asumir que todo lo pacífico es bueno y que la violencia es mala.
Los filósofos de la Grecia clásica definieron como kalakogathía a la coherencia natural que existe entre la verdad, el bien y la belleza. Un ideograma que calza como guante a la ideología no-violenta (no inicio de agresión), racional, justa y pacifista por antonomasia: la libertaria.
02/02/2025 a las 6:01 AM
No va a pasar. Hay todavía 25 años de peronismo por recorrer y Milei es PERONISTA. Seguimos siendo un país ocupado, basta ver la multiplicidad de controles ruteros (algunos puestos de recaudación) Peajes, regulaciones de todo tipo. Mientras no asumamos que los que elegimos están solamente para ADMINISTRAR LOS RECURSOS PÚBLICOS Y NO PARA ADUEÑARSE DEL PODER Y HACER A SU ANTOJO LO QUE LES VENGA EN GANA (ahora, cambiar la C. N. ) no saldremos del pozo. Desde el años 1930 vienen manejando el país los Abogados y Economistas y miren hasta donde hemos llegado. Nada nuevo pasará con los mismos desde hace décadas apoltronados en puestos de importancia y que nada han hecho para mejorar la calidad de vida de los habitantes. Riquezas sobran, Dinero TAMBIÉN, solamente hacen falta una buena dosis de MORAL Y BUENAS COSTUMBRES, asociadas a una buena administración de los recursos y alejarse de recetas impuestas por vaya saber quienes que nadie vota y sin embargo, imponen y nos llevan a la ruina como Nación y Sociedad. Basta ver la Marcha del 1 del mes en curso para darse cuenta lo enferma que esta la sociedad.
02/02/2025 a las 2:48 PM
Basta ver la Marcha del 1 del mes en curso para darse cuenta lo enferma que esta la sociedad. (EN 25 AÑOS SE MUEREN)
02/02/2025 a las 2:45 PM
TAL COMO VENGO DICIENDO, AL PERONISMO LA QUEDAN 4 AÑOS.
02/02/2025 a las 2:46 PM
TAL COMO VENGO DICIENDO, AL PERONISMO LE QUEDAN 4 AÑOS.
02/02/2025 a las 3:32 PM
Impecable.Certero.Pensado.Visionario.Esperanzador.Para un cuadrito ….y de paso para la mesita de luz.
02/02/2025 a las 11:55 PM
«Lo que vimos en el ´24 llegó para quedarse y profundizarse apalancado por generaciones de voto joven que, comicio tras comicio, irán afianzando fatalmente la tendencia.»
FATALMENTE O AFORTUNADAMENTE LA TENDENCIA ?
NO OLVIDE QUE ESTAMOS A LAS PUERTAS DE UN GRAN CAMBIO. NADA SERA IGUAL. ABRA QUE REPLANTEARSE
LA DEMOCRACIA Y LA ADMINISTRACION DEL ESTADO.
POR ENDE, TAMPOCO LA POLITICA SERA IGUAL, LOS JOVENES NO NOS PERTENECEN, ELLOS DECIDIRAN EL CAMBIO QUE «AFORTUNADAMENTE» EMPEZO CON MILEI.
CREEMOS QUE EL PAIS ESTA PARA GRANDES COSAS, PORQUE NO DEPENDERA DE LA CLASE POLITICA QUE TENDERA A DESAPARECER, SOLO QUEDARAN REFERENTES DE PESO, EL RESTO SE DILUIRA.
LOS JOVENES VOTARON ESTE GOBIERNO, Y ELLOS TIENEN OTRA VISION DE LA REALIDAD Y UN ARMA IMBATIBLE, VOTARAN DESDE EL CELULAR, LO CUAL LOS HARA INCONTROLABLES PARA CUALQUIERA QUE LO INTENTE.
SEA OPTIMISTA, ARGENTINA VA A SER LO QUE DEBA SER, COMO DECIA DON JOSE DE SAN MARTIN.
LA TECNOLOGIA TAMBIEN LLEGO PARA LIBERARNOS DE LA MAFIA POLITICA.
03/02/2025 a las 5:23 AM
Muchachos, los que vieron en la marcha, son los que nos cuidarán en los geriátricos, curarán o nos defenderán en un juzgado dentro de 20 a 30 años ¿les parecen que estarán capacitados para hacerlo? Piénsenlo, por aquello que fueron los jóvenes que votaron a Milei para cambiar el país, su modelo peronista y la cultura educativa. ¿Realmente creen sinceramente que estos que marcharon pueden hacer algo productivo por la sociedad, si lo único que hicieron fue mostrar el culo y otras lindezas, como ocurrió en mi pueblo con la consigna «A donde vayan los iremos a buscar»? No sueñen. Lo que anhelamos todos no va a ocurrir en los próximos 50 años y en mi caso, no estaré para verlo, con suerte lo verán mis nietos.
03/02/2025 a las 7:44 PM
Para Juan Crisótomo…
Bien orientado. Lo que creo que la «plaga» regalona, prebendaria y corrupta se está terminando.
No pierda las esperanzas. Calcule que yo, a mis 83 las tengo intactas. No aflojemos. Todo lo bueno está por venir….aunque no venga nunca.
Se entiende, no?.
03/02/2025 a las 7:47 PM
Para Los Muchachos…..AMÉN.
03/02/2025 a las 11:38 PM
NO PIERDAN LAS ESPERANZAS, UN PAIS NO SE HACE CON
LA DESESPERANZA, HAY ILUSION, DESEO DE PROGRESO, VEMOS LA SONRISA EN NUESTROS SUCESORES Y ESO ES MOTIVO PARA CREER EN UN MAÑANA VENTUROSO.
NOSOTROS YA NO IMPORTAMOS POR MAS QUE OPINEMOS.
NUESTRO MOMENTO PASO, AHORA HAY QUE CONFIAR EN LOS JOVENES.
TENEMOS SOLO DOSCIENTOS AÑOS COMO PAIS.
NO PODEMOS PERMITIRNOS EL LUJO DE BAJAR LOS BRAZOS.
EL PUEBLO JUDIO TUVO 2000 AÑOS DE PERSECUSIONES, MATANZAS Y DISCRIMINACION, SIN SIQUIERA UN TERRITORIO.
HOY ES UNA POTENCA CON LA DOS TERCERAS PARTES DE SU POBLACION CON NIVEL TERCIARIO, AUN ASI LA SIGUEN CUESTIONANDO.
SI NO APRENDEMOS DE ELLOS Y SU RESILIENCIA, ENTONCES NUESTROS MAYORES LUCHARON EN VANO.
05/02/2025 a las 11:03 AM
Exacto don Elias y como dijo don Jorge Luis «doscientos años en la historia de la humanidad, es apenas un segundo»
05/02/2025 a las 1:26 PM
Excelente.
05/02/2025 a las 4:07 PM
Por fin una cabeza de comentario que generó repercusiones dignas de un espacio como el IP. Da gusto.
Es hora que los foristas entiendan que el insulto, las palabrotas, el sin sentido nada aporta.
Cuanto me alegra………