Por Hernán Andrés Kruse.-
“A todo esto, el frente interno de Galtieri, el ejército, comenzaba a desbaratarse quizás no por los problemas internos del país sino porque veían cómo ese aliado que siempre estaría para la Argentina comenzaba a soltarles la mano. A la mañana siguiente del día 17 de abril, se reúnen Galtieri, su cúpula de gobierno, Anaya y Lami Dozo, acompañados por los integrantes del COMIL (Comité Militar), con Alexander Haig y su comitiva, por petición de éste mediante Costa Méndez. En dicha reunión se le presenta el documento con la respuesta argentina y la contraoferta nacional a la oferta previa del Reino Unido. Este encuentro, muchos denotan, fue la cuña que dio por finalizada la mediación norteamericana, ya que en ella misma se dieron los enfrentamientos más duros entre el mediador y los integrantes de la Junta, especialmente por parte del Jefe de la Armada, el Almirante Anaya, quien tuvo durísimas intervenciones contra Haig, acusándolo abiertamente de “pro británico”.
Haig, sin acusar recibo, trató de aunar criterios y continuar con la negociación pero el enfrentamiento continuó, llegando a mediar en ciertos momentos el mismo Vernon Walters (embajador itinerante de Reagan). Ya al mediodía, luego de retirarse de la reunión y almorzar con las famosas “tres marías” y con Costa Méndez, y luego dirigirse a la casa del embajador norteamericano Shlaudeman, éste habló sobre las posibilidades de poder dar por tierra con las negociaciones, por lo que el avión del mediador y su equipo fue preparado para partir varias veces durante ese día. Ya por la noche y en una nueva reunión entre Haig y Galtieri, éste último le presentó una nueva y quizás última propuesta, en la cual se describía “el verdadero piso de las aspiraciones”; de aquí no habría ningún retroceso. Ésta decía: a) Creación de la Autoridad Especial Interina en los términos que reclamaba el Reino Unido. b) Inclusión de los argentinos en la administración a restaurar en las islas. c) Se especificaba la necesidad de tener en cuenta los “derechos” de los habitantes. d) Se hacía mucho hincapié en la necesidad de fijar el 31 de diciembre de 1982 como fecha límite a las negociaciones, pero lo más importante era que no figuraba en dicha propuesta la cláusula compulsiva de traspaso de soberanía.
Por medio de esta nueva instancia, donde la Argentina realizaba grandes concesiones a favor del papel del mediador, se daba una nueva tregua a la situación desfalleciente de la mediación. De esta manera, Galtieri presentó así la propuesta argentina, y luego de un fervoroso y quizás no comprensible cambio de actitud, comenzó a describir cómo él, siendo Presidente de la Argentina, recurriría a “cualquier cosa”, en clara alusión a una posible ayuda de la Unión Soviética; dicho gesto molestó más aún al mediador, quien se retiró a descansar. En las horas que seguirían a dicho encuentro, el Comité Militar, junto a los miembros de la Junta, iniciaron una discusión, en la cual se midieron fuerzas entre los miembros de la Junta, surgiendo de dicha confrontación la famosa cláusula número ocho, la “cláusula loca”, la cual fue un claro triunfo de Anaya quien además de haberse enfrentado a lo largo de la mediación con Alexander Haig, intercambiando más de una vez amenazas y palabras inadecuadas para una mediación, se enfrentó con varios miembros de la Junta, entre ellos con Galtieri, por no acordar la dirección que tomaba la mediación. Dicha cláusula decía: “A partir del 31 de diciembre de 1983, y hasta tanto entre en vigencia el acuerdo sobre el status definitivo, la jefatura del gobierno y la administración será ejercida por un funcionario designado por el gobierno argentino”.
La formulación de dicha cláusula responde a una clara demostración de poder ejercida por Anaya, quien con esta supuesta victoria, asomaría como la futura fuente primaria de toma de decisiones en el futuro del conflicto. Ante la sorpresa de dicha cláusula, no sólo de los mediadores, sino también de los diplomáticos, quienes veían cómo su trabajo y esfuerzo desaparecían frente a esta cláusula, la tensión entre la Junta, el Comité Militar y el mediador llegó al límite, quien decidió regresar a Washington. Antes de partir de la República Argentina, hubo un último encuentro entre Costa Méndez y Haig; en dicho encuentro Costa Méndez le comenta al norteamericano la decisión de la Junta de convocar al TIAR solicitando una reunión extraordinaria del Consejo de la OEA por los Artículos 6 y 13, ya que la Task Force había traspasado la zona límite antes de ingresar a la zona que comprende dicho tratado, o sea había alcanzado la Isla Ascensión.
Antes de partir, el mediador dio una breve declaración a la prensa, la cual marcaría de cierta forma el futuro de la mediación: “Estoy más convencido que nunca de que la guerra del Atlántico Sur sería la mayor de las tragedias y de que, en realidad, el tiempo se está acabando”. En realidad la etapa de la mediación norteamericana ya había llegado a su fin. De esta manera, Haig se convenció de que el proceso de decisión argentino era un desastre. Veía a los argentinos desdiciéndose constantemente, debido al carácter difuso y atomizado dentro de la Junta y de las Fuerzas Armadas. “Si Galtieri no tenía el poder de decisión, tampoco lo ejercía la Junta. En cada decisión el gobierno al parecer tenía que obtener el consenso unánime de todos los comandantes de los cuerpos de ejército y de sus equivalentes en la Armada y la Fuerza Aérea. Se progresaba por sílabas y centímetros y después aplicaban su veto hombres que nunca habían participado en la negociación”. De esto se deduce la importancia en la decisión final que tenía el Comité Militar, en relación a cualquier posición diplomática que tomase la Argentina durante la mediación norteamericana y a lo largo del conflicto.
Haig envió el nuevo ofrecimiento argentino el lunes 19 de abril, la nueva posición tomada por la Junta con la nula esperanza interna de que el Reino Unido la aceptase. Para el día martes 20 de abril ya tenía las primeras impresiones de la parte británica, y éstas no eran nada optimistas. Pym viajaría a Washington para reunirse con Haig, y Costa Méndez viajaría días después para asistir a la reunión en la OEA. El fin estaba muy cerca. Para el día martes 20 de abril, el consenso dentro de la Junta de gobierno era inexistente; ante cualquier tibia idea de moderación de Lami Dozo, la oposición acérrima de Anaya, y la creciente intransigencia de Galtieri, hacía del papel del ya desgastado moderador norteamericano una simple continuación de negativas que inexorablemente conducían al final de la mediación.
Para ese entonces la Task Force ya estaba sobrepasando y acercándose al área de exclusión impuesta por ellos mismos en los primeros días del conflicto. Se decidió entonces abrir la partida; darle una nueva oportunidad a la mediación norteamericana, pero abrir el juego a través de la OEA. Costa Méndez viajaría a Washington el día 26 de abril, donde hablaría ante la reunión extraordinaria de los Estados Americanos, pero atendiendo a los ya consumados sucesos de las Georgias. Pero éste no sólo sería el objetivo de apertura, sino también sería el recurrir a quienes los militares evitaron y de quienes se quisieron desligar desde el principio de su gobierno: “el movimiento de No Alineados”. El día 25 de abril, el Reino Unido, a través de la Task Force enviada al Atlántico Sur, puso en funcionamiento la “Operación Paraquat”, mediante la cual dio inicio a las acciones bélicas, recuperando y poniendo bajo control británico nuevamente a las Islas Georgias. Al encontrarse Costa Méndez con sus colaboradores, y su mini senado, el cual siempre los acompañaba, y luego de dirigirse al auditorio de la Reunión Extraordinaria de la OEA, es invitado por Alexander Haig a encontrarse debido a la necesidad de comunicarle noticias nada esperanzadoras para los argentinos.
En dicha reunión, el norteamericano le presentó el “Plan Haig II”, el cual contaba con todo el apoyo del Presidente Reagan. Las partes esenciales de dicho plan eran: a) Establecimiento de una autoridad especial interina. b) Establecimiento de la autoridad local tradicional, pero con al menos dos (2) representantes argentinos. c) Se izarían las banderas de los países que compusiesen el gobierno interino. Argentina no arriaría su bandera. d) Ante la fecha máxima de negociación y de no poder alcanzar una solución definitiva se aplicaría una prórroga de seis meses. A pesar de que este plan, contenía avances ciertamente favorables para la Argentina, y de una evaluación realizada por Quijano en ese momento, al caer el Plan en manos de “Las tres Marías”, y tras consultar a Buenos Aires, el documento y el plan en sí mismo fueron rechazados, quedando sólo un margen para desear una supuesta posibilidad de negociación la cual ya surgía desde Buenos Aires como imposible, al negar una contraoferta al Plan Haig II, y sólo contestar de manera oprobiosa, mediante un mensaje a Haig, el día 29 de abril.
En la reunión del plenario de la OEA, el día 27 de abril, luego de la alocución de Costa Méndez, en la cual se escucharon párrafos como el siguiente: …“la bandera Argentina, bandera americana, no será arriada mientras corra una gota de sangre por las venas del último soldado argentino que defienda las Islas Malvinas”… y frente a los representantes de los países americanos, previa reunión entre Haig y Costa Méndez donde le presentó el Plan Haig II, se llegó a la siguiente Resolución, por 17 votos afirmativos, 4 abstenciones y ninguno en contra: a) Cese inmediato de las hostilidades por parte del Reino Unido, teniendo en cuenta su presencia en el área comprendida por el TIAR. b) Instar al gobierno argentino a abstenerse de realizar cualquier acción que pueda agravar la situación. c) Deplorar y condenar las medidas coercitivas impuestas por los miembros de la Comunidad Económica Europea, ya que las mismas no estaban amparadas por la Resolución 502. d) Preservar la paz por medios pacíficos de resolución de conflictos (…).
Como hicimos referencia anteriormente el día 29 de abril, el gobierno militar, a través del embajador Takacs, le entregó a Enders la contestación oficial, surgida del seno del COMIL, a la propuesta norteamericana, el Plan Haig II, la que fue rechazada de plano por el Secretario de Estado norteamericano. De esta manera finalizaría la mediación norteamericana, la que comenzó con el llamado del Presidente Ronald Reagan, en las vísperas del desembarco argentino en las playas cercanas a Puerto Argentino, y finalizaría con un comunicado oficial leído por el propio Alexander Haig el día viernes 30 de abril de 1982. El texto hacía referencia a lo siguiente: 1. Los motivos de los Estados Unidos para intervenir: I. El peligro potencial que representaba el conflicto en el Atlántico Sur. II. Convencimiento del respeto por el derecho internacional para la solución pacífica de las controversias. III. El requerimiento de ambos gobiernos para que Estados Unidos interviniera. 2. Con respecto a la propuesta Norteamericana: “Representaba nuestra mejor estimación de lo que las dos partes podrían razonablemente aceptar”. 1. Con respecto al fracaso de la propuesta, Estados Unidos debía adoptar una posición concreta para demostrar que no podía ni podría perdonar el uso de la fuerza ilegal para dirimir disputas. 2. También hacía referencia a los aciertos y desaciertos de las partes en disputa. 3. Expresaba cuales eran las órdenes del Presidente Reagan y cual sería el castigo para la Argentina (restricciones a exportaciones, embargos militares, suspensión de créditos). 4. Finalmente se dejaba en claro el papel que tomarían los Estados Unidos en el conflicto, prevaleciendo la alianza trasatlántica por sobre el TIAR, lo cual produciría finalmente el vuelco hacia el Reino Unidos.
Hubo gestiones diplomáticas llevadas a cabo por el mismo Embajador norteamericano Shlaudeman en Buenos Aires, quien tuvo una entrevista con el mismo Galtieri en la noche del 30 de abril donde le ofreció varias soluciones de extrema urgencia, las cuales podían satisfacer a ambas partes en disputa. La contestación de Galtieri, según Shlaudeman, fue: “él era sólo uno de los tres que toman las decisiones (…) la Armada está hambrienta por entrar en acción (…) pero que de todos modos les plantearía el pedido a los jefes de la Armada y la Fuerza Aérea, Anaya y Basilio Lami Dozo”.
Para ese entonces los aviones, que se encontraban dirigiéndose con la Task Force, ya se preparaban para arrojar las primeras bombas sobre el aeropuerto de Puerto Argentino. De esta manera se desencadenaría una guerra, la cual según muchos académicos nunca debió suceder, y la cual continuaría con otras mediaciones como las realizadas por el Perú o por las Naciones Unidas, pero que serían abortadas y torpedeadas constantemente por los sucesos que se dieron a partir del 30 de abril, como el hundimiento del buque A.R.A. General Belgrano, el día 2 de mayo, mientras que el día 4 de mayo el buque insignia de la Task Force el Sheffield sería hundido por el lanzamiento de un exocet, el primero de una serie que haría temer a una de las mejores y más equipadas armadas del mundo.
El viaje del Papa Juan Pablo II sólo sirvió para enterarnos de una verdad, a la cual no veíamos o no quisimos ver. El desembarco y posterior afianzamiento de la cabeza de playa sólo apresuró el final del conflicto, como todos sabemos generando encarnizados enfrentamientos en la Bahía de San Carlos, en Pradera del Ganso, Darwin, Monte Longdon, Monte Tumbledown, cerro Dos Hermanas, Monte Harriet, y finalmente la toma de Puerto Argentino y la posterior rendición del Gobernador Militar Mario Benjamín Menéndez”.
(*) Federico M. Gómez: “La Diplomacia de Doble Nivel en Malvinas”. Una Aproximación Putniana al Proceso de Negociación en la toma de Decisiones en el Conflicto del Atlántico Sur. La Mediación de Alexander Haig” (Instituto de Relaciones Internacionales-UNLP-2007).
07/04/2025 a las 8:45 AM
El general Haig, antiguo comandante de la OTAN, tenía por misión ganar tiempo para facilitar el despliegue inglés; cuando éste se completó finaliza su mediación y los EE. UU. declaran su condena a la Argentina y su apoyo incondicional a Gran Bretaña. De ahí en más, como sucedió en la Vuelta de Obligado, solo quedaba que los gringos no se la llevaran de arriba -con perdón de los espíritus pacifistas y admiradores de la pérfida albión-.
07/04/2025 a las 3:51 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Milei derrotado en el Congreso otra vez por CFK, Macri y la UCR
Sergio Crivelli
Fuente: La Prensa
(*) Notiar.com.ar
6/4/025
A un gobierno inédito como el libertario le ocurren necesariamente cosas inéditas. El de Javier Milei es el único en la historia al cual el Congreso le rechazó un DNU. Desde el jueves es también el único al cual el Senado le rechazó candidatos a la Corte Suprema.
No fue mera coincidencia. En los dos casos se trató de disputas por herramientas decisivas de poder. En el primero, por unos 100 millones de dólares para la SIDE que en buena parte no iban a ser rendidos. Una enorme suma para comprar voluntades.
En el segundo, la pelea se libró por el control de un tribunal que garantizaría la viabilidad de las reformas, especialmente en materia de recorte fiscal y privatización de empresas públicas, que constituyen las principales fuentes de recursos para la dirigencia partidaria.
El segundo traspié legislativo de Javier Milei tuvo también motivos circunstanciales. Uno, el exceso de confianza acerca de la presión que podía ejercer sobre el kirchnerismo. No cedió a los reclamos de Cristina Kirchner para incluir en los tribunales miembros adictos y creyó que la heterogénea tropa peronista del Senado se iba a dispersar, lo que finalmente sucedió, pero no en la escala necesaria.
Otro motivo fue que en lugar de mandar al archivo los pedidos de acuerdos inviables resolvió jugar hasta el final, llevándolos al recinto. Intentó hacer eso el 21 de febrero, día en que el peronismo faltó a la cita, pero cuando decidió ocupar sus bancas la derrota del Gobierno quedó sellada. Se trató de una derrota sobre la que tuvo incidencia directa la campaña electoral.
En principio, Milei consiguió mostrar cuál es la grieta actual. Más allá de las cuestiones institucionales con las que intentó arroparse, Mauricio Macri quedó del lado opositor junto con Cristina Kirchner. El expresidente aportó dos senadores clave para que Kirchner tuviera quorum y pudiera hundir los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
Unión por la Patria no podía hacer arrancar la sesión porque contaba con 33 senadores y el quorum es de 37, pero Macri sentó dos senadores propios en sus bancas (Alfredo De Angelis y María Victoria Huala) y el radicalismo otros dos: Martín Lousteau y Pablo Blanco.
Es significativo que de los siete miembros que tiene el bloque PRO solo dos atendieran las indicaciones de su jefe político. Otro tanto podría decirse de Lousteau, que de los 13 radicales que pueblan la Cámara sólo consiguió el apoyo de uno, Pablo Blanco, al que no era preciso convencer porque es un opositor encallecido (ver “Detenida por la musa”).
Una vez iniciada la sesión, la mayoría del bloque radical votó contra Lijo, lo que puso en evidencia que no era que no quisiera rechazar su pliego, sino que hicieron oídos sordos a la orden de bajar al recinto del controvertido presidente de su partido.
¿Cómo jugará eso en octubre? El voto anti K, que es numeroso en CABA, ¿confiará en un macrismo que reclama en los medios el proyecto de Ficha Limpia, pero juega con CFK en el Senado? Dudas a las que se arriesgó Macri en sus arrestos contra Milei para no ser jubilado.
Toda la situación creada el jueves en el Senado estuvo impregnada de lógica electoral. Cristina Kirchner no tenía los 34 votos que teóricamente debían haberle dicho amén, porque la jujeña Carolina Moisés no aportó al quórum. Esa legisladora está enojada por la intervención partidaria a su provincia y con posterioridad votó a favor de Lijo y de García-Mansilla. También se declaró en rebeldía el santafesino Marcelo Lewandowsky por razones parecidas: está enfrentado con el kirchnerismo de su provincia. A la hora de votar lo hizo, no obstante, contra Lijo.
Capítulo aparte merece el alineamiento con el Gobierno de los partidos provinciales. Ninguno se prestó al quórum y todos votaron a favor de Lijo: los dos representantes de Misiones y de Santa Cruz, la de Río Negro, la de Neuquén y el peronista disidente de Corrientes.
También apoyaron al juez federal los tres senadores de Santiago del Estero y los tres de Tucumán. El gobernador vitalicio de Formosa, Gildo Insfrán, jugó a dos puntas: su vocero ante CFK, el verborrágico José Mayans, votó contra Lijo, mientras su compañera de banca, María Teresa González, lo hizo a favor.
Las razones institucionales esgrimidas durante el debate no tuvieron el menor peso en la votación con la que el peronismo derrotó a Milei. Desde hace años el Senado no puede cubrir cargos en la Corte, la Procuración o la Defensoría, porque la llave la tiene el peronismo que siempre exige su libra de carne. Un toma y daca para controlar la Justicia al que llaman eufemísticamente “consenso” y que ha degradado ese poder y garantizado la impunidad a los políticos poderosos. Eso no hay procedimiento constitucional que por sí solo pueda evitarlo.
07/04/2025 a las 3:58 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Graves errores con los jueces, el Golpe que imagina Bullrich y la foto que se perdió Milei
Ricardo Roa
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
6/4/025
No era necesario esperar el diario del lunes. Pasó lo que todos sabíamos que iba a pasar, aunque Patricia Bullrich diga ahora que al Gobierno le dieron “un golpe parlamentario”. ¿Que el Senado no ponga en la Corte a los candidatos que quisieron hacer entrar por la ventana es golpista? ¿Qué es lo democrático?
Ansiosa por destacarse y meter títulos, la ministra está siempre a un paso de irse a la banquina. Hay que darle la derecha, sin embargo, con lo que dijo el formoseño Mayans, jefe del bloque del PJ, amanuense si los hay de Cristina y un hombre con enorme talento para decir gansadas. En la sesión del jueves lo confirmó. Largó cosas como que “este gobierno es peor que la Libertadora”, por los militares que derrocaron a Perón ¡hace 70 años!. Y más peligroso: “Milei debería estar preso ya”. Está claro que Cristina los vuelve peores.
Un dato más sobre Mayans, que vimos por la tevé. Al final, se abrazó y festejó emocionado con senadoras peronistas la votación que volteó a Lijo. Ser leal es el principio elemental de cualquier relación personal, salvo en la política. El jefe de Mayans es, o era, habría que decir, el gobernador Insfran, el mismo al que Lijo le salvó la vida en un famoso escándalo de corrupción del kirchnerismo.
Boudou era ministro de Economía, Formosa le debía una montaña de plata a la Nación y Boudou le propuso a Insfrán poner a una consultora para simular que los asesoraba en el pago de esa deuda. Un invento para robarle plata a una de las provincias más pobres del país. El ladriprogresismo kirchnerista. Cualquier semejanza con los productores de seguros en el Banco Nación de Alberto Fernández no es pura coincidencia.
¿A quién le cayó el regalo? A The Old Fund, empresa del propio Boudou y que luego, con Kirchner, compró Ciccone. Otro escándalo. The Old Fund no tenía empleados ni había emitido una sola factura y embolsó por esa falsa gestión los casi 2 millones de dólares que le mandó la provincia. Todo documentado: el giro a través del Banco Macro y el retiro el mismo día de la plata en Buenos Aires. Lijo le pasó la causa a la justicia de Formosa para que pasara lo que pasó: se archivó rápidamente.
Para Bullrich que el Senado no vote como a ella le gusta es golpista, y para el jefe de gabinete, Guillermo Francos, la culpa de que el Gobierno haya perdido la votación es de Macri. Y eso que Francos, que viene de jugar en el Ascenso, es uno de los pocos funcionarios que patea con las dos piernas.
La explicación es simple: la derrota en el Senado ha sido tan fuerte que no saben qué decir, y a Francos se le ocurre algo que, imagina, los ayudará en la elección porteña. Hay algo peor que la casta: hacer lo que hace la casta fingiendo que se está contra la casta.
La paliza en el Senado es más grave porque le llega al Gobierno en medio de la catástrofe y la incertidumbre en los mercados que provocó Trump, y con la Argentina mal parada por la falta de dólares y también de herramientas: no tiene reservas para sostenerlo ni puede dejarlo flotar, porque sería peor el remedio que la enfermedad. Su precio se dispararía.
La clave sigue siendo sacar cuanto antes el acuerdo con el Fondo, y por eso Milei armó la valija y se fue otra vez a Estados Unidos con la ilusión y la promesa de una foto con Trump. Teóricamente iban a coincidir en una cena de la American Patriots, en el complejo de Mar-a-Lago, con cubierto de US$ 750 por persona y la “bomba rubia” Krisdee Clark, Señora Estados Unidos 2022 del Resort Wastegate de Las Vegas, como maestra de ceremonia.
Detalles sólo para entender que era como una fiesta de los 90 en Pinar de Rocha, con Graciela Alfano en el escenario. La foto al final no pudo ser: Trump apareció por el complejo pero más tarde, y se fue directamente a dormir. Milei se había ido un rato antes. La explicación aquí: Trump tuvo un problema con el helicóptero.
Algo más: antes de viajar, Milei metió la pata con el tema Malvinas. Nunca se sabe si se larga a hablar con ideas propias o está mal asesorado. O las dos. Es más grave en las relaciones exteriores donde cada palabra pesa. Dicho rápidamente: la Argentina no acepta que los isleños sean malvinenses, porque en esa condición podrían apelar al principio de autodeterminación.
Milei dijo lo que dijo y después dijo que no había dicho lo que dijo. Un clásico. Lo escuchó desde Ushuaia la vice Villarruel, que esperó hasta último momento que Milei la invitara. Pero hace más de un año que el presidente no le habla ni le responde sus mensajes. Al enemigo ni justicia.
Obvio, es el turno de pases de factura y de recriminaciones, pero la responsabilidad del fracaso en el Senado le cabe enteramente al propio Gobierno. Algo tan simple como que no juntaron los 48 votos que necesitaban para aprobar los pliegos de Lijo y de García Mansilla, y que en más de un largo año no supieron o no quisieron negociar para sacarlos.
Por momentos, actuaron como en un Centro de Estudiantes. García Mansilla, que entró por decreto a la Corte habiendo dicho que no lo haría, ya juez votó en contra de Lijo, su compañero de fórmula. En el medio, pasó de todo: desde cuentas de almacenero que les daban que tenían los votos que no tenían hasta las oscuras idas y vueltas con los representantes de Cristina. De Pedro, Mena y Olmos.
Ya es historia. Y es un partido que no tiene repechaje. Los perdedores son personas y están a la vista. Los principales: Milei, Lorenzetti, el autor de la maniobra y Santiago Caputo, que está en la misa y en la procesión, cuidando la imagen de Milei y redactando sus discursos y el diccionario libertario de los tuiteros, y arreglando las alianzas electorales y hasta los pagos a los gobernadores. Que no le vaya a pasar como a Pedro Camacho, el personaje de Vargas Llosa en La Tía Julia y el escribidor. Era un guionista muy exitoso, al que le encargaban escribir todo y todo lo escribía bien, hasta que un día empezó a confundir y mezclar los textos y los personajes.
Los ganadores están repartidos. Es la oposición, por supuesto. Pero también son las instituciones, como la Justicia y el estado de Derecho. Y eso, claramente, no es poca cosa.
07/04/2025 a las 4:04 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Signos de agotamiento del método libertario
Martín Rodríguez Yebra
Fuente: La Nación
(*) Notiar.com.ar
6/4/025
El manual político de Javier Milei tuvo desde el principio una sola página. Bajar la inflación, en un país desquiciado por la suba de precios, le daría un dominio irrefutable de sus rivales, a los que podría dominar sin negociar. Las encuestas le dieron la razón. Un sistema político roto se amoldó al humor social y se dividió entre conversos libertarios, colaboradores sumisos y enemigos impotentes.
Fue lindo mientras duró.
Ante la primera tormenta seria que amenaza el proceso de desinflación, Milei enfrenta el peligro en la soledad a la que lo condena el método que eligió para ejercer el poder. El arrojo que hasta hace unos meses parecía abrirle todas las puertas ahora lo induce a derrotas y contratiempos impensados. La “casta” que se apichonaba ante su empuje se atreve a desafiarlo. Los mercados, a los que creía haber enamorado, lo castigan con dosis ingratas de desconfianza.
La última semana, pródiga en traspiés, avivó en el propio seno del Gobierno la discusión sobre si es necesario un replanteo en los métodos. El fracaso en el Senado que cerró el camino a la Corte para Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, la polémica por el discurso presidencial sobre Malvinas y el fallido viaje relámpago a Palm Beach para buscar una foto con Donald Trump comparten como rasgo común la improvisación, la falta de planeamiento estratégico y la sobreestimación de las capacidades propias. Nada que no se hubiera visto en el caso $LIBRA, en la proclama antiliberal de Davos y en la forma en que se comunicó el acuerdo en ciernes con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Milei terminó 2024 con la promesa de que “a partir de ahora solo vienen buenas noticias” y abrió 2025 con un mensaje en redes en el que auguraba “tiempos felices para la Argentina” porque “lo peor ya pasó”. La perspectiva de una guerra comercial, que se materializó esta semana, enturbió el clima casi desde el mismo momento en que se vislumbró que Trump volvía a la Casa Blanca dispuesto a sacudir el mundo.
Bajo amenaza, el gobierno liberta¡”o se’mostró decidido a sostener el “ancla política” que significa el dólar planchado y la inflación a la baja. Resiste a fuerza de cepo y de reservas lo que llama “una cruzada devaluadora”, a la espera de que el acuerdo con el FMI devuelva el sosiego. Le toca hacerlo con su minoría parlamentaria, sin aliados permanentes y en el umbral de una sucesión de elecciones planteados como de vida o muerte.
Al menos así las entiende Milei. “Es al revés de lo que muchos dicen: no es que quiera acomodar la economía para ganar, sino que cree que no será posible ordenar definitivamente las variables si primero no muestra fortaleza en las urnas”, traduce un funcionario que entra casi a diario a la Casa Rosada.
EL FIASCO DE MAR-A-LAGO
La ansiedad financiera llevó a Milei a tirarse el piletazo de viajar a Estados Unidos en busca de una reunión informal con Trump. El episodio completo es un retrato de época. El canciller Gerardo Werthein tenía el martes una cita de alta relevancia en Washington con el secretario de Comercio, Howard Lutnick, en la antesala del anuncio de la nueva política arancelaria de Trump. Y se vio también con el secretario de Estado, Marco Rubio. El objetivo no confesado de esa misión era conseguirle a Milei una bilateral en la Casa Blanca con el presidente de los Estados Unidos. Un gesto con el que se pretendía acelerar el acuerdo con el FMI en las condiciones que necesita el Gobierno y aliviar la presión de los mercados.
A Milei le llegó una oferta alternativa. No había disponibilidad para el Salón Oval, pero podía intentar un encuentro informal si iba a Mar-a-Lago, el club privado-residencia de Trump en Palm Beach donde el jueves (como ocurre casi todas las semanas) se celebraba una gala de recaudación de fondos. El presidente de los Estados Unidos tenía previsto pasar a última hora, antes de irse a dormir.
Solo faltaba encontrar una justificación oficial para la aventura que requería un vuelo de 9 horas por tramo a cargo del maldito Estado. Quiso el destino que el evento en la mansión de Trump consistiera en buscar dinero para una iniciativa en la que está asociada Natalia Denegri, la presentadora argentina radicada en Florida, de excelentes contactos en círculos conservadores de la comunidad latina.
Se trata del proyecto Make America Clean Again (MACA), que promueve acciones de limpieza en ciudades afectadas por desastres climáticos y otras desgracias. Además de Denegri, lo motorizan el pastor de origen salvadoreño Glenn Parada y la organización We Found the Blue, cuya misión es conseguir donaciones para departamentos de policía y para la recolección de basura en condados con necesidades.
Una rápida gestión alumbró de improviso el premio “León de la LIbertad”, que en su primera entrega recayó sobre Milei. Hecho a medida.
El “Ball Room” de Mar-a-Lago era un festival de magnates con aspiraciones sociales, oportunistas a la pesca de contactos para hacer negocios y hasta portadores ocultos de mensajes diplomáticos para Trump. Milei se zambulló en ese ambiente como una celebridad.
Lo que ocurrió después entra en una nebulosa sin explicaciones. Milei recibió un poliedro de acrílico de manos del militar retirado John Rourke y el pastor Parada. Dio un discurso en el que prometió adaptarse a lo que pida Trump en términos comerciales y volvió a su mesa a esperar la cita prometida con el presidente. Pero pasaban las horas y el anfitrión no llegaba. Los miembros de la comitiva argentina –Milei, su hermana Karina, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el canciller Werthein- se fueron en medio de escenas de fastidio con los organizadores. Se enteraron de que Trump se había demorado en una escala anterior por la pinchadura de una rueda del helicóptero presidencial. Y entendieron que la reunión (o sea, la foto) no ocurriría.
Parada expresó su molestia: “Cien por cien estaba planeado –dijo el viernes el hombre que le dio el premio a Milei-. Terminando el evento vi que el Presidente se había ido al hotel. El responsable de llevárselo no estuvo bien. Lo vemos mal. Estaba todo planeado para que se vieran”.
Según su relato, Trump llegó cerca de la medianoche. Otro de los anfitriones lo presentó desde el estrado, pero se armó un tumulto en la puerta y el presidente optó por no entrar al salón y retirarse a sus aposentos. “Si Milei hubiera estado se habrían reunido”, insistió Parada. ¿Realidad o una excusa por haber ofrecido algo que no estaba en sus manos?
El fracaso estaba consumado. Milei se tuvo que conformar con publicar un compilado de fotos en la que los asistentes le pedían selfies. Quedó con los pulgares acalambrados. “Como un rockstar”, tuiteó Luis Caputo, testigo de la fiesta en plena turbulencia financiera.
Esas fotos desataron olas inesperadas en países lejanos, como Rumania. Periodistas de ese país descubrieron que entre los fans que posaban con Milei estaba el millonario lobbista rumano Dragos Sprinceana, de aceitados vínculos con el trumpismo. Sospecharon que era un emisario del primer ministro socialdemócrata, Marcel Ciolacu, que el viernes confesó que era cierto. Le había pedido que fuera a Mar-a-Lago a abrir un canal con Trump. El presidente de Estados Unidos apoya en Rumania a un candidato de ultraderecha que fue excluido del proceso electoral por la Justicia. No se sabe el destino de la gestión, pero al menos Ciolacu no tuvo que salir de Bucarest. “Los métodos tradicionales de la diplomacia no alcanzan”, declaró, tras jurar que el enviado no gastó dinero público.
Milei volvió al país con el trozo de acrílico más caro de la historia (solo mover el avión presidencial hasta Palm Beach cuesta al menos 500.000 dólares, según cálculos del mercado aeronáutico). La foto que no pudo ser avivó una pregunta incómoda: ¿tan enrevesada está la negociación con el FMI que el Presidente tiene que volar de urgencia a Estados Unidos a rogarle ayuda a Trump? Y a punto seguido: ¿y cómo hay que entender que el encuentro no haya ocurrido?
SOBREACTUACIÓN
La experiencia en Palm Beach expuso aún más la sobreactuación de Milei cuando quiso instalar la idea de que la Argentina había recibido un trato de favor en la masiva imposición de aranceles que anunció el miércoles. Friends will be friends, tuiteó, con un video del clásico de Queen. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, reforzó el mensaje: “Los aranceles más bajos que impuso EEUU para esta nueva etapa son para Argentina. Gracias Milei”. El 10% adicional que Trump les puso a los productos argentinos es el mismo porcentaje que tendrán los brasileños, los colombianos y los chilenos, cuyos gobiernos representan a la izquierda regional.
El racional de Trump con la Argentina y sus vecinos no parece haber sido la amistad, sino la intención de no arrojar a América Latina a los brazos de China. También dio señales de la preocupación por el rol del gigante asiático el enviado especial de Trump para la región, Mauricio Claver-Carone, cuando dijo que Milei debe abandonar el swap de monedas con China si quiere que salga adelante el acuerdo con el FMI. Sonó a una amenaza exagerada –acaso motivada por el encono del funcionario con parte del staff mileísta– pero provocó escozor en el Ministerio de Economía.
El mal paso internacional se combinó con la derrota en el Senado por los pliegos de Lijo y García-Mansilla. Casi un año de gestiones erráticas, empujones y amenazas terminó con una votación abrumadora contra los dos candidatos. Los senadores kirchneristas y radicales vencieron el miedo de pinchar el sueño de Lijo gracias al decreto que emitió Milei al filo del receso legislativo. Les dio la excusa perfecta para votar contra los pliegos sin descalificar al postulante, de cuya idoneidad profesional y moral solo hablaron cuatro de los legisladores durante el debate.
“Este proceso empezó como un cachetazo”, dijo Eduardo Vischi, el jefe de bloque de la UCR, que intentó hasta el último minuto evitarle la derrota al Gobierno. Sufrió el destino que Milei tiene reservado para los que vienen a ofrecerle el corazón. Al final votó en contra de los dos pliegos. Mauricio Macri había condenado a Lijo y a García-Mansilla cuando ordenó a los suyos dar quórum.
Resignado, el Gobierno solo atinó a “repudiar” el resultado en el Senado y acusar a Macri de votar con el kirchnerismo. Este último es un tabú que empieza a romperse a partir del empeño que ponen los libertarios en destratar a quienes ofrecen ayuda.
DESAFÍO ELECTORAL
Macri deja de lado cada vez más la diplomacia para referirse a Milei y los suyos, a quienes acusa abiertamente de estar afectando la economía por su forma de comportarse. Se puso el hombro la campaña del Pro para las elecciones del 18 de mayo, que concibe como un test de supervivencia para el partido amarillo.
El Gobierno respondió al convite con la lógica de riesgo que es su marca registrada. Al postular al portavoz presidencial Manuel Adorni, Milei nacionaliza una disputa distrital y se expone a un mini plebiscito personal. Espera tener listo el acuerdo con el FMI y superado el bache económico antes de la votación. ¿Lo conseguirá? Y si la respuesta fuera no, ¿cuánto ruido puede sumar al barullo económico que el ensayo salga mal?
Otra vez el nudo de la política y la economía. Milei y Caputo se desviven porque el riesgo país salga de la zona roja (este viernes se acercó por primera vez en seis meses a los 1000 puntos básicos) y por frenar la pérdida de reservas. La escalada proteccionista a nivel global trastoca los planes de un gobierno que pregona liberalismo, pero mantiene como “seguro político” un régimen cambiario intervencionista y una política monetaria distorsionada.
Milei, con números de aprobación social todavía altos, se enfrenta al dilema de seguir por el camino que lo llevó al éxito o cambiar de receta para un mundo en transformación. Él, que tanto celebró el triunfo de Trump, descubre el incordio de las plegarias atendidas.
La tempestad que desató la nueva política arancelaria de Estados Unidos golpea con especial fuerza a países con fragilidades estructurales, como la Argentina. Milei todavía espera una mano del “amigo” del Norte, a quien le dedicó elogios como ningún otro líder internacional.
Hasta ahora la política de Friends will be friends no trajo los éxitos esperados. Pero -presión para Werthein, canciller en capilla- el Gobierno no se resigna e insiste con acordar cuanto antes una bilateral en la Casa Blanca. La vigencia del gran Freddy Mercury está fuera de discusión: Show must go on.
07/04/2025 a las 4:12 PM
LA ARGENTINA POLÍTICA: ENFOQUES
Un daño gratuito al programa del oficialismo
Ignacio Zuleta
Fuente: Clarín
(*) Notiar.com.ar
6/4/025
El manual enseña que “lo perfecto en estrategia será producir una decisión sin llegar a ningún combate serio” (Liddell Hart). La dimensión de la derrota en la batalla de la Corte demostró que el gobierno tiene la pólvora mojada.
No le funcionaron ni las tribus amigas en la oposición ni agitar el morral ante el hocico de los gobernadores. Algo ha cambiado desde la votación del jueves pasado en el Senado y parecen agotadas las herramientas de persuasión que Olivos empleó hasta ahora para amedrentar a sus adversarios.
El principal daño se lo hace el propio gobierno. Jugó al victimismo como minoría y sacó, en porcentaje de votos, un margen similar al que obtuvo en las urnas en 2023.
Le hace un daño difícil de reparar al programa económico, que ha tenido apoyo de la mayoría de las fuerzas con representación legislativa, al debilitar la seguridad jurídica. Heredó una Suprema Corte fuerte y con probada resistencia al poder político, que es la garantía de que previsibilidad para quienes hacen negocios y defienden derechos.
Construyó debilidad donde había fortaleza, más si la deja con un cuarto juez a tiro de amparos si firma sentencias sin acuerdo del Senado. Para el tratado del inútil combate que imaginó la Yourcenar.
LOS CANDIDATOS, TAMBIÉN VÍCTIMAS
En lo táctico, logró alinear a todos los adversarios que han hecho fila para cachetearlo. El gobierno, ensimismado y endogámico, no le ganó a nadie y perdió con todos. Una torpeza de aficionados.
Es algo que hay que evitar y más cuando sos minoría. De paso, lesionó el prestigio de los candidatos. Los exhibió en la vidriera irrespetuosa y no los supo defender. Prefirió alimentarse del victimismo para sostener las patrañas de campaña sobre la casta y otras zonceras.
Lijo y García Mansilla han quedado deteriorados en su prestigio por esta derrota de la política, que es un oficio para hacer amigos, no enemigos que ahora van a ejercer venganza por este agravio de subirlos al cadalso a cambio de nada, porque fallaron en defenderlos. Pueden reclamarle a Olivos resarcimiento por daño moral y lucro cesante.
LIJO O EL PACTO DE SANGRE
La derrota en cubrir las vacantes de la Corte derrumba dos pilares de la gestión institucional del gobierno, que se explican en las personalidades de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla.
Lijo representa el momento fundacional del mileísmo en las oficinas del abogado Santiago Viola, apoderado de La Libertad Avanza, adonde los candidatos de 2023 debían ir a firmar el consentimiento.
En esa sede orbitaba la figura de Lijo a través de parientes y amigos, que extendían sus relaciones a la demografía de los jueces federales de la Asociación de Jueces Federales (Ajufe) inspirada por Ricardo Lorenzetti y el propio Ariel Lijo, y también hacia las aguas profundas del espionaje criollo, que no se fue y aún los guía.
Llevarlo a la Corte significaba para el grupo Viola un armisticio entre la dirigencia política y los jueces federales después de 30 años de conflictos en los que la justicia siempre le ganó a los políticos.
Desde el tardomenemismo de finales de los años ’90 hasta el fernandismo de 2019-2023, la política amenazó con una purga en la justicia federal. Nunca pudieron con ellos. Milei justificó el nombre de Lijo cuando dijo que era un hombre que conocía como pocos la justicia por dentro. Era el mismo argumento de la corporación judicial que patrocinó, con Lorenzetti a la cabeza, su nominación.
MANSILLA, UN HOMBRE DEL POZO
El rechazo de García Mansilla derrumba otro pilar clave de la institucionalidad del gobierno de Milei: era el seguro que necesitaba para disipar el fantasma de que la Suprema Corte frena los grandes proyectos de inversión que circula el gobierno bajo el rótulo de los RIGI, y otros que empuja bien flojo de papeles.
El gobierno más débil de todos los que ha tenido el país desde la transición democrática ha elegido administrar en el borde de la legalidad. Es su principal error político.
Sin muchos votos (apenas el 29% propio de la primera vuelta), sin respaldo territorial ni legislativo, pretende legislar con medidas de emergencia, decretos de necesidad y urgencia y otros tipos de órdenes ejecutivas como no pagar las deudas o paralizar las obras públicas.
El emblema de esa precariedad es que rehúye el debate del presupuesto y se atiene al cálculo de gastos del gobierno de Fernández-Massa de 2022, prorrogado por segundo año consecutivo.
Para respaldar esas fragilidades es necesario un hombre como García Mansilla, cuyos antecedentes lo ligan a la industria petrolera. Trabajó como abogado de empresas y es un garante, como profesional, de la ingeniería de los contratos de las grandes empresas del sector.
Desde 2014 es el director ejecutivo de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos. En la jerga de esa actividad, es casi un hombre de pozo.
OJO AL ESPEJO DE MACRI 2017
El daño que se ha infringido le será difícil de reparar. Es una señal letal para el mercado, que ha tomado nota no ya de la debilidad que ha mostrado para la disputa política (en la que Macri le ha dado un golpe letal), sino que ha perdido la posibilidad de blindar legalmente el paquete de inversiones del que depende el programa de gobierno.
Su caída, aunque rebote hasta noviembre, sigue a otra pérdida clave para el gobierno que fue la renuncia de Rodolfo Barra como abogado del Estado. El aporte del ex Procurador del Tesoro era invalorable y era uno de los funcionarios más importantes del gobierno.
Como García Mansilla, es un veterano en la ingeniería de los contratos con el Estado. La torpeza política suele cobrarse en el terreno de la economía. Le ocurrió a Macri, cuya administración dependía de los míticos contratos de Participación Público Privada.
La malandanza que siguió a las elecciones legislativas de 2017 convencieron al público y a los mercados de que el plan no tenía sostenibilidad ante la sequía; la fortaleza del peronismo cristinista; el flight to quality de las inversiones de los emergentes hacia los Estados Unidos del primer Trump; y el escándalo de la causa cuadernos.
Este affaire, comprometió a un seleccionado de empresas y ahuyentó a los inversores de afuera, que deshicieron lentamente sus contratos.
LA HORA DE LOS ACUERDOS
Lo más valioso que pudo escuchar el gobierno del debate en el Senado estuvo contenido en las exposiciones de los dos caciques que controlan la Cámara.
Juan Carlos Romero, coordinador de «Los 38» senadores del no pejotismo, y José Mayans, jefe del interbloque del peronismo, defendieron la necesidad de que después de este revés el gobierno tiene que sentarse a negociar algún acuerdo que le permita seguir gobernando dentro de la ley.
La coincidencia viene de dos senadores que saben lo que ha perdido el gobierno en esta batalla, que no se limita a la retórica de los discursos ni a la capacidad de seguir amenazando al “centrao” con el escrache por acercarse al peronismo que llaman kirchnerismo.
El contrapunto entre los dos fue un reclamo de diálogo. Romero: «Las leyes y la Constitución fueron creadas en una época de partidos fuertes y diálogo político, en el liderazgo de esos dos partidos que significó una reforma de la Constitución aceptada, la única reforma que tuvo consenso del principio hasta el final; porque reconozcamos que ni siquiera la del 53, que tanto valoramos, tuvo la aceptación de la provincia de Buenos Aires hasta el 60, donde impusieron sus reglas (…). Que concluya esta sesión y nos tomemos, a partir de esta sesión, el tiempo necesario para comprender y que haya un diálogo para salir de esto, que es gobernar por decretos».
Replicó Mayans: «Aspiramos, nunca es tarde. Hagamos el diálogo. Yo estoy de acuerdo. Siéntense el jefe de Gabinete, la vicepresidenta de la Nación, los presidentes de bloque y hablemos de qué vamos a hacer con la Justicia argentina en la que, más del 90 por ciento de los argentinos, no creen.»
EL PACTO PARA LA NUEVA AUDITORÍA
Mayans aportó una herramienta que puede tokenizarse como pieza de negociación de algún acuerdo que permita romper el bloqueo político.
Es el proyecto de ampliación de miembros de la Auditoría General de la Nación con reducción del mandato. Busca crear nuevas posiciones para negociar en un país en donde la bipolaridad tradicional que rigió hasta finales del siglo XX no funciona más.
Pasar de seis a ocho integrantes aporta más sillas para un reparto que se puede sumar a un proyecto de ampliación de la Suprema Corte de 5 a 7 integrantes. El gobierno salió rápido y discreto a desalentar todo lo que sea crear cargos.
Como el proyecto de Mayans cayó bien en las otras bancadas del Congreso, Juan Carlos Romero aportó un nuevo formato a la reforma de la AGN, limitando los mandatos a la duración del período presidencial de 4 años y al de 6 de los senadores desde la reforma de 1994.
El argumento es que ese recorte asegura un mejor reparto entre bloques y evita que se formen mayorías que bloqueen. Romero intentará esta semana que el debate arranque en las comisiones del Senado y eso genere una mesa de acuerdos en donde se pueden desbloquear la Corte, la Procuración y el Defensor General.
MACRI GANÓ LA PRIMERA BATALLA
Le va a costar al gobierno bajar del alambrado a la oposición que festeja la derrota que le propinó al voltear los pliegos para la Suprema Corte. Mauricio Macri le ha ganado a Milei la primera batalla electoral, después de voltearle la licitación de la Hidrovía.
Ahora espera que la Bicameral que revisa las cuentas del Estado apruebe este martes la rendición del gasto correspondiente al año 2017. Esa comisión analizará los dos informes que recibió de la Autoría General de la Nación.
Uno, firmado por los integrantes que pertenecen al peronismo, se abstiene de opinar, en un gesto descalificante de la gestión de Macri. Otro informe de la minoría integrada por la UCR y el PRO le aprueba la ejecución, aunque con observaciones.
La Bicameral se reúne el martes con la presidencia de Miguel Angel Pichetto, que espera tener los votos para dejar por aprobados esos gastos. Los dictámenes de la AGN pueden ser materia de denuncias penales.
En la Argentina nunca han comprometido a ningún presidente, pero todos se han ocupado de que se los aprueben. En otros países un desliz en la ejecución del gasto le puede costar la cabeza a un mandatario.
El ejemplo más cercano es el de Dilma Rousseff. En 2016 fue destituida de la presidencia de Brasil por irregularidades en la ejecución del presupuesto. Algo que parece en un momento una nimiedad formal puede convertirse en una tragedia política.
PÁNICO POR LOS RESCOLDOS DEL CRIPTOGATE
Algo de eso parece presumir el oficialismo, que espera aterrado la sesión del martes en Diputados en donde se tratarán varios proyectos de la oposición para crear algún tipo de comisión que investigue el CriptoGate.
También se tratarán proyectos para citar a funcionarios del gabinete a que expliquen ese affaire que el oficialismo insiste que ya pasó, no fue nada y que no tiene ningún interés ahondar.
Los diputados que agitan la bandera del CriptoGate entienden que bajo las cenizas han quedado rescoldos del caso, que exponen a Milei, su hermana y a otros funcionarios, que se avivarán ante el primer vientecito proveniente de la justicia de los Estados Unidos.
En la sesión del martes también se trata un emplazamiento que le ponga fecha al tratamiento de una reforma previsional en la Comisión de Presupuesto. Hay varios proyectos que proponen fórmulas de compensación a quienes han quedado sin posibilidades de empalmar su condición después el cese de la moratoria que venció en marzo.
10/04/2025 a las 8:15 AM
“Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”.
https://www.infobae.com/historias/2025/04/10/si-quieren-venir-que-vengan-el-discurso-improvisado-de-galtieri-y-la-estrategia-fallida-para-impresionar-al-enviado-estadounidense/
Haig traía el título de mediador. No lo era
17/04/2025 a las 9:14 AM
https://viastoer.blogspot.com/2024/09/blog-post_70.html