Por Luis Orea Campos.-

Piden a Felipe Solá que intervenga para evitar la depredación de la fauna íctica a manos de pescadores comerciales paraguayos que se suma a la serie de incidentes entre la prefectura de ese país y pobladores de las islas Apipé por una cuestión de límites

El senador nacional por Corrientes Pedro Braillard Poccard dirigió una nota al Ministro Felipe Solá solicitando que se activen los mecanismos diplomáticos pertinentes para reclamar el cese de la pesca indiscriminada en las aguas del río Paraná por parte de pescadores oriundos del vecino país.

La presentación es reiterativa de una nota anterior en cursada a mediados de mayo de este año en la que el legislador puso en conocimiento del Canciller los continuos incidentes que se producen en la actualidad entre los pobladores locales y efectivos de la prefectura paraguaya en las aguas del río Paraná que rodean a las islas Apipé aledañas a la localidad de Ituzaingó debido a que las aguas que rodean la ínsula están actualmente bajo jurisdicción de la República del Paraguay como resultado del trabajo de la Comisión Mixta Internacional Demarcadora del Límite presidida por el general argentino Luis María Miró durante la dictadura militar.

Según el senador correntino “A la ya preocupante situación descripta oportunamente se suma un grave daño ecológico de perjudiciales consecuencias económicas y ambientales para nuestro país que no puede dejarse crecer y requiere urgente intervención diplomática más allá de las limitaciones materiales que impone la situación sanitaria”.

Braillard se refiere al incremento abusivo de la pesca por parte de pobladores paraguayos cuyas actividades en medio de la mayor bajante del río Paraná en casi 50 años representan una auténtica depredación indiscriminada de la fauna íctica.

Recuerda que el Gobierno de la Provincia de Corrientes estableció que a partir del 30 de abril la pesca de subsistencia se sumaba a las prohibiciones antes decretadas de actividades comerciales y deportivas en un esfuerzo por no agravar el cuadro ambiental.

Sin embargo ello no tuvo correlato en el vecino país en función de evitar daños mayores al ecosistema fluvial internacional, cuyas autoridades muestran una permisividad en cuanto a las actividades pesqueras de sus ciudadanos.

El legislador entiende que la República Argentina no puede permanecer impasible frente al comportamiento permisivo de la autoridades del vecino país como resultado del cual se registran severos perjuicios que no sólo perjudican a Corrientes sino que proyectan los daños ambientales sobre todo el ecosistema que comparten varias naciones.

El reclamo del representante provincial plantea un desafío para el ministro Solá por cuanto en la práctica la situación ya excedió el ámbito de la provincia para proyectarse sobre el ecosistema que comparten varias naciones con consecuencias dañosas de gran magnitud.

Fuentes del arco político correntino mostraron su escepticismo respecto de la respuesta del funcionario dado que Corrientes está gobernada por un color político diferente al partido Justicialista, los dirigentes del cual se mostraron totalmente indiferentes a la problemática.

Por otra parte la desconfianza se asienta en antecedentes poco favorables con respecto a la gestión del actual ministro durante la época menemista, sobre la que en el año 2000 el coordinador nacional de Pesca Juan Carlos Cabirón dijo que «En 1994, comienza con Solá a descuidarse el control y se pesca mucho más de lo recomendado hasta llegar al doble», agregando que «Solá llevó una política que permitió el exceso de capacidad pesquera en el Mar Argentino».

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