Por Israel Rabinowicz.-
Las casualidades políticas no existen, errores políticos sí.
En Israel la atención está depositada siempre en las mismas cosas aunque el orden de importancia se modifiquen, los conflictos potenciales en las diferentes fronteras, la descomposición de Siria como Estado haciendo florecer grupos con ideologías que se cambian a cada momento, nadie sabe a quién responden, lo único común es que Irán abastece a todos, obviamente Israel es un objetivo común. A bombardeos desde Siria, importante destacar que fueron los primeros desde 1973, Israel respondió de inmediato con su aviación para dejar claro que no está dispuesto a correr riesgos, cuáles son esos riesgos es donde comienzan los analistas y las diferencias de lecturas.
El levantamiento de las sanciones económicas contra Irán pone en sus manos más de US$ 150 mil millones para extender sus tentáculos e influencia a través de los diferentes grupos terroristas, la ideología de los mismos es lo de menos, tampoco interesa.
En el sur, con Hamás, de grandes enemigos de repente se comienzan a escuchar voces diferentes, desde el exterior llegan noticias y comentarios que un acuerdo político piloteado por Tony Blair y apoyado por Turquía, Egipto, Qatar e Israel se está negociando, un largo alto al fuego contra la concesión de un gobierno casi autonómico, puerto y salida al mar autorizado, es casi como un reconocimiento a un nuevo Estado Hamasico, todo ello en contra del Estado Palestino y de su legítima autoridad, Abu Mazen, a su poco peso político dejarlo aún más flotando en el aire, nadie cuenta con él. Como todos los actores se apuran en desmentirlas es clara señal que algo se cocina.
Pero como en Oriente Medio todo es impredecible, Israel no está fuera de ello, ante la próxima edición de un libro sobre Ehud Barak, ex Primer Ministro, ex Ministro de Defensa y ex Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, en donde realizó declaraciones cuya grabaciones debían pasar por la censura militar por si dentro de ellas había secretos militares, para sorpresa de todos de repente la televisión lanza al aire dichas grabaciones en donde el tema central es un posible ataque de Israel a Irán para destruir su potencial nuclear en construcción.
Tema de máxima sensibilidad sobre el cual todos hablan, nunca nadie nada concreto, cualquier referencia un poco menos en el aire siempre debe tener un origen de fuentes extranjeras, por ello sorprende que se haya permitido liberar comentarios que, seguro que muchos menos conflictivos, no lo serían autorizados en 30 años. Barak claramente dice que Israel estuvo en 3 oportunidades analizando concretamente atacar a Irán, explica quiénes estaban a favor y quiénes tartamudeaban una concreta posición, en blanco sobre negro la posición favorable de Netanyahu hacía dicho ataque, un línea y pensamiento paralelo entre ambos, pero deja muy mal parados a otros aún hoy en posiciones políticas y militares claves.
Se conoció que luego de las declaraciones de Barak autorizados por la censura éste realizó gestiones para bloquearlas, evitar darlas a conocer, es posible que luego haya recapacitado sobre los daños y sobre posibles efectos negativos, una vez que dejas de ser dueño de tus palabras éstas ya vuelan solas. Y volaron tan rápido que son tapas de los principales periódicos del mundo, en Estados Unidos la televisión abrió con ellas.
Los analistas dicen que Barak quiere e intenta con éstas conflictivas declaraciones regresar a la política, que su ego no le permite estar fuera del poder y de la toma de decisiones, para él el poder es más importante que los US$ 250.000 que cobra por cada conferencia de 1 hora, dicen que tiene un promedio de 2 por mes, que no está para vivir como un jubilado de privilegio, no está aún para sentarse a descansar en un banco de una plaza pública con los pájaros revoloteando sobre su cabeza y alimentando a las palomas que lo rodean…
Este tema dejó de lado, seguramente por unas horas, al tema central que es el enfrentamiento entre Obama y Netanyahu por el acuerdo de Estados Unidos con Irán, Obama percibe que su tranquilidad y seguridad de que los que se oponen a él no conseguirán el 67% de los congresistas necesarios para anular el acuerdo, cada vez es menos su tranquilidad y seguridad, de los 13 votos que los separaban que le permitían dormir con tranquilidad ya quedaron reducidos a solo 8 con clara tendencia a que éste número continúe reduciéndose, el año próximo hay elecciones generales en los Estados Unidos, Obama se retira definitivamente, pero para la mayoría de los congresistas la vida política continúa.
Para Netanyahu ganarle a Obama puede resultar un gran éxito personal, para Israel una gran derrota política futura, lo mejor es que el tema finalice con la ratificación del acuerdo nuclear con Irán por parte del Senado Americano, con un Obama salvando su honor, será el momento en que la normalidad comenzará a retornar, en que se converse de compensaciones y el fortalecimiento del trabajo en conjunto.
Un último párrafo sobre algo fuera de contexto de éste comentario, pero la situación obliga, Cuando todos los ojos del mundo están puestos en una nueva crisis económica -pregunto, ¿la anterior finalizó?- cuando por arte de magia en horas desaparecen trillones de millones de dólares de las carteras de inversiones, cuando la preocupación, la ansiedad y los nervios por sus dineros y el futuro hace que la presión arterial haga saltar cualquier tensiómetro, vale la pena tener un ojo puesto en Oriente Medio, desde aquí en cualquier momento salta la banca.
Hasta la próxima.
25/08/2015 a las 8:00 PM
Israel y al-Qaeda pierden un avión en Siria
| 23 de agosto de 2015
El 21 de agosto de 2015, la fuerza aérea israelí trató de abrir un paso terrestre a los elementos de al-Qaeda y sus aliados del Ejército del Islam y del Ejército de la Conquista que tratan de tomar la base militar siria de Khan Al-Sheih (en la provincia de Damasco) así como la base de Quneitra.
Durante los combates registrados en la región de Quneitra, la coalición Israel/al-Qaeda perdió un avión, derribado por el fuego antiaéreo del Ejército Árabe Sirio.
25/08/2015 a las 8:03 PM
Los planes secretos de Israel y Arabia Saudita
La respuesta de Tel Aviv y Riad a las negociaciones entre Estados Unidos e Irán se inscribe en la lógica del financiamiento saudita de la guerra de 2008 contra Gaza: la alianza entre un Estado colonial y una monarquía oscurantista. En momentos en que el Medio Oriente se prepara para vivir un cambio de 10 años en sus reglas del juego, Thierry Meyssan revela en este trabajo el contenido de las negociaciones secretas entre Tel Aviv y Riad.
Algunos, en el Medio Oriente, tienen conciencia de que los acuerdos secretos que Washington y Teherán podrían firmar el 30 de junio próximo –al margen del acuerdo multilateral sobre la cuestión nuclear– determinarán probablemente las reglas del juego para los próximos 10 años.
La firma de esos acuerdos tendría lugar en momentos en que Estados Unidos se ha convertido en el primer productor mundial de petróleo, por delante de Arabia Saudita y de Rusia. En esta nueva situación, Estados Unidos ya no necesita para sí mismo el petróleo del Medio Oriente y lo único que le interesa es que ese mercado siga funcionando en dólares.
Además, Washington ha iniciado un reposicionamiento de sus tropas, moviéndolas de Europa occidental y el Medio Oriente hacia el Extremo Oriente. Pero eso no quiere decir que tenga intenciones de abandonar esas regiones sino que quiere garantizar su control por otros medios.
Israel
Según nuestras informaciones, hace 17 meses (o sea, desde que se anunció que Washington y Teherán estaban negociando, negociaciones que en realidad comenzaron hace 27 meses), que Tel Aviv viene negociando en secreto con Arabia Saudita. Delegaciones de muy alto nivel se han reunido 5 veces en la India, en Italia y en la República Checa.
La cooperación entre Tel Aviv y Riad es parte del plan estadounidense de creación de una «Fuerza Árabe Común», bajo los auspicios de la Liga Árabe pero… bajo las órdenes de Israel. Esa fuerza ya está operando contra Yemen, realizando una campaña en la que miembros de la fuerza aérea israelí pilotean bombarderos sauditas en el marco de una coalición “árabe” cuyo cuartel general, también instalado por Israel, se halla en Somalilandia, un Estado no reconocido situado del otro lado del estrecho de Bab el-Mandeb [1].
Pero Riad no tiene intenciones de oficializar esa cooperación mientras Tel Aviv siga negándose a aceptar la iniciativa árabe de paz que el príncipe Abdallah había presentado a la Liga Árabe en 2002, antes de convertirse en rey de Arabia Saudita [2].
No obstante, Israel y Arabia Saudita han llegado a ponerse de acuerdo sobre varios objetivos.
En el plano político:
– «Democratizar» los Estados del Golfo, o sea asociar los pueblos a la administración de sus países, aunque reafirmando la intangibilidad de la monarquía y del modo de vida wahabita;
– Cambiar el sistema político en Irán (aunque ya no se trataría de hacerle la guerra);
– Crear un Kurdistán independiente para debilitar a Irán, a Turquía (a pesar de que esta última fue durante mucho tiempo aliada de Israel) e Irak (pero no a Siria, ya debilitada por largo tiempo).
En el plano económico:
– Explotar el campo petrolífero de Rub’al-Khali y organizar una federación entre Arabia Saudita, Yemen y quizás Omán y los Emiratos Árabes Unidos;
– Explotar los campos petrolíferos del desierto de Ogadén (bajo control etíope), garantizar el control del puerto de Adén (en Yemen) y construir un puente entre Yibuti y Yemen.
En otras palabras, si Tel Aviv y Riad han decidido adoptar la clásica postura de «a mal tiempo, buena cara» y admiten que Irak, Siria y la mitad del Líbano queden bajo control de Irán, también tienen intenciones de:
– Asegurarse de que Irán renuncie a exportar su revolución;
– Controlar el resto de la región, con excepción de Turquía, que ha tomado el lugar de Arabia Saudita en materia de terrorismo internacional y acaba de perder Siria.
Palestina
Después de la firma de los acuerdos entre Estados Unidos e Irán, el reconocimiento internacional de un Estado palestino, conforme a los acuerdos de Oslo y la iniciativa árabe de paz, sería sólo cuestión de meses.
El gobierno palestino de unión nacional, que nunca llegó a funcionar, ha dimitido repentinamente. Parece seguro que el Fatah de Mahmud Abbas contará con amplio respaldo de su pueblo si el Estado palestino obtiene la admisión en las Naciones Unidas.
El Hamas, que desde 2008 se había convertido en símbolo de la Resistencia, se desacreditó abruptamente al oficializar su condición de miembro de la Hermandad Musulmana (cofradía que realizó varios intentos de golpe de Estado en Arabia Saudita) y al tomar las armas contra el único Estado de la región que había demostrado ser verdaderamente favorable a la causa palestina: la República Árabe Siria. Después de eso, el Hamas, deseoso de redorar su imagen, ha optado por mantener un perfil bajo y priorizar más bien acciones no violentas.
El reconocimiento del Estado palestino pondrá fin al derecho de los palestinos a volver a las tierras de las que fueron expulsados. Pero les abrirá el acceso a un nuevo estatus. Por su parte, Estados Unidos y Arabia Saudita realizarán grandes inversiones para desarrollar la economía del nuevo Estado.
Varios candidatos ya se agolpan para tomar el lugar que actualmente ocupa Mahmud Abbas (quien ya tiene 80 años y cuyo mandato a la cabeza de la Autoridad Palestina expiró en 2009). Y entre los aspirantes a reemplazarlo está Mohamed Dahlan, el ex jefe de la seguridad que, por ser sospechoso de haber organizado el envenenamiento de Yaser Arafat, se vio obligado a dejar el país en 2007.
Después de haber trabajado para los Emiratos Árabes Unidos y de haber obtenido las nacionalidades de Montenegro –como el ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra– y de Serbia, Mohamed Dahlan regresó a Palestina en febrero, con ayuda de sus ex adversarios del Hamas. Ahora convertido en millonario, Dahlan está gastando dinero a manos llenas en la compra simultánea de combatientes y votos.
Un candidato más serio podría ser Maruan Barghuti, quien purga actualmente 5 penas de cadena perpetua en Israel pero que podría ser liberado en el marco del acuerdo de paz. Se trata, efectivamente, de la única personalidad palestina no corrupta que ha escapado a los asesinos del Mossad.
Arabia Saudita
En ese contexto, el viaje a Rusia del príncipe Mohamad ben Salman, hijo del rey Salman de Arabia Saudita, ha desatado gran inquietud ya que una campaña de prensa dejó entrever que su intención era negociar un cese de la ayuda rusa a Siria. Esa visita se producía una semana después del viaje del director de la Organización de Cooperación Islámica, Iyad ben Amin Madani. El príncipe viajó en compañía de varios ministros y de unos 30 hombres de negocios. La delegación saudita participó en el Foro Económico de San Petersburgo y el príncipe fue recibido por el presidente Vladimir Putin.
Desde su creación, el reino wahabita ha mantenido relaciones privilegiadas con Estados Unidos y había considerado a la Unión Soviética y a Rusia como adversarios. Pero ahora parece que eso está cambiando.
La considerable importancia de los acuerdos económicos y de cooperación firmados parece iniciar una nueva política. Arabia Saudita compró 16 centrales nucleares, aceptó participar en el programa espacial ruso e incluso negoció varios acuerdos petroleros cuyos detalles no se han hecho públicos.
Para evitar toda ambigüedad sobre ese acercamiento, el presidente Putin ha declarado públicamente que Rusia no modifica su respaldo a Siria y que contribuirá a toda solución política conforme a la voluntad del pueblo sirio. En intervenciones anteriores ya había precisado que ello implica que el presidente Assad se mantenga en el poder hasta terminar los 7 años del mandato para el cual fue democráticamente electo.
Los perdedores en la redistribución de cartas
Todo hace pensar que después de la firma de los acuerdos entre Estados Unidos e Irán [3], los perdedores serán:
– El pueblo palestino, que se verá privado de su derecho inalienable al regreso, derecho por el cual lucharon 3 generaciones de palestinos;
– Turquía, que corre el peligro de tener que pagar muy caro su sueño de hegemonía, su apoyo a la Hermandad Musulmana y su derrota en Siria [4];
– Francia, que se obstinó durante 4 años en tratar de restaurar sus intereses coloniales en la región para verse ahora –a fin de cuentas– en posición de simple proveedor de Israel y de Arabia Saudita [5].
25/08/2015 a las 8:06 PM
Francois Hollande, Israel y la bomba atómica
por Thierry Meyssan
En la tradicional entrevista política en ocasión de la fiesta nacional de Francia, el presidente Francois Hollande negó que Israel tenga la bomba atómica. Sin embargo, el Estado hebreo posee entre 80 y 400 ojivas nucleares e incluso ha utilizado bombas de neutrones contra poblaciones civiles. ¿Será que Hollande realmente ignora lo que todo el mundo sabe –en cuyo caso sería simplemente incapaz de hacer frente a sus responsabilidades como jefe de las fuerzas armadas de Francia y del arsenal nuclear de ese país– o simplemente dio una muestra de mala fe, llegando al extremo de insultar con ello la inteligencia de sus conciudadanos
El 20 de mayo de 2015, Israel, que está participando en los bombardeos de la llamada Fuerza Común Árabe, utilizó una bomba de neutrones en Yemen. Se trata de una bomba nuclear táctica que mata todo ser viviente sin destruir la infraestructura.
La tradicional entrevista del presidente de la República Francesa, en ocasión de la fiesta nacional del 14 de julio, dio este año a Francois Hollande la oportunidad de proferir todo tipo de declaraciones, tan indecentes como descabelladas.
Pero sólo quiero llamar la atención de los lectores sobre su respuesta a una pregunta de la presentadora Claire Chazal sobre el acuerdo del grupo 5+1 con Irán:
«Francia estuvo muy firme en esa negociación y Laurent Fabius la condujo con mucho rigor y firmeza.
¿Cuál era mi preocupación? Evitar la proliferación nuclear. ¿Qué quiere decir “la proliferación nuclear”? Quiere decir que Irán pudiese tener acceso al arma nuclear. Si Irán obtuviese el arma nuclear, Arabia Saudita, Israel, otros países también querrían obtener el arma nuclear. Sería un riesgo para el mundo entero. Así que había que impedir que Irán pudiese tener acceso al arma nuclear.» [1]
O sea, según el presidente Hollande, jefe de las fuerzas armadas de Francia y por consiguiente comandante de la fuerza nuclear francesa, Israel no tiene armas nucleares.
Sin embargo, todo el mundo sabe que Israel es una de las 4 potencias nucleares que no han firmado el Tratado de No Proliferación, caso en el que también se encuentran la India, Pakistán y la República Democrática de Corea.
Fue en 1956 cuando el entonces primer ministro de Francia, Guy Mollet, predecesor de Francois Hollande a la cabeza del Partido Socialista, organizó la transferencia de tecnología nuclear de Francia a Israel. Para ello, incluso dio a Shimon Peres –el futuro presidente de Israel– una oficina en el palacio Matignon, la sede del jefe de gobierno francés, para que pudiera supervisar de cerca dicha transferencia de tecnología. Francia construyó la instalación nuclear de Dimona, en el desierto de Neguev, instalación de la que el mismo Shimon Peres se convirtió en director. Israel participó también en los experimentos nucleares de Francia en el desierto argelino. Partidario de la colonización, Guy Mollet se apoyó en Israel para luchar contra el FLN argelino y hacer la guerra en Egipto, en la llamada «crisis» del Canal de Suez.
Aquella colaboración se deterioró bajo el mandato del presidente Charles De Gaulle y se terminó al mismo tiempo que la colonización de Argelia. En 1967, cuando Israel atacó a sus vecinos árabes (teoría de la «guerra preventiva»), Egipto, Jordania y Siria, De Gaulle rompió las relaciones con Israel. Varios días más tarde, Estados Unidos firmaba con Israel un acuerdo secreto que autorizaba el Estado hebreo a poseer la bomba atómica… con la condición de que no lo anunciara públicamente y de que no hiciese nuevos experimentos.
Israel prosiguió sus investigaciones con ayuda de los británicos, al principio, que le proporcionaron fundamentalmente el combustible nuclear listo para su uso. Posteriormente, a partir de 1975, fue el régimen sudafricano del apartheid quien contribuyó a la continuación de las investigaciones nucleares israelíes. Israel participó fundamentalmente en las explosiones nucleares experimentales sudafricanas, principalmente en 1979, en el Océano Índico, sin que Estados Unidos considerase por ello que Tel Aviv violaba su acuerdo con Washington.
Israel posee actualmente entre 80 y 400 ojivas nucleares y un gran número de bombas de neutrones. En efecto, como las condiciones topográficas impiden el uso de bombas nucleares clásicas en el entorno cercano de Israel, el Estado hebreo se ha especializado en las bombas de neutrones, que tienen un radio de acción más pequeño. La bomba de neutrones es el arma capitalista por excelencia ya que mata a las personas sin destruir los bienes materiales.
Un científico israelí contrario al régimen del apartheid, Mordechai Vanunu, reveló al mundo la existencia del programa nuclear militar de Israel, en 1986, en el Sunday Times [2]. Después de las revelaciones, el Mossad secuestró a Vanunu en Roma y lo trasladó ilegalmente a Israel, donde lo mantuvo incomunicado durante 18 años. Liberado en 2004, pero bajo arresto domiciliario, Vanunu concedió a nuestra colega Silvia Cattori una entrevista… y de inmediato volvió a ser encarcelado [3].
En 2002, el estratega israelí Martin Van Creveld se refirió públicamente al arsenal nuclear de Israel amenazando a los europeos con represalias contra sus territorios si seguían respaldando a los palestinos [4]. Se habló entonces del «complejo de Sansón», o sea de la amenaza de Israel de recurrir a un suicidio destructor antes que aceptar una derrota.
El 6 de diciembre de 2006, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, reconocía durante audiencia en el Senado que Israel posee la bomba atómica. Sólo días después, el entonces primer ministro israelí, Ehud Olmert, también lo reconocía implícitamente en una entrevista concedida a la televisión alemana N24.
En 2010, 18 Estados árabes lograron que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) inscribiera en su agenda la cuestión de las «capacidades nucleares israelíes». La ONU organizó entonces una conferencia sobre el Tratado de No Proliferación, durante la cual la República Islámica de Irán propuso la creación de «una zona libre de armas nucleares en el Medio Oriente» [5], como ya se hizo en Centroamérica y en Asia Central. Pero el proyecto fracasó debido a la oposición de Israel y de Estados Unidos, país que además almacena ilegalmente armamento nuclear en Turquía.
Israel ya utilizó bombas de neutrones en Khiam, durante la agresión que perpetró contra el Líbano en 2006, y más recientemente en Yemen, el pasado 20 de mayo. En ambos casos se registraron niveles de radiación que demuestran el uso de ese tipo de armamento.
¿Por qué el presidente Hollande niega hechos tan ampliamente comprobados? ¿Será por ignorancia o porque está tan inmerso en su intento de justificar la posición de Francia en las recientes negociaciones con Irán que eso lo lleva a enredarse en las redes de su propia propaganda?
El 17 de noviembre de 2013, a su llegada al aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, Francois Hollande declaraba en hebreo «Tamid écha-èr ravèr chèl Israël», o sea «Soy amigo de ustedes y siempre lo seré» [6].
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=OTE_Eshm2xw
27/08/2015 a las 4:46 AM
Diabólica A.Saudí y aliados. Mal rayo los parta! Se oye los gritos de terror de la gente. No es zona deshabitada. Genocidio Yemen. Gente mal nacida puede usar ésto. Roguemos este tipo de personas se derrumbe en su poder y reciban justo castigo. Genocidio en Siglo XXI.
25/08/2015 a las 8:08 PM
Israel-Alemania, negocio militar
por Axel Plasa
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, visitó entre el 11 y el 13 de mayo la República Federal de Alemania en una gira que lo llevó primero a Berlín y posteriormente a la ciudad de Kiel, en el estado de Schleswig-Holstein (norte del país). En su gira, Rivlin se reunió con el presidente alemán Joachim Gauck y con la canciller Angela Merkel, además del presidente del parlamento alemán, Norbert Lambert. La celebración de los 50 años de las relaciones diplomáticas entre Alemania e Israel incluyó la visita de sitios relacionados con el nazismo y el Holocausto. En Kiel, también visitó los astilleros de Thyssen-Krupp Marine Systems GmBH, donde se construye el sexto submarino clase Dolphin, capaz de portar ojivas atómicas. Su precio es de 430 millones de euros, de los que el gobierno alemán paga 115 millones.
La presencia del presidente Rivlin en los astilleros marca el final de la visita de Estado, donde recibió a la cuadrilla de soldados israelíes que son formados en el uso del submarino. En un discurso en el astillero, Rivlin dijo: “Hoy ustedes [los soldados israelíes] son la muralla en nuestras fronteras marítimas, y no hay límites cuando se trata de la seguridad de Israel.”
Pero las relaciones internacionales entre Berlín y Tel-Aviv no se encuentran en su mejor momento, sobre todo después de la negativa de Netanyahu de negociar con Irán un acuerdo nuclear, y su creciente alejamiento con la administración de Barack Obama. “En la República Federal de Alemania nos parece que la solución de los dos Estados es la concepción final para alcanzar una paz duradera en la región”, expresó Merkel en el encuentro. Por lo tanto, en los dos puntos que Merkel puso como prioritarios, su par israelí era diametralmente opuesto. No obstante, la visita de 3 días no fue caracterizada por ningún desencuentro mayor.
El cuarto gobierno de Netanyahu (Bibi), con una mayoría pírrica de 61 asientos en la Knesset (parlamento), tan sólo cuenta con un voto por encima de los votos requeridos para su ratificación. Incluso para este ejercicio, Bibi tuvo que hacer una feria de reparto de los ministerios, a su coalición sui géneris derecha-ultraderecha con cuatro formaciones menores que vienen a suplir los votos que le hacen falta para gobernar. Bibi y su nueva viceministra de relaciones exteriores, Tzipi Hotovely, han dejado en claro que a partir de ahora su postura sería la de un solo Estado, cerrando la puerta a la creación de un Estado palestino en sus propias fronteras.
Rivlin, quien ya había presionado a Netanyahu para formar en la brevedad su nuevo gobierno que prometió se haría en tan sólo 1 día, no logró su propósito en más de 2 semanas y se encontró con la fecha de vencimiento de su posición de encargado de gobierno. Tuvo que tomar a quien estuviera dispuesto a entrarle a su nueva coalición, ahora sin su antiguo aliado Avigdor Lieberman, que desertó a última hora de la campaña electoral debilitando su posición considerablemente, y obligándolo a optar por una coalición sin forma ni coherencia, pero al menos capaz de sostener una mayoría in extremis.
No obstante todas las medidas de seguridad del mandatario en su visita, aprovechó para reafirmar una vez más algunos principios de la actual política de Israel: lo primero es la seguridad del Estado, por lo que saludó el buen desenlace de la entrega de un submarino adicional para la Marina de Israel, que en parte está siendo financiado por el contribuyente alemán, además de poner en manos de este gobierno unos submarinos clase Dolphin, que por sus características pueden ser potencialmente atómicos.
La prensa alemana ha puesto en relieve la falta de toda crítica del gobierno en la gestión del tema de la venta de material militar a la nación mediterránea que, encontrándose en un estado de guerra desde el primer día de su existencia, es un cliente particular, al cual excepcionalmente no se le pide ninguna explicación en cuanto a su potencial uso. Ni siquiera, como en el caso de Rusia con Francia se podría emplear presión política en los tiempos de entrega. Nada de esto aplica para el régimen más impredecible de todo el Oriente Medio, donde el temor aparente de la carrera armamentística de Irán choca con la real-existente política de rearme de Israel mismo, con toda la impunidad de la mal llamada comunidad internacional.
Desde luego que el nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu será mucho menos homogéneo que sus anteriores formaciones. Ya no podremos hablar de la misma capacidad de iniciativa dada su antigua mayoría parlamentaria más confortable, sino de un ruedo de intereses en cada paso y cada decisión, con el riesgo de perder en cualquier momento la confianza de la Knesset, con la abstención de tan solo un voto. Los socios del nuevo gobierno son las formaciones religiosas ultraortodoxas que propugnan la mano dura y la solución fáctica de un sólo país, donde existiera una importante minoría árabe, pero sin la existencia de un Estado propio. Con respecto de la política de asentamientos ilegales, llevada a cabo desde hace décadas, no será su final, sino todo lo contrario, significará su expansión ahora que las fuerzas favorables a una moderación al respecto se encuentran fuera de la nueva nomenclatura. Claramente Benjamín Netanyahu está guardando una carta, por lo que no ha nombrado a los titulares de las carteras de Relaciones Exteriores y Comunicación Social, puestos clave que se quiere guardar como un as para atraer en algún momento el favor de un aliado con más votos, sean éstos los Zionistas Unidos o el antiguo socio Avigdor Lieberman, para devolverle algo de tranquilidad y estabilidad a su cuarto gobierno consecutivo.
La visita de Reuven Rivlin a Alemania fue, ante todo y por encima de los 50 años de relaciones diplomáticas, de negocios: quería asegurarse de que la entrega del submarino no va tener ningún contratiempo, y de que los marinos israelíes están a la altura, mientras que intenta dar la imagen más amable del régimen, con un afán de seducir a la opinión pública alemana e internacional. Para ello se emplea la guerra perpetua, la ocupación como modus operandi y la impunidad, todo esto sellado por la instrumentalización del Holocausto a modo de disuasión de toda crítica en contra, con la amenaza de ser tachado de antisemita o por la sacrosanta defensa de Israel ante sus enemigos. Angela Merkel dijo al respecto: “Vendemos armas a Israel, que a menudo está bajo ataque, porque creemos que Israel tiene que tener la capacidad de defenderse.”
Por un lado, probablemente el gobierno alemán sea el menos indicado en términos morales e históricos para criticar a Tel-Aviv; por el otro lado, es evidente que los antecedentes de Israel no lo hacen un actor neutro en el asunto. Así vemos cómo la seguridad de Israel va por encima de toda otra consideración, y donde la opinión pública y el gobierno alemán no se permiten el hecho de confrontar a los dirigentes israelíes con la ley internacional y la ocupación ilegal de territorio palestino, por temor de ser tachados de antisemitas.
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=JGuKM8hLqWM