Por María Celsa Rodríguez.-

El trabajo infantil fue una de las cuestiones puesta en la mesa de los problemas de la comunidad internacional según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), programando normas que regulen su eliminación. Ya que tanto su problemática, sus causas y soluciones acumulan 150 años de estudios y conocimiento que permiten instrumentar políticas públicas más eficaces para combatir este flagelo que no tiene nacionalidad. Y que es un flagelo de la pobreza cuando se conjuga la necesidad con la explotación.

Podemos clasificarlo en tres categorías:

1) niños económicamente activos;

2) niños que trabajan:

3) Niños que realizan trabajos peligrosos.

1) Los niños económicamente activos son los que trabajan por un salario o no, por horas o jornada, en tiempo completo, regularmente, ocasionalmente o por temporada, en su hogar o fuera de sus casas, en una empresa familiar o para un empleador. Y si hablamos de niños activos deben realizar aunque sea una hora diaria los 7 días de la semana.

2) Los niños que trabajan: serían los niños mayores de 12 años que trabajan unas cuantas horas a la semana en trabajos livianos, en actividades familiares o a través de un empleador.

3) Los niños que realizan trabajos peligrosos: serían los trabajos realizados en cualquier actividad que sea nociva para su salud física y psicológica.

Hoy en el mundo los niños que trabajan no sólo los encontramos en todos los países subdesarrollados del tercer mundo sino también en el primer mundo, y van desde 5 a 17 años, de los cuales muchos de ellos realizan actividades peligrosas. En Argentina los encontramos «en todas las etapas de las cadenas de producción, sin excluir el sector de la agricultura, la industria manufacturera y la venta al por menor».

En «Un futuro sin trabajo infantil», que es un informe global con arreglo al seguimiento que realiza la OIT, que dice cuáles son las tres causas de ese flagelo, y «que se pueden analizar en tres niveles:

1) Las causas inmediatas que son las más perceptibles y evidentes: actúan directamente en el nivel del niño y de la familia. Los elementos fundamentales son la pobreza de los ingresos familiares (ingresos que no bastan para satisfacer las necesidades de subsistencia). Y crisis de elementos resultantes de problemas económicos- familiares: por ejemplo de una madre enferma, de un padre ausente y sin alimentos, el niño mayor de la familia se verá obligado a armarse de un cubo y una bayeta y lanzarse a la calle a limpiar parabrisas.

2) las causas subyacentes que son aquellas que hacen referencia a determinados valores y situaciones que pueden disponer a una familia y a una comunidad a aceptar e incluso a fomentar el trabajo infantil de niños y de niñas. Y en este nivel influye la percepción de la pobreza, pues por ejemplo, pues el consumismo puede hacer que niños y padres traten de obtener mas dinero que cada vez están mas disponibles;

3) Las causas estructurales o de raíz que actúan en el nivel de la economía y la sociedad en sentido amplio, influyendo en un ambiente facilitador en el que puede florecer o controlar el trabajo infantil»

Podemos dividir el trabajo para niñas y para niños.

A las niñas casi siempre se las incluyen en las tareas del hogar, barrer, limpiar la casa, ayudar en la cocina, cuidando a los hermanitos más pequeños o en tareas de granja alimentando a los animales, en costuras y tejidos.

Los niños en hacer recados, ordeñes, limpieza y cuidado de la huerta familiar, arreo de ganado, o ayuda en el negocio familiar. Estos tipos de trabajos no son remunerados, es decir son siempre gratuitos.

Pero también tenemos que hablar de aquellos trabajos que ya sea por rapto, malas juntas o por culpa de un entorno peligroso que los hace caer al niño en las drogas, la pedofilia, la esclavitud o la servidumbre.

De acuerdo a datos estadísticos que debemos tomarlos como un muestreo relativo de la realidad. Chile se encuentra mejor posicionado en la región al tener solo el 2,0% de niños y jóvenes trabajando, ya sea en actividades familiares o de forma dependiente. Aunque de acuerdo a los últimos datos ha crecido el índice de niñas/os en actividades sexuales. Argentina por su parte esta en el 6,7%, Brasil con el 20,5%, Guatemala con el 23,8% y Ecuador con el 30.2% que son los países con mas altos índice de trabajo infantil

¿De qué hablamos cuando hablamos de niños pobres?

Son niños que carecen de una buena nutrición, de una vivienda adecuada, con agua potable, baño, que no van a la escuela o lo hacen con poca regularidad, que viven en un ambiente violento, con malos ejemplos, que tienen demasiado ocio que es perjudicial para su sano crecimiento, que tienen problemas de acceso a la salud, que no han cumplido con sus vacunas, que sufren maltrato y abandono, que carecen de información y desconoce sus derechos. Como vemos en el cuadro, los índices más altos se dan en salud, protección contra la violencia e información. Mientras que el maltrato infantil esta en el índice mas bajo del 2,15%.

Si tenemos que hablar de esclavitud moderna, los niños y adolescentes son las principales victimas. Las industrias de los pescados y mariscos los utilizan en los países asiáticos en que «son forzados a trabajar en barcos de pesca», durante varias horas diarias sin paga y por un plato de comida al día.

En Albania, Nigeria, Rumania y Vietnam son utilizados en la producción de marihuana y cocaína. En Indonesia, República Dominicana y Haití en el comercio sexual donde una de cuatro victimas son menores de edad. En Colombia, México y Perú y África, la explotación se da en la mendicidad, los trabajos forzados en el área de la construcción, la minería, la manufactura, en las granjas y cosechas y en las ventas minoristas. En otros países de Latinoamérica se habla de la industria textil como es el caso de Argentina y Bolivia, las cosechas de estación y la mendicidad callejera.

Podemos decir que 3 de cada 1000 personas en el mundo hoy sufre algún tipo de esclavitud en que los niños y jóvenes son los mas elegidos. Al mirar los números por continente nos sorprende la cifra que mueve millones de dólares a costa del sufrimiento de millones de personas que los marcarán para siempre.

Se estima que las ganancias son de 150.000 millones de dólares anuales. Y nos debe preocupar a todos porque incide en los costos de producción, generando competencia desleal, y baja en los salarios.

En Asia Pacifico las ganancias es de 52 mil millones de dólares, en países desarrollados de la Unión Europea es de 47 mil millones de dólares; en Europa Central y Suboriental es de 18 mil millones de dólares; en América Latina y el Caribe es de mas de 14 mil millones de dólares; en África es de 12 mil millones de dólares y en Oriente Medio es de cerca de 9 mil millones de dólares.

Se puede decir que la esclavitud es hereditarias, en algunos lugares, generaciones enteras lo han sufrido y aun nada ha cambiado. Siendo algunos países de Asia, África y la India donde más se mantiene esta practica.

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* Infografía tomado de la web.

* Los libros de referencia:

– La Esclavitud Moderna: la trata de personas y otras formas de servidumbre en la actualidad de Tyler Taplin.

– Trabajo infantil y salud de Luis Ros Mar.

– Un futuro sin trabajo infantil: informe global de la Conferencia de la OIT en su 90ª reunión 2002.

– La eliminación del trabajo infantil un objetivo a nuestro alcance. Informe global de la OIT.

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