Por Israel Rabinowicz.-

Fue una excepcional semana para los periodistas y analistas políticos, algo parecido no vuelve a repetirse, quedó todo servido para que las ediciones de fin de semana se llenaran con comentarios, nadie quería quedar afuera de dejar sentada su opinión, el tablero de ajedrez frente a una jugada política insólita, había que analizarla, intentar descifrar las siguientes movidas, con Benjamín Netanyahu como uno de los que mueve fichas, casi misión imposible. En algo sí todos coinciden, es cuando califican a Netanyahu como el mejor, el mayor intrigante político, no existe nadie que se le aproxime.

Se cumplió solo un año de la formación del presente gobierno de coalición, solamente 1 diputado separa a la mayoría con la oposición, pese a estar siempre al filo de la navaja fue el gobierno que mostró mayor estabilidad, nadie quiere romperlo, el estar tan cerca del vació, del precipicio es lo que les otorga fortaleza, de ahí que esa fortaleza se transmita en actos de gobierno, en la posibilidad de gobernar existe una diferencia atroz, ambas no corren en paralelo.

Netanyahu, además de Primer Ministro, mantenía en su poder 5 ministerios, el de Exteriores incluido, que no habían sido adjudicados a nadie de la coalición, era un claro mensaje, una invitación al principal partido de la oposición para integrarse al gobierno, ampliar su base de apoyo como un mensaje hacia el mundo, pasar de los extremismos de derecha hacia la moderación, que a partir de allí algunas cosas podían comenzar a cambiar, la positiva imagen internacional del jefe del laborismo ayudaba a ello, es lo que hipotéticamente podía aportar la incorporación del laborismo con Isaac Herzog a su frente.

Era conocido que pese a las fuertes oposiciones internas el jefe del laborismo quería incorporar a su partido al gobierno, incluso se conocían los ministerios que recibirían, pero a ésa voluntad de integrarse había que disfrazarla de necesidad política para Israel, en el juego ingresó el Presidente de Egipto Al – Sisi, quien a comienzos de semana en un extenso análisis político frente a un grupo de diplomáticos extranjeros manifestó que se estaba frente a un momento histórico, excepcional, a fin de retomar las conversaciones de paz con los Palestinos, que existía una fuerte coalición de países árabes, entre ellos Arabia Saudita y Qatar además de Egipto, predispuestos a ser los soportes e impulsores de las mismas y que para Israel era un momento político único que no podía desaprovechar, dejar pasar.

Era lo que el jefe del laborismo necesitaba para cubrir sus espaldas frente a los que lo atacaban por entregarse en los brazos de la derecha que, según decían, solamente pretendían utilizarlos como imagen pero sin avanzar o ceder absolutamente nada. El ejemplo estaba a la vista, simultáneamente Netanyahu, pese a las fuertes presiones rechazaba una conferencia internacional armada por Francia con participación americana para avanzar en el proceso de paz, Netanyahu dice que solamente conversaciones directas con muchos condicionamiento previos a los que el debilitado Presidente de la Autoridad Palestina no puede aceptar, siempre se gira sobre el mismo punto sin ninguna posibilidad de apertura, un bloqueo total y absoluto.

En anteriores comentarios expliqué que Netanyahu está convencido que el gobierno de la Autoridad Palestina en cualquier momento se desploma, que después vendrá una verdadera guerra interna entre los diferentes grupos que intentarán quedarse con el poder, Hamas incluido, el nada hacer, el esperar es la política de Netanyahu, él está seguro que a partir de allí pueden producirse importante cambios políticos en toda la zona.

Con mi esposa los desayunos son siempre los momentos en que hablar de los hijos, nietos y de política son algo de todos los días, en uno de ellos recuerdo que coincidimos en que no puede ser que para Netanyahu dos más dos resulte cuatro, que todo avance sin contratiempos con final conocido, en su personalidad, en lo más profundo de su mente ello no existe, él disfruta con lo insólito, con lo no previsto, destruir políticos y potenciales rivales, pasar sobre ellos con una aplanadora es su mayor gozo, el éxtasis.

Se conocían sobre las numerosas reuniones directas entre Netanyahu y Herzog, jefe del laborismo, algunas de ellas pasadas la medianoche, también las gestiones de mediadores que acordaban los puntos y temas del acuerdo político, la invitación del Presidente Egipcio se había convertido en una carta de fuerte presión a la ampliación de la coalición de gobierno, las negociaciones ya estaban cerradas incluso con los nombres de los nuevos ministros en boca de todos, pero lo que circula por la mente de Netanyahu solamente él lo sabe, lo malo es que ya son muchos que comienzan a pensar que ya tampoco él lo sabe, que se pasó de revoluciones al intentar demostrar que es el mejor de todos.

Y de repente todo se desploma, sorpresivamente Avigdor Liberman jefe de un pequeño partido de extrema derecha con solamente 5 diputados ingresa a la coalición como Ministro de Defensa, el público se sorprendió no sólo la secuencia de los acontecimientos y el hecho de que por la mañana llegó un gobierno con una coalición de centro izquierda y por la noche se fue a dormir con el Gobierno de extrema derecha. Para que los lectores tomen conciencia de la dimensión de ése nombramiento hay que decir que se convierte en la persona con mayor poder en el gobierno después del mismo Netanyahu, el ministro en funciones se entera por la radio de su destitución, el estilo político de Netanyahu expuesto en su plenitud.

A partir de allí e inmediatamente de conocido ése zigzag los archivos de las radios y de los canales de televisión entregan un material fenomenal para un programa satírico, ninguno de ellos se cansa de poner al aire recientes declaraciones en las que el ahora nuevo Ministro de Defensa Avigdor Liberman califica a Netanyahu de “ farsante, delincuente, estafador, mentiroso, delirante, cobarde e incompetente”.

Ello explica la titulación de ésta nota en que las mismas palabras están escritas fonéticamente en idish, hebreo y español, todo está dicho.

Hasta la próxima.

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