Por Guillermo Cherashny.-

En una reunión celebrada la semana pasada en el club Cuba los jueces federales de todos el país nucleados en AJUFE (Asociación de Jueces Federales) que preside el Dr. Morán, magistrado del fuero contencioso administrativo federal, se decidió la consigna «ni uno más», es decir, que ante la inminente separación del camarista Eduardo Freiler por la Comisión de Juicio Político del Consejo de la Magistratura, no se permitiría que el poder político sancionara a otra magistrado del fuero federal.

Es un secreto a voces que el gobierno quiere la cabeza del juez Daniel Rafecas, de lamentable papel en la denuncia del Fiscal Nisman por encubrimiento contra la ex presidente y que luego fuera ratificada por el fiscal Gerardo Pollicita. Rafecas anunció que se presentaría a un concurso para una defensoría adjunta del pueblo, cuyo titular se afirma Jorge Sarghini, el secretario de hacienda, presidente del Banco Provincia y ex presidente de la legislatura bonaerense, en cuyo caso no haría falta el juicio político a Rafecas, más teniendo en cuenta que en la causa Fútbol para Todos tiene la oportunidad de detener a Aníbal Fernández, cuya cabeza exige Elisa Carrió y todo Cambiemos desde hace tiempo, por lo cual, si hace lo que le piden, se puede mudar a la Defensoría.

El otro juez complicado es Rodolfo Canicoba Corral, que tiene una denuncia de la hija del Caballo Suárez, que dice que un allegado al juez le pidió medio millón de dólares para otorgar una prisión domiciliaria a su padre.

Canicoba también tuvo una actuación lamentable ante la denuncia de Nisman negando que autorizó escuchas telefónicas a los ahora denunciados por encubrimiento, pero pocos días después tuvo que reconocer que las autorizó y es otro odiado por Carrió. Pero el reciente sobreseimiento de Gustavo Arribas salvaría a Canicoba Corral.

Share