Por Luis Alejandro Rizzi.-

La sesión especial del Senado de pasado jueves 3 dejó mucha referencia sobre el futuro político inmediato.

Quizás el rechazo de los pliegos de Manuel García Mansilla y Ariel Lijo, que fue el objetivo de la sesión, no fue lo más destacado, porque era lo esperado o lo que debía ser.

Lo que no tomamos en cuenta fue la posición que fue diseñando el bloque cristiperonista con relación al futuro inmediato.

El bloque peronista no sólo sustentó el rechazo a los pliegos, con buenos fundamentos, debe reconocerse, sino que además formuló críticas feroces a la Corte y al resto del poder judicial cuestionando la legitimidad de las sentencias que hasta ahora condenan a Cristina a seis años de prisión.

De algún modo han dejado a la Corte en una situación tal que, rechace o haga lugar a la queja, la dejará mal parada y sospechados por unos y otros, salvo que la Corta actúe con la astucia y sagacidad extrema.

En los casos normales, el recurso de queja no suspende el cumplimiento de la sentencia de grado, pero en materia penal federal, suspende la ejecución de la sentencia, de donde permanece la presunción de inocencia e invalida el proyecto de “ficha limpia”, que pasaría a ser una superfetación, ya que no podría inhabilitarse a nadie sin sentencia firme, técnicamente no hay condena.

Ficha limpia sólo serviría para el caso de condenas firmes que no inhabiliten para ejercer cargos o empleos públicos.

La Corte tiene tres posibilidades.

La primera, aplicar el art. 280 del C.P.C.C. y declarar inadmisible la queja. No creo que siga ese camino, porque de algún modo significará menoscabar la figura de un presidente, por lo menos en cuanto a la queja de Cristina.

La segunda es abrir la queja y confirmar la sentencia o rechazar el recurso, lo que exige una fundamentación.

La última sería anular la sentencia y disponer que dicte nuevo fallo o revocar la condena, ya que parece difícil que en este juicio se pueda hablar de autoría o participación por parte de Cristina, no así del resto de los condados, que sí tuvieron participación.

En este punto la Corte encontraría el fundamento constitucional para resolver este complicado caso, que no podemos negar habría sido más materia de juicio político que judicial. Sería un delito político no punible judicialmente, siempre me refiero a Cristina.

En los que sí podría encontrarse responsabilidad penal es en los juicios en trámite, aún sin sentencia, Hotesur y los Sauces.

Pienso que la Corte se inclinaría por esta última opción.

La sesión del Senado también dejó numerosos mensajes explícitos al FMI con relación a las solicitudes de crédito hechas por el gobierno.

Una posibilidad sería que el FMI conceda los créditos, pero condicionado a la aprobación por una ley formal del Congreso que exigiría de hecho la aprobación previa del presupuesto 2025, conforme lo dispone la ley 27612 -ley Guzmán.

El FMI no podría alegar desconocimiento de la ley nacional.

El Congreso debe aprobar lo acordado. De hecho, debería a avocarse de oficio al tratamiento del tema.

Finalmente, el senador Pagotto, en la sesión del jueves, hizo alarde del diálogo, pero hoy el gobierno lo desmintió, quedó como García Mansilla, en evidente “offside” político, nosotros decimos directamente “orsay”, el riesgo de militar en LLA.

La sesión de ayer fue tanto o más importante por los mensajes enviados, la verdad los pliegos se autodestruyeron, uno por mentir, el otro, por derecho propio.

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