Por Carlos Tórtora.-

En los últimos días, Javier Milei no sólo cambió parcialmente su gabinete y profundizó su alianza con Donald Trump, sino que actualizó el pacto más importante de la política local. Nos referimos al pacto estratégico que el presidente tiene con Cristina Kirchner, cuyo relieve en el peronismo acaba de facilitarle a LLA la victoria electoral del 26-O.

Ayer la senadora peronista riojana María Florencia López informó que en la Comisión de Asuntos Constitucionales se avaló la modificación hecha en Diputados al artículo 3 del proyecto de ley para reformar la regulación de los DNU. A instancias sobre todo de Elisa Carrió, se dejó sin efecto el plazo de 90 días para que las cámaras aprueben los DNU y en caso contrario éstos pierdan vigencia. El nuevo texto es un éxito del gobierno, porque las cámaras pasan a no tener plazo para aprobar los decretos y Milei. Entonces, gracias a Carrió y al kirchnerismo, se disipa así la principal amenaza a la gobernabilidad de Milei: ya no tendrá que negociar cada DNU con el Congreso y le alcanzará con que se dilate sine die su tratamiento por las Cámaras.

Así las cosas, la semana que viene el Senado podría sancionar la nueva versión light del proyecto y el kirchnerismo le habría hecho un favor invalorable al presidente, lo cual sólo se explica si hay en marcha una contraprestación política efectiva.

Más acuerdos

La convergencia entre Milei y Cristina en el Senado también incluye que ambas facciones, con Karina Milei por el gobierno, retomaron las negociaciones para llegar a un acuerdo y designar dos nuevos jueces de la Corte Suprema. Los que llevan la cuenta de los nuevos acuerdos recuerdan que el mes pasado, contra la voluntad de Cristina, Patricia Bullrich estuvo a punto de relevar a toda la custodia de la expresidenta. Pero a último momento llegó una orden superior para que se dejara todo como estaba. La orden la dio Karina.

Como parece obvio, estos nuevos entendimientos entre el presidente y la expresidenta se proyectan como una amenaza contra Axel Kicillof. Éste lucha por evitar que se le escape de control la situación en la Cámara de Diputados bonaerense. Un entendimiento entre los legisladores de LLA y del cristinismo realmente podría complicarle bastante las cosas al gobernador. Cuestionada como nunca antes, CFK ya no puede timonear el PJ, pero parece sobrarle capacidad para condicionar a su exdiscípulo hoy gobernador.

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