Por Carlos E. Viana.-

“Por la boca muere el tonto”. Proverbios, 18.7.

La reacción

Llama la atención, que no se hubiera desatado anteriormente, una reacción contra el combate que está desarrollando el gobierno contra el narcotráfico, pero la amenaza que constituye para estas organizaciones delictivas, el decreto del gobierno del Presidente Macri de utilizar las fuerzas armadas como apoyo logístico, ha desatado una reacción de las organizaciones y partidos, que siempre demoraron sorprendentemente, toda acción contra los narcos.

El ejemplo denunciado por el Papa

En noviembre de 2016 Su Santidad denunció que hacia treinta años Argentina se había transformado primero en una zona de paso, luego de consumo y ahora de producción, declarándose preocupado porque nuestra Nación, no se transforme en un nuevo México.

La instalación del narcotráfico en México, ha costado más víctimas en dicho país que la guerra de Vietnam para Estados Unidos. En México 234.996 asesinados en doce años, contra 60.000 bajas mortales que tuvo Estados Unidos en Vietnam en 9 años de guerra.

Esto se debe a que las autoridades mexicanas, curiosamente, no tomaron a tiempo, la decisión de combatirlo con todas las fuerzas legales del estado.

Su Santidad, preocupado por el crecimiento del narcotráfico en Argentina, fue uno de los que influyó en la derrota de Aníbal Fernández como candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires y esta fue una de las causas que lo alejaron de Cristina Kirchner. Por eso nos llama la atención que entre quienes se oponen a aumentar el combate contra el narcotráfico, este Barrios de Pie, integrado por amigos del Papa o que se declare Beato a Monseñor Angelelli, quien apoyó decididamente a los Montoneros convirtiéndose en vicario castrense de estos narcoterroristas.

En Brasil el poder ejecutivo debió ordenar el asalto por las fuerzas Armadas, de las favelas con soberanía narco, defendidas con ametralladoras. La policía estaba impotente para controlarlas. Los presidentes Lula Da Silva y Dilma Rousseff, curiosamente miembros del Foro Social Mundial, se habían demorado y las víctimas pagaron por esto.

En Colombia, la demora ocasionó una guerra con cientos de miles de muertos.

El narcoperonismo

El crecimiento del narcotráfico durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner costo vidas y las dos valijas con cocaína de Southern Winds, empresa protegida por Néstor y su Secretario de Transporte Ricardo Jaime, quien habilitó a esta línea financiada por el gobierno, a establecer vuelos entre Tacna, capital narco en Perú y Córdoba, con conexiones en Buenos Aires vía Madrid, donde todo se destapó cuando de un avión de esta compañía se bajaron dos valijas con 100 kilos de cocaína pura, que alguien olvidó en las cintas de equipaje del Aeropuerto Barajas. La financiación de la campaña de Cristina Kirchner con la efedrina en 2007 es otro ejemplo nefasto. Los Montoneros protegidos por estos últimos, comenzaron a financiar su contraofensiva con fondos del narcotráfico cuando fueron aliados de la OLP en Beirut, ya que Fidel Castro se había quedado con el dinero de sus secuestros y asaltos.

Nilda Garré, una integrante de esta “orga”, se ha mostrado airada con la medida de la participación de las Fuerzas Armadas, como apoyo logístico en la lucha contra el narcotráfico. ¿Pero qué hizo ella como ministra de seguridad, cuando el narcotráfico ya se establecía como productor en Argentina, asesinaba y financiaba la campaña electoral de su jefa, mientras su compañero Aníbal Fernández, era fuertemente criticado y denunciado por este tema? ¿Por qué no criticó el decreto de Néstor Kirchner al respecto?

Narcos con derechos “humanos” para matar

Tampoco puede extrañarnos que se opongan a reforzar el combate contra el narcotráfico, amigos de las FARCS; la mayor empresa de narcotráfico del mundo; como Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini, Horacio Verbitsky o Pino Solana, entre otros.

Parece que muchos no tenemos derechos humanos y que otros tienen derecho para matar. ¿Están defendiendo el derecho inhumano para traficar y asesinar?

Narcosocialismo

En la Provincia de Santa Fe el gobierno fue denominado como narcosocialista. La madre de Medina, narco asesino, declaró en la Comisión que investigó este hecho en la Cámara de Diputados provincial, que su hijo almorzaba asiduamente con el gobernador Bonfatti, ahora presidente de la cámara de diputados provinciales y que la intendenta de Rosario, Fein, le había ofrecido a su hijo, los galpones municipales del puerto de Rosario para que instalara una confitería bailable y esto durante una recepción de la inauguración de otra confitería bailable del narco Medina, posteriormente sospechosamente asesinado, cuando se distanció del gobernador y con el secuestro nunca aclarado de su computadora por un ministerio provincial. Ahora los asesinatos en Rosario son diarios y lo más llamativo que la Justicia Federal radicada en la misma, tardo más de diez años en darse cuenta que lo Monos existían en la ciudad y solo lo hizo unos después que Mauricio Macri asumió la Presidencia.

Por otra parte, el casino de Cristóbal López y cía…, el más grande de Sudamérica, está radicado en el centro de un barrio dominado por esta banda. Recordemos que a la sazón presidenta Cristina Kirchner dijo que ella había elegido las alfombras del lujoso centro de juego. Como vemos en Rosario, al narcosocialismo se suma el narcoperonismo.

No solo la guerra de narcos produce bajas en Rosario, sino que han caído hasta niñas de tres años y muchos inocentes, siendo la fuente principal de la inseguridad que castiga al pueblo, especialmente a los más humildes.

Esperar es matar

Eduardo Duhalde propuso un debate nacional, “¿porque apresurarse?” dijo. ¿Que hizo él con respecto al narcotráfico cuando fue presidente? Otros le hicieron coro, sin reparar que el debate se ha dado desde 1983 sin resultados, cuantiosos crímenes y degeneración de miles de jóvenes y de las declaraciones durante el gobierno de Menem, de un diputado nacional, afirmando que alguno de estos se daban un “nariguetazo” frecuentemente. Se necesita actuar de inmediato.

Lo peor es no enfrentar el problema y precisamente este fue lo que cometieron inexplicablemente los gobiernos de México, Colombia y Brasil, ante el crecimiento delictivo.

Este gobierno ha lanzado la mayor campaña contra el narcotráfico de los últimos treinta y cinco años, pero no bastan las fuerzas de Seguridad. Añadir un apoyo logístico de las fuerzas armadas, que no participarían en los enfrentamientos armados, es una necesidad para impedir que el narcotráfico, apoyado por las FARCS, el gobierno de Evo Morales, Maduro y organizaciones narco mexicanas, transformen a Argentina en lo que los socialistas han transformado a Rosario o peor todavía en una Colombia o México.

Lo peor que se puede hacer con el narcotráfico es dejarlo crecer, porque primero es una organización de crimen organizado, después se infiltra en el gobierno, como lo hizo con los Kirchner, y después se transforma en un interés nacional que trae el crimen y la inmoralidad total.

Al narcotráfico se lo debe combatir con todas las armas legales con que se cuenta y eso no parece gustarle a quienes financiaron sus campañas o reciben apoyo del narcoterrorismo, bajo la cubierta de los derechos humanos de los narcos. ¿Y el derecho de los ciudadanos honestos, seguirá siendo violado por estas demoras cómplices de los aliados del narcotráfico? Esperar es matar.

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