Por Luis Américo Illuminati.-

«Trae el desastre a su nación aquel que nunca siembra una semilla, o pone un ladrillo, o teje una prenda, pero hace de la política su ocupación y fuente de riqueza» (Khalil Gibrán).

La frase precedente suena como un latigazo para los opulentos gremialistas y los políticos como los Moyano, la Cretinacha, Espinosa, Boudou, Insaurralde, etc., quienes deberían festejar su día en cualquier fecha menos el 1° de mayo y llamarle Día del Sátrapa o del Vampiro. Por ejemplo: el Cumpleaños de Cretina o de su difunto marido. Son muy pocos los argentinos ilustres a los que no los ha dominado el «Síndrome del Creso», Rey de Lidia que nadaba en oro. Y entre los políticos -charlatanes baratos de feria, zánganos crónicos del Estado- pululan los cafishos que explotan a una parte de la sociedad sin ningún escrúpulo y tienen mansiones con piscinas y jardín botánico, yates, aviones privados y un ejército de esbirros o patovicas.

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