Por Luis Américo Illuminati.-

Don Peteco, vaya con su música a cantar a Cuba, donde la libertad no existe. El despótico gobierno que hace más de 60 años no permite ninguna democracia, a Ud. lo recibirán allí con los brazos abiertos. Usted, que se dio el lujo de faltarle el respeto gratuitamente a la vicepresidente de la Nación, sepa y tome nota que el que haga eso en Cuba o Venezuela va preso por tiempo indeterminado.

El mismo presidente de la Comisión organizadora del Festival de Jesús María, Juan López, dijo al respecto: “Me parece una falta de respeto a la investidura del vicepresidente de la Nación. Sea del color político que sea, es vicepresidente de todos los argentinos, ya sea que lo hayan votado, o no. A ese cargo, tenemos que respetarlo. Tenemos que crecer institucionalmente para crecer como sociedad y ser un país mejor”.

Usted, Don Peteco, ya no representa a ninguna música de nuestra tierra. Usted es un hombre irrelevante para el folklore argentino. A quienes destruyeron la Argentina usted nunca les dijo nada ni organizó una protesta. Por lo tanto, usted es uno de ellos, igual que Dady Brieva. Pero tampoco nadie le prohíbe ni lo obliga a que no cante en el Festival de Cosquín o en cualquier otra parte de la Argentina donde usted se presente en el futuro; pero francamente creo que después del comunicado que hicieron el resto de sus compañeros, de que lo que Ud. dijo en el escenario no representa el pensamiento del resto del conjunto, en el momento que llegó la vicepresidente: «No se paren, no ha llegado nadie», debería pedirle disculpas, si es un verdadero y justo caballero, aunque tenga otra ideología, pues sólo un fanático, un necio autoritario, puede hacer lo que usted hizo. Un hombre de verdad no le falta el respeto a una mujer; hay muchas formas de disentir, pero la suya es una vergüenza.

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