Por Fabián Medina.-

Hoy en día estamos ante un gran dilema en la economía de nuestro país, como lo es producir o solo invertir. Dentro de la producción se torna muy complejo por el hecho de saber si producimos como vamos a vender nuestros productos porque hoy el tema principal es como vender nuestros excedentes de producción al exterior por la falta de “competitividad”. Para entenderlo aún más y mejor la tan manoseada competitividad se maneja a partir del valor de los productos en el exterior y ello se trabaja con dos factores: 1- precio y 2- cantidad; siempre hablando de moneda a nivel internacional. Entonces podemos elegir entre esos dos factores como darle mayor competitividad a nuestros productos a nivel internacional, la forma clásica o también denominada “ortodoxa” dentro de la economía es trabajar sobre el precio y ello se hace devaluando la moneda del país de origen con la consecuente llegada de altos niveles de inflación y empobrecimiento de la población; mientras que al trabajar sobre la cantidad de moneda necesaria para calcular su valor y trabajar como reducirlo con otras alternativas también llamada “heterodoxa” opera con mecanismos como la baja y eliminación de impuestos, ella genera mayor dinamismo en la economía como consecuencia de una baja de los precios relativos y generar deflación por lo que genera mayores niveles de producción y por ende favorece a la población siempre que los formadores de precios entiendan la necesidad de llegar a una baja generalizada de precios, caso contrario el Estado recaudará mayores niveles de pesos como consecuencia de aumento de precios o por mayor cantidad de ventas que se generarían por ella.

Tenemos que hacer comprender a quienes forman los precios que deben incluirse en el país que todos debemos vivir y tratar de vivir todos lo mejor posible y no sólo vivir algunos y sobrevivir el resto.

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