Por Manuel Lichtenstein.-

Escuché hace un par de días en AM de Radio Mitre unos comentarios de un doctor, no sé de qué, que aconsejaba a la audiencia, como si supiera, de qué manera debieran usarse los artefactos eléctricos que la sociedad de consumo puso a disposición de usuarios de todos los colores, entre los que me siento involucrado, y aunque lo escuché con mucha atención, no pude lograr saber de quién se trataba.

Parece, según él, que la solución de los problemas energéticos que heredó este nuevo gobierno que encabeza el Ingeniero Mauricio Macri, es algo parecido a retornar a las cavernas, ya que por poco me aconsejaba volver apantallarme con esas vetustas cartulinas con un palito, que entre otros comercios, regalaban para fin de año, las panaderías del tiempo del Cañón del Oeste, o algo parecido.

Me llenó de amperajes, voltios y voltajes y casi me hace sentir cargo de conciencia por tener en mi cocina, heladera, lava ropas, licuadora, procesadora y plancha eléctrica, que por supuesto mi vieja en su pobreza y supina ignorancia, murió sin haber usado nunca, una plancha eléctrica.

Del equipito de aire acondicionado en el dormitorio, ni hablemos, pues a pesar de mantenerlo en 24°, son más las veces que nos cortan la energía eléctrica que lo que nos ayudan a pasar el verano.

Pero los verdaderos responsables de la increíble falta de servicios a la comunidad, en un país como el nuestro que todo lo tiene en su estructura de valores primarios, son los alguna vez dijeron ¡¡Ahora vamos por todo!!

Y fueron por todo, pero cuando perdieron y se tuvieron que ir, dejaron tierra arrasada y la mayoría de las cajas en rojo vivo, y como una muestra más de su desvergüenza, la Camporita y compañía, acusaron a un gobierno todavía no asumido, de los horribles afanos y descuidos cometidos por gente que ocuparon cargos de favor, sin saber de qué laburo se trataba, cobrando sueldos generosos, a nuestra costa.

Las inversiones en bienes de consumo y servicios, se tradujeron en sueldos a una burocracia espantosa, especializada cono chupa sangre a los que pagan sus impuestos para cubrir sus sueldos.

¿Qué camino tomará Macri para limpiar tanta mugre y castigar a tanta delincuencia acumulada desde los Kirchner en adelante, hoy todavía impune?

Podrá sacarse de encima los palos en las ruedas de una oposición que ya está hablando de revolución para recuperar el poder.

Creo con razón que si Macri no enfrenta con decisión los problemas heredados, más los que le surjan en su laburo como Presidente de los argentinos, habrá perdido la pulseada contra tanta ignominia, aunque creo que le sobran agallas como para pasar al frente. Que así sea.

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