Por Luis Américo Illuminati.-
Yo tengo 71 años y me liberé de votar; gracias a Dios, ya no pertenezco más a la especie «homo sufragatus gilatus», nacida con Cámpora en 1973 y con Alfonsín en 1983. Una metodología perversa, un lecho de Procusto (el hombre que vota), concepto que ya hemos desarrollado hace poco en esta misma página. Me puse a leer el libro de Santiago Ramón y Cajal «Charlas de Café», que se los recomiendo, pues en sus páginas encontré felices y sabios aforismos que, si bien van dirigidos a loa españoles de su época, presentan notables similitudes con la Argentina actual.
En una noche de julio del año 1216, un fraile oraba fervientemente en su pequeña cueva del bosque. Pedía a Dios la virtud de la humildad. Aquella noche preguntó al Señor cómo podría servirle, y Jesús le miró con ternura y afecto y le dijo: “Repara mi Iglesia”. Y así hizo Francisco; reparó la vieja capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, llamada Porciúncula (pequeña porción), pero más tarde entendió que lo que quería Cristo es que reparara no un edificio sino la Iglesia como institución espiritual y fue tan grande su vocación que fundó la Orden religiosa de los franciscanos.
En el caso de Néstor y Cristina Kirchner, una noche se les apareció el Diablo y les dijo: «Hijos míos, destruyan la Argentina»; yo pondré a su disposición diablillos y diablillas para que los ayuden, los cuales cortarán calles y tirarán piedras y vivirán a costilla del Estado y arrastrarán con ellos a masas furiosas de zombis. El resto marchará a votar a mis urnas». Y así fue como el matrimonio maléfico comenzó su obra devastadora. Fundaron la Orden de la Grieta. Y así nació una ola de corrupción, odio y locura que nadie hasta ahora ha podido pararla, y prometen no dejar gobernar en paz a nadie que no sea un draculiano de la siniestra cofradía de Néstor y la Viuda Negra.
La Porciúncula
La ambición y status económico de los kirchneristas -obscenos millonarios- que poseen lujosas mansiones, grandes fracciones de terreno y cuentas secretas en bancos extranjeros es comparable a la magnificencia y lujo del Palacio de Buckingham -residencia de la realeza británica- que contrasta con la Porciúncula, la humilde capilla que los benedictinos le cedieron a Francisco de Asís en el siglo X para que comenzara su piadosa misión y fundara una nueva congregación religiosa. Los franciscanos. El nombre Porciúncula significa «pequeña porción de tierra».
La Porciúncula es un símbolo de humildad y de verdadero amor a Dios y al prójimo; es todo lo contrario a la insaciable sed de oro y a la frenética concentración de la riqueza terrenal en pocas manos, situación que ha llevado a la sociedad moderna a su más que probable extinción como especie que habita la tierra, hoy más degenerada que nunca, sobre todo en la Argentina, donde ha surgido una sub-especie muy peligrosa: el «homo piqueterum» -zángano cortacalles que el gobierno lo subsidia- surgido de la psicopatía kirchnerista, matriz gansteril fundada por un despreciable individuo amante de las cajas fuertes donde guardaba cuantiosos fondos sustraídos al Estado. Su viuda y su hijo han hecho levantarle monumentos al magnate patagónico, la contracara de San Francisco de Asís, quien, siendo hijo de un rico comerciante, dedicó su vida a servir a Dios y al prójimo y despreció la riqueza.
A manera de corolario
Parafraseando a Ramón y Cajal, vengo predicando en el desierto que todo político excesivamente optimista amén de un inconsciente es un mal patriota. Hay que dejar la oscuridad para ir en busca de la luz igual que la semilla enterrada que saca de sí misma, de su albumen y cotiledones, la energía necesaria para organizar un tallo capaz de aflorar la tierra y de conquistar un puesto al sol.
Nuestra Patria puede compararse a un barril cuyas duelas sacadas de troncos diversos, sólo se mantuvieron antaño unidas por la coacción de los aros que lo rodean y por la dilatación excéntrica de la madera, embebida en el vino generoso del ideal. Mas, ¡ay! el licor tonificante fue derramado por bodegueros saboteadores. Y actualmente el tonel se agrieta por todas partes y cada duela amenaza con marcharse por su lado. ¿Y ahora de qué esencia espiritual llenaremos el averiado barril nacional para evitar la disgregación?
La tan manoseada frase de Hobbes «el hombre es lobo del hombre» calumnia un poco al lobo. Ambos poseen instintos sanguinarios, pero el lobo devora para saciar el hambre y no para satisfacer sus ansias de poder y dominio; además «el hermano lobo» como decía San Francisco de Asís, no se degrada hasta el punto de formular una cínica teoría para justificar sus fechorías. Schopenhauer, Gracián y Leopardi hablaban del «peligro humano» como más dañoso que el de las fieras.
El destino e intención moral del hombre, decía William James es llegar a colaborar en la obra de Dios. Un destino nobilísimo y, en el fondo, exacto cuando se trata de personas honestas. Más la experiencia en la Argentina revela esta verdad incontrastable: la mayoría colabora incansablemente con los planes del diablo.
Afirmaba un escritor premiado con el Premio Nobel que la sociedad está basada en dos principios: «El robo es punible; el producto del robo es sagrado». Con perdón del admirable escritor (Anatole France), nos parece el primer pensamiento excesivamente optimista. Desgraciadamente, el robo es lícito con tal de que el ladrón no viole demasiado escandalosamente las leyes y cuente con la distracción o favor de tribunales, diputados y gobierno, sobre todo, el gobierno «K» que hay tantos multimillonarios.
Triste y doloroso resulta que a menudo el bribón astuto salga mejor parado que el ciudadano honrado en naciones corrompidas y decadentes donde todo veredicto justo cuesta al que lo dicta un calvario de censuras y disgustos (honrosas excepciones que todos conocemos en la Argentina). Por último, si inexorablemente debemos sucumbir, caigamos de pie, orgullosamente, como el árbol que lo fulmina un rayo y no carcomido lentamente sus raíces por las hormigas coloradas y que hueco cae sobre la tierra.
30/06/2023 a las 6:25 PM
Eh!, don Luis, como es eso de «me liberé de votar». Creo que si queremos sacar la escoria que tanto molesta a todos debemos votar, aunque más no sea (por desgracia) al que parece el menos peor, como está ocurriendo de hace tanto tiempo. Yo con mis casi 82 sigo votando y más aún colaboro como fiscal para la gente a la que adhiero. Seré muy ingenuo; pero creo en aquello de «una gota más en el océano». De todos modos estimo que su posición coincide con la de tanta gente que se hartó, con fundamentos, de toda la clase politica y sus mensajes tan embusteros y mentirosos, en gran mayoría. En fin, no cuesta nada confiar, como digo siempre, que un día será Ese Día!.Nuestros hijos y nietos esperan algo de nosotros; aunque hoy parece que formamos un ejército de giles.
30/06/2023 a las 6:52 PM
Sr. Argento41, comprendo perfectamente su loable intención y lo felicito por su legítima esperanza, pero dejéme a mi que no me preste al juego perverso que muy bien lo conozco. Tengo mis ideas políticas, alejadas completamente alejadas de los extremos, no soy ni peronista ni tampoco antiperonista, pero el PRO y el radicalismo formaron Juntos x el Cambio, ya demostraron que no tienen ni el talante ni el carácter ni el propósito de hacer de este hermoso país un lugar mejor ni siquiera la hormona sanmartiniana para gobernar con principios firmes y no con recetas. Voté a Macri, le hice llegar un consejo que
escribí en mi muro y tal como suponía se rodeó de inútiles, ambiciosos, tilingos y chupamedias. Sí creo en la democracia, cosa que nunca hemos conocido, si la demagogia y la partidocracia. Ni Larreta ni Bullrich ni Massa, Milei ni los pinochos de la izquierda (menos que menos) me convencen. Un cordial saludo.
30/06/2023 a las 7:12 PM
Estoy totalmente de acuerdo con el autor de la nota. La partidocracia es como dice Don Illuminati un lecho de Procusto, una trampa, los votamos y después nos garcan. No tienen principios. Prefiero votar al Pato Donald, al ratón Mickey o a Mandrake antes que a la corporación de vividores HDP.
30/06/2023 a las 7:45 PM
No nos engañemos, el voto obligatorio a personas menores de 70 más que una carga pública es una avivada, un resorte de la corporación, so pena de sanciones. En cambio, cuando uno tiene más de 70 años ya ha tenido suficiente experiencia para no creer en el cuento feliz de Papá Noel y el trineo volando por los aires trayendo regalos para todos.
30/06/2023 a las 8:34 PM
Las razones de Avogadro -Principio de Avogadro- abonan lo suficiente si alguien por ventura cree que votando a Fulano, Zutano, Mengano o Perengano, algo va a menorar en nuestro país.
“Los jueces demármol nunca comprendieron que a veces la vida te obliga a matar”, Oscar Larroca
Sergio Massa logró, a fuerza de audacia propia y desesperación de sus socios, aterrados ante la alta probabilidad de atravesar un penoso desierto, imponer su precandidatura presidencial; al hacerlo demostró, aunque era innecesario, la impotencia actual de Cristina Fernández. La PresidenteVice se vengó –una diminuta venganza- recordándole, en la cara y en público, que su real heredero era Eduardo Wado de Pedro, que fue desechado por presión de gobernadores feudales, “barones” del Conurbano, gordos sindicalistas y algunas organizaciones sociales.
Debería llamar la atención que quienes fingen ser los representantes de los más damnificados por la inflación rampante, hoy apoyen sin cortapisas al responsable de ella. Pero, si observamos en detalle el estruendoso silencio con el que permitieron y acompañaron, sin realizar protesta alguna, el deterioro del salario docente (¡teléfono para Roberto Baradel!), la dramática pérdida de poder adquisitivo de las remuneraciones de los trabajadores registrados, la represión a los qom y tantas otras salvajadas (varios asesinatos, incluido el del Fiscal Alberto Nisman) que ha perpetrado el kirchnerismo en las últimas dos décadas, nada debería sorprendernos.
El Aceitoso no tendrá paz, sea que gane o pierda en las elecciones. Si triunfara, algo que todos los manuales políticos describen como imposible, heredaría la pesadísima realidad, esa que ha construido con su ignorancia y su incapacidad para controlar la inflación y su simétrico éxito en incrementar la pobreza, en producir una innegable recesión, en endeudar al Estado a tasas geométricas y en barrer bajo la alfombra los problemas derivados de la terrible carencia de divisas para hacer frente a las obligaciones de la deuda pública y la asumida con los importadores, que hoy se estiman en US$ 30.000 millones. Y deberá negociar los indispensables ajustes con un Congreso poblado de irracionales kirchneristas duros y de cambiemitas y libertarios, por muy sensatos que se vuelvan éstos algún día.
Para llegar con algún aliento a las PASO, a cuarenta y cuatro angustiosos días de distancia, está tratando de cerrar un inviable acuerdo con las grandes cadenas de supermercados que implique un congelamiento de precios hasta entonces, suponiendo que bastará luego para vencer en las elecciones nacionales el innegable apoyo del círculo rojo “experto en operar en mercados regulados”, la genial frase que acuñó Antonio Brufau, CEO por entonces de Repsol, para justificar la “venta” del 25% de YPF a la familia Eskenazy, que tantas veces he descripto aquí.
La esperanza empresarial se basa en los fuertes contactos y amistades que tiene el Aceitoso con personajes de la calaña de José Luis Manzano, Daniel Vila, Cristóbal López, Fabián de Souza y tantos otros próceres de la “patria contratista”. Pero cometería un grave error si diera por seguro que, como consecuencia de la adhesión de esos empresarios corruptos, sólo dispuestos a cazar en el zoológico y pescar en la bañadera, llegarían los votos de los ciudadanos de a pie, ya que hoy pesan más en la gente las redes sociales que los medios de prensa tradicionales.
Quedan enormes interrogantes pendientes: el mismo que trajo hasta aquí la catástrofe económico-social que se abate sobre nosotros, ¿podrá ofrecer un mejor mañana al electorado?; si así fuera, ¿por qué no aplica su receta ahora mismo?; ¿hasta cuándo permanecerá en el timón del palacio de Hacienda?; ¿quién se sentará, si se va, en esa silla eléctrica?; y la más importante, ¿qué impacto tendrá su postulación en el staff del FMI, al cual ruega con desesperación para que le suministre fondos frescos?
Por lo demás, no es seguro que la devaluada emperatriz de Calafate prefiera el triunfo de alguien que, aunque corra con sus colores, no será nunca su títere y, por necesidad, la traicionará para fundar su propia dinastía, tal como hicieron Néstor Kirchner y ella misma con Carlos Menem y Eduardo Duhalde a partir de 2003. Y si perdiera, podría transferirle la responsabilidad primaria de la derrota.
Que hoy estemos hablando de la probabilidad, aunque sea remota, de que Massa se convierta en el próximo presidente habla muy mal de Juntos por el Cambio (JxC), la alianza que se suicida en cuotas en las sanguinarias peleas públicas de sus líderes, que prefieren luchar entre sí en el barro a ofrecer propuestas de gobierno, y hasta de La Libertad Avanza (LLA), cuyo mesiánico y unipersonal jefe perdió volumen electoral en cada oportunidad en que ha competido en elecciones provinciales.
Tal como escribió ayer Carlos Manfroni en La Nación (https://tinyurl.com/2p8zvzkb), todos los candidatos opositores, salvo Patricia Bullrich (JxC) y Victoria Villarruel (LLA), deben a la sociedad en su conjunto un claro posicionamiento respecto al lacerante tema de los presos políticos, esos ancianos que defendieron a la República de la criminal subversión terrorista de los 70’s. Y hacerlo se transformó en urgente, ya que resultará imposible seguir ignorando esa grave situación y, a la vez, ser obedecido para quien gobierne a partir de diciembre cuando deba ordenar reprimir la violencia y el salvajismo con que las necesarias reformas serán enfrentadas en la calle, tal como sucedió durante el ejercicio revolucionario que todos vimos en Jujuy en estos días.
30/06/2023 a las 8:59 PM
Querido Luís, amigo de tantos años, con tantos recuerdos que vienen de nuestros años mozos con el Gordo, Alejandro, Ramón y otros que estuvimos en una misma patriada. Te falicito por esta nota y otras publicadas en este espacio, que ponen de manifiesto tu capacidad y tu ilustración. Discrepo en un punto: el cristiano no debe sustraerse a votar donde el sistema lo exige. Te recomiendo una reflexión junto al libro “Política Cristiana”, del Padre Guillaume Devillers, ed Río Reconquista. Te dejo mi más afectuoso saludo
30/06/2023 a las 10:23 PM
Estimado Sr. Romano. La verdad que no lo recuerdo. No sé si me está tomando el pelo. Le aclaro que soy cristiano, no fanático, ni progresista ni teillardiano y no sé quién es Padre Guillaume Devillers, ni sabía que había escrito alguien un libro titulado «Política Cristiana». Así como Ud. me recomienda a dicho autor, yo me permito recomendarle la obra del Padre Leonardo Castellani, sacerdote católico nacido en Reconquista, nacido en 1897 y fallecido en 1981, y a diferencia del cura que dice que el cristiano no debe sustraerse de votar, Castellani recomienda votar al cristiano, al ateo, o a quien sea, cuando las condiciones estén aseguradas para que entre los repetidos animales de la calesita electoral, haya algún candidato que prometa poner orden, paz, respeto, premios y castigos proporcionales al mérito o a la falta, transgresión o crimen de lesa patria. Si no hay eso, en ningún lado está escrito que uno debe ir a votar que el circo y la calesita continúen con música y orquesta y violetas de los Alpes. Lea del Padre Castellani: «Su Majestad Dulcinea». Una verdadera profecía.
30/06/2023 a las 10:27 PM
Estimado Sr. Romano. La verdad que no lo recuerdo. No sé si me está tomando el pelo. Le aclaro que soy cristiano, no fanático, ni progresista ni teillardiano y no sé quién es el Padre Guillaume Devillers, ni sabía que había escrito alguien un libro titulado “Política Cristiana”. Así como Ud. me recomienda a dicho autor, yo me permito recomendarle la obra del Padre Leonardo Castellani, sacerdote católico nacido en Reconquista, nacido en 1897 y fallecido en 1981, y, a diferencia del cura que dice que el cristiano no debe sustraerse de votar, Castellani recomienda votar al cristiano, al ateo, o a quien sea, cuando las condiciones estén aseguradas para que entre los repetidos animales de la calesita electoral, haya algún candidato que prometa poner orden, paz, respeto, premios y castigos proporcionales al mérito o a la falta, transgresión o crimen de lesa patria. Si no hay eso, en ningún lado está escrito que uno debe ir a votar para que el Circo y la Calesita continúen con música y orquesta y violetas de los Alpes. Lea del Padre Castellani: “Su Majestad Dulcinea”. Una verdadera profecía.
30/06/2023 a las 10:51 PM
En apoyo de las razones de Luis Américo Illuminati quien ha aludido al Padre Leonardo Castellani
«El nuevo gobierno de Sancho»
Por Leonardo Castellani, sj
La primera edición de El nuevo gobierno de Sancho apareció en el año 1942; la segunda, aumentada en tres capítulos, en 1944; la tercera, con más cinco piezas en prosa y un anexo en verso sobre la segunda, en 1965. Ésta es, pues, la cuarta edición; reproduce el texto de la tercera, que queda ya como el definitivo de la obra.
Figura en la portada de las tres ediciones anteriores Cide Hamete (h.) como autor del libro y Jerónimo el Rey, doctor en Teología por Roma, en Filosofía por París y en Política por Londres y Pavía, como autor de la traducción directa del arábigo del texto de la obra. Como el transcurrir de la vida literaria de Leonardo Castellani descubrió que él, Cide Hamete (h.) y Jerónimo del Rey son una misma persona, se optó por poner al padre Castellani como autor de este notable libro dejando a un lado sus seudónimos.
Los dibujos de Marius son los mismos que ilustraron las ediciones anteriores. Marius es el nombre artístico del gran dibujante argentino Carlos Vergottini.
—[8]→
Al lector
Tanto el autor como el traductor deste libro consideran inútil advertir, y sin embargo advierten, que no hay en él retratos de personas sino caricaturas de vicios, caricaturas exageradas a la Muñiz o al modo del Hombre que no tuvo infancia. No hay pues en él, lo repetimos, ninguna alusión directa a la menor persona viva; y si alguno se llegare a dar por aludido, tendremos que decir, como el paisano, que recién conocimos que era cofrade cuando lo vimos tomar candela. Otra cosa es cuando se nombra una persona literalmente; es señal entonces que es un amigo del traductor o del autor, como los dos que salen en esta advertencia.
Cide Hamete Benengeli (h.)
Jerónimo del Rey
—9→
Prólogo
De las fecundidades herenciales que el espíritu hispánico, es decir don Quijote, desparramó en América y que son dos, a saber: idioma y sabiduría, habría que hacer un inventario nuevo para determinar qué parte nos tocó a los argentinos y en qué modo nosotros la hemos dilapidado; porque ya de esa herencia tradicional se canta y llora poco -casi nada- entre la población del que fue virreinato del Río de la Plata.
¿Qué ha sido del legado quijotesco en nosotros? ¿Qué nos quedó de él y qué no nos quedó? ¿Sabiduría o idioma? Al principio, las dos cosas; después, sólo el idioma; ahora, casi ni esto. Véanse, por etapas, documentos patentes: l. El Martín Fierro de Hernández y Cancioneros populares del Norte; 2. El producido literario de la llamada «nueva sensibilidad»; 3. La literatura radiotelefónica y el tango.
De esta degradación se dio cuenta Lugones, ya entrado en madurez, e intentó subsanarla dentro de la órbita de sus actividades. Pero erró de estrategia en el proceso recuperativo; y en vez de comenzar por restaurar en sí y entre nosotros el alma de El Quijote -lo que yo llamo su sabiduría- se entretuvo en afanes literarios, gastó años y muchas energías en debates históricos, por esta rima sucia o aquel prosaísmo inepto (defensa del idioma), en tanto el pueblo criollo lo estaba precisando para empresas más anchas, huérfano de un cerebro y un corazón de mando que le era imprescindible para reconectarse con la memoria del señor don Quijote y con sus actitudes, que tenía olvidadas. Cuando Lugones advirtió el entuerto y enderezó su alfanje se encontró acorralado; lo arrebató la desesperación.
—10→
Pero no hay crisis que no deje enseñanzas y la primera la ha recogido el padre Leonardo Castellana, sindudamente una de las cabezas más seguras y una de las voces más auténticas, por su criolledad, que han pensado y hablado en nuestro país en los últimos años. No creo descubrir ningún secreto diciendo que el seudónimo Jerónimo del Rey es usado por el padre Castellani en sus obras literarias o de entretenimiento.
El traductor de Cide Hamete (h.), inventor de las crónicas que en este libro se reúnen, parece haber calado que lo que falta aquí es restaurar primero los dominios morales y espirituales de la tradición (tradición criollo-hispánica) y dejar para luego la recuperación -que será dada por añadidura- del acervo idiomático.
De allí que en estas páginas haya -según advierto- más sabiduría que adorno literario y todavía esto: cierto empeño evidente en jorobar la pureza lingüística, en escandalizar los preciosismos de habla, cuando estos preciosismos y purezas nada traen adentro que los haga apetentes, respetables u honrosos.
Por eso, cual si fuera cosa confabulada, el lenguaje de Panza a través de su actual exhumación, durante éste su nuevo gobierno inesperado, es fiel y demasiadamente sánchico, no como el que empleara en su primera exaltación al poder -recuerden los lectores de El Quijote que en aquella ocasión el Escudero llegó a usar una parla recatada y prudente, digna más de su Señor que no de él mismo-, y en cambio, por contraste, ahora es mayor su saber y su juicio.
El Sancho de este libro es lo que sobrevive de El Quijote en tanto sancho que anda por ahí, más capaz y más digno de gobernar un pueblo que aquellos otros sanchos (los políticos, dichos profesionales) cuyos amos no son, ni fueron nunca, ni serán quijotes. Porque hay criados que valen por amos, y amos que ni merecen ser criados; y del buen señor hereda virtudes el siervo, pero nunca del patán con traje de señor.
Así, Sancho se muestra, en éste su segundo apócrifo gobierno, tan grueso de modales y expresiones como sabio y prudente de índole -hasta vuelca en sonetos su experiencia del mundo-. Es ya la suya la sabiduría del —11→ Caballero Andante -todo poeta y filósofo- transferida al Escudero -todo sentido práctico y viveza- por ese movimiento de las grandes culturas que florecen en una nobleza y fructifican en el pueblo. Y, más extensamente, es la sabiduría de la España teóloga y lírica vertida en la vivencia popular criolla a través de la copla, el refrán y el catecismo que los conquistadores trasladaron y esparcieron aquí. ¿Acaso no se ha visto que el gaucho es un perfecto caballero de la triste figura que ni escudero tiene, para mayor tristeza, en la desamparada soledad de su vida? ¿Y no hay en estas pampas hombres de fortín que son -ni más ni menos- Sanchos Panza sin amo?
Por muchas coincidencias y secuencias, Martín Fierro parece un don Quijote -de la pampa- burlado por la politiquería (ociosidad ducal), como el viejo Vizcacha parece un Sancho Panza sin señor -y por lo mismo puramente sancho- amañándose solo y a fuerza de refranes para dar al propio hijo del gaucho -¿el pueblo criollo de hoy?- consejos que parecen programas de gobierno:
«Yo voy donde me conviene
y jamás me descarrío.
Llevate’el ejemplo mío
y llenarás la barriga…
Hacé lo que hace la hormiga
no van a un noque vacío».
De la experiencia dolorosa del gaucho y la experiencia vergonzosa del viejo Vizcacha se nutre el Sancho Panza de este libro. Tiene del viejo chupador y angurriento, avisado y bribón, la socarronería y la malicia, o mejor dicho el simple maliciar; pero tiene también el afán de justicia, la caridad violenta, la crencia y el coraje del gaucho -Martín Fierro- con cuyos hijos se comprende tan bien en la escena final de su nuevo gobierno. Dichas analogías saltan a lo evidente en la audiencia que Sancho concede al «Gran Filósofo del Reino de Sepharlandia» (El Filósofo, página 59) con quien sostiene un contrapunto teológico de vastas proporciones, recordando a lo vivo la —12→ payada entre Fierro y el moreno (Martín Fierro, versos 4050 al 4400).
Es, pues, un Sancho gaucho, integral, psicológico, éste que ha descubierto el padre Leonardo Castellani en las crónicas de Cide Hamete (h.). Un Sancho que gobierna con sentido común en medio del común desvarío y que, en nombre del pueblo, opone cierta saludable barbarie -la barbarie nativa que diría Sarmiento- a la civilación extranjerista y postiza que improvisa la clase dirigente, esto es: los tirteafueras de la Ínsula. Que cuál es esta Ínsula no es preciso ni agradable decirlo. Aunque sin señalarla por su auténtico nombre, el autor nos la pinta con pelos y señales, en toda su esplendente corrupción a través de los gremios más caracterizados y de los entes más figurativos de la escala social.
Dos cosas precisaba el eminente sacerdote para llegar a su descubrimiento, que es la revelación más descarnada y cómica de nuestra actualidad cultural y política, social y espiritual. Primero: ser criollo, en la cristiana y libre acepción del vocablo, es decir: hijo puro de la tierra -tierra santafesina fue su cuna- con orgullo de serlo; segundo: tener una cultura universal, católica, que necesita a modo de perspectiva interna, aquel que amando a su patria se propone mostrarle, aunque sea por parábola burlesca, los errores del siglo para que el país sepa dónde y de qué manera puede reivindicarse.
Nadie mejor que el padre Castellani -varias veces doctor en la genuina y original convocación del título- podía hacer esta suerte de psicovivisección social que constituye El nuevo gobierno de Sancho. Factores concurrentes lo han conducido a un dominio profundo de la psicología y la sociología. Su inteligencia natural penetrante, su vocación para la cura de almas, su enrolamiento en el mayor ejército de escrutadores de almas cual es la Compañía de Jesús y, finalmente -aunque principalmente-, sus intensos y extensos estudios especiales, de los que quiero hacer un sumarísimo prontuario.
Doctorado en filosofía en el Seminario Pontificio de Buenos Aires hacia 1924, y evidenciadas sus talentosas predisposiciones, es becado en Europa, donde elabora sus —13→ conocimientos a través de los claustros de más antigua tradición y fama.
En 1931 la Universidad Gregoriana de Roma le confiere, a su vez, el título de doctor en Filosofía y Teología. Durante los dos años subsiguientes (1932-1934), participa en los cursos de examen clínico de enfermos mentales del Asyle Sainte Anne de París, bajo la dirección del profesor George Dumas. Entretanto, concurre a la Sorbona, donde alcanza el diploma de Estudios Superiores de Filosofía, rama Psicología, y hace cursillos libres, además, con Marcel Jousse en L’École d’Anthropologie (psicología lingüística) y L’École Pratique des Hautes Études, y con el doctor Wallon en diversas escuelas de París. A mediados del año 1934, realiza un viaje de estudios para perfeccionarse en Heilpaedagogie (pedagogía psiquiátrica) en misión oficial patrocinada por la embajada argentina en Francia. Visita las escuelas de retardados y reformatorios infantiles en Milán, Munich, Innsbruck y Viena, acumulando experiencia en la materia de prevención social. Estudia bajo la dirección del profesor Seyss Inquart, por especial concesión de la legación argentina, del Niederoesterreicher Landes Regierung. Al promediar 1935 regresa a la Argentina e inicia tareas didácticas en las materias de su especialización. Dicta cursos en el Seminario Pontificio, Colegio del Salvador y, más tarde, en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario, donde gana, en oposición, la cátedra de Psicología. Infinidad de artículos, ensayos, conferencias, lo dan a conocer en nuestro ambiente tanto en su pensamiento filosófico como en sus distracciones de inventor literario. Su estilo inconfundible torna amenos los temas más áridos. Entreverado en el tremendo lío de los problemas educacionales, escribe artículos de rotunda razón. Y el libro en que aparecen reunidos nos introduce en sus observaciones con esta copla de su hermano mellizo (Jerónimo del Rey) que merece un recuerdo:
«En mi Argentina, señores,
que ya no es aquella de antes,
hay muchos gobernadores
pero pocos gobernantes…».
—14→
Luego, para que no lo tachen de retórico puro, comienza a traducir, de adentro para fuera, las historias de Sancho que aquí se dan en bloque.
Y bien, con ser un eminente profesor y escritor, un hombre de saber filosófico ahondado, el padre Castellani larga por la ventana todo lo inoficioso y exterior del ejercicio intelectual y didáctico: las terminologías convencionales (técnicas), los ritos y ademanes académicos, las pulcritudes y los eufemismos, y comienza a templar y a cantar las verdades que todo bien plantado hombre diría, como lo haría el mismo Martín Fierro, vale decir: con toda la voz que tiene. Por eso se verá que éste no es libro para intelectuales -en el sentido presuntuoso, asexual, agonizante y gimiente que dan a esta palabra algunos mercaderes del pensamiento manufacturado- porque es contrario al tipo intelectual que, más o menos oficialmente, ha creado el Estado Liberal en la Ínsula Agatháurica. Es simplemente un libro para la inteligencia cotidiana y corriente, sin prejuicio de castas minoritarias. Lo que no obsta, por cierto -como en los buenos tiempos clásicos-, para que sea un libro de hilaridad fecunda, cruzado de sarcasmos enjundiosos y pródigo en verdades que con frecuencia faltan en la literatura personal de nuestros humoristas diplomados y también en la obra de no pocos filósofos locales heroicamente dados actualmente a la tarea de salvar la cultura mediante la defensa del liberalismo capitalista…
Con el humor del pueblo, un rato campechano y otro rato porteño, el autor de este libro -o el de su inverosímil traducción- se ríe del cinismo solemnísimo con que viven los ínsulos de lata figuración (historiadores, periodistas, poetas, políticos, educadores, doctores, magistrados, etcétera) legalizando, o aceptando al menos, la trampa, la mentira, el mal gusto, el fraude, la sapiente ignorancia, la coima y la desocupación, como elementos primos naturales de la armonía social.
«Qué sería del pobre que en Dios crê,
si puesto en este loco mundo que
sofistica, no fuera chacotero!…».
—15→
dice Sancho en uno de sus sápidos sonetos que Cide Hamete (h.) le atribuye en El Hombre que decía la verdad. Y ese terceto clarifica el sentido con que el autor hace humorismo. No es el tipo de «humor» de que viven los graciosos profesionales ni el estilizado y pulcro de los chistosos románticos, ni el corrosivo y acre de los ironistas descreídos. Es el buen humor suelto y desconcertante con que pueden reírse los que tienen ganada la voluntad de Dios y de sus semejantes, frente a los que la quieren abolir o ganarla con trampas. Por eso mismo y porque son claras e instructivas las crónicas que forma esta extraña novela -algunas de las cuales se publicaron antes en revistas de no gran difusión- pueden ser populares y lo serán, sin duda, el día que el buen pueblo deje de leer pasquines y se acerque a escucharlas. Para este evento y como nuestro pueblo -al igual que gran parte de nuestra clase culta- hace rato que ha sido separado de la cultura clásica -hasta de sus ejemplos más corrientes- por obra de la prensa, del espectáculo, de la radio y del normalismo, parece necesario traer a la memoria el origen de ciertos personajes que en este libro resucitan y que, al igual que Sancho, son entes cervantinos.
Por de pronto, apuntemos una genealogía elemental del inventor presunto y acusado, aunque no muy convicto, de la novela misma. El nombre de Cide Hamete, según mi moderada información, se lee por primera vez en el noveno capítulo de El Quijote cuando Cervantes, concluida la originaria primera parte de las aventuras de don Quijote, declara haber andado a la pesca de su continuación y conclusión y afirma haber comprado en Alcalá de Toledo un cartapacio viejo, lleno de infolios muy garabateados donde podía verse -gracias al traductor ocasional encontrado- este encabezamiento en signos árabes: Historia de don Quijote de la Mancha escrita por Cide Hamete Benengeli, historiador arábigo.
El tal Benengeli, chivo emisario o caballito blanco -como dicen los cómicos- en quien Cervantes hace descansar la responsabilidad del memorial que había de resultar a la vuelta del tiempo el mayor monumento del —16→ habla castellana, resulta nada menos ser el progenitor del nuevo Cide Hamete, cuyas historias, constreñidas a Sancho, ha descubierto el padre Castellani vaya a saber dónde, pues él -sabiendo acaso que no es bueno mentar la soga en casa del ahorcado- omite decirlo. Después de la experiencia de Cervantes, que inventó un Cide Hamete para descargo de su pudor genial, no quedan muchas ganas de creer que Cide Hamete hijo sea más real que su padre. Mas lo que no puede afirmarse debe dejarse sospechar siquiera, y al lector quede el cargo de conciencia.
Esto aclarado, entremos a mosquetear el jubiloso -aunque de triste fin- nuevo gobierno de Sancho. Nuevo gobierno en que Panza en persona se muestra renovado, como ya lo apuntamos, gracias a su reencarnación en ambientes criollos. El lector lo hallará esta vez en una serie de ocurrentes audiencias, rodeado de los mismos tinterillos ilustres que lo estorbaron en su anterior gobierno descrito en El Quijote, comenzando por el insoportable doctor Pedro Recio de Agüero, quien de médico que era de la gobernación de la Ínsula Barataria, resulta ahora descendido a ministro, o padre de los pobres, o introductor de tirteafueras sin puesto. Esto de tirteafuera -lugar de nacimiento del doctor Pedro Recio- es, según Sancho lo calara de entrada, un modo de ser entremetido, procurador ilícito y gran amigo de la faramalla, y hace bien por lo tanto el autor de este libro en llamar tirteafueras a los representantes de la prensa, esos innominables personajes de escándalo, que hacen de médicos de la opinión publica a la cual matan por envenenamiento como Recio de Agüero quería matar por hambre a Sancho en su primer gobierno. Los demás personajes de la corte sanchesca no tienen nombre propio. Son el inevitable Maestresala, el Capellán, el Alférez, el Verdugo, los diversos Ministros, los Cortesanos, el Mayordomo de Palacio, etcétera, con los cuales la intrínseca nobleza de Panza no contó antes ni contará ahora para nada, pues está escrito que en la Ínsula Agatháurica son los mangoneadores del poder los que conspiran con mayor denuedo y deslealtad contra el recto sentido y el honor de la Ínsula, como que —17→ a ellos se debe la invasión forastera que hace caer a Sancho del poder.
Dicho lo cual, e imitando al propio Sancho Panza, quiero dar la señal de los festejos, los cuales esta vez consistirán en una espléndida ingestión de risa para los buenos y de admirables bochornos para los insularios renegados1.
Juan Óscar Ponferrada
—[18]→
—19→
Pragmática en soneto de don Quijote de la Mancha a su leal escudero Sancho el Único al mandarlo a regir la Ínsula Agatháurica
Humilde soledad, verde y sonora
de las extrañas ínsulas de allende,
do un mar de grama en cielo añil se extiende
en profunda quietud aquietadora.
Pampa vibrátil, hija de la aurora,
desde el Río-Cual-Mar al Ande duende
nacida a ser, si su blasón no vende,
de la indígena América, señora.
Hija mayor de España que soñando
yo, la Reina Católica y Fernando
de Aragón y Castilla al mundo dimos…
¡Cuerpo de Dios y de Santa María!
¡y en el nombre de aquesta espada mía
tómala, Sancho, y salva su natía
promesa de laurel y de racimos.
30/06/2023 a las 11:07 PM
El nuevo gobierno de Sancho
https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-nuevo-gobierno-de-sancho–0/html/
30/06/2023 a las 11:29 PM
Gracias doy a los amables lectores que coinciden o discrepan con lo que digo del «homo sufragatius». En un país libre cada ciudadano es libre de votar o no votar, yo siempre cumplí con mi obligación de votar pese a la amarga decepción que tuve a posteriori. Les dejo una frase perteneciente a un escritor católico ni progre ni retro.
«Dudo que los hombres mejores se hayan dedicado alguna vez a la política; se dedican a los cerdos, a los niños pequeños y a otras cosas por el estilo».
Gilbert K. Chesterton
01/07/2023 a las 7:28 AM
La democracia, presupone la celebración de elecciones periódicas mediante el sufragio universal, LIBRE, igual, directo y secreto. Todas estas características se consideran actualmente condiciones necesarias para la democracia y el incumplimiento DE UNA SOLA de ellas nos remite a un sufragio no democrático, que puede ser restringido, no libre, desigual, indirecto o público.
Por lo tanto el voto «obligatorio» no es democrático, ASÍ DE SIMPLE.
Si bien coincido con Luis en que el voto debiera ser libre hace años opté no por votar en blanco o no ir a votar, sino por dejar en la urna un voto nulo ¿por qué? porque todos los candidatos anteriores actuales y futuros fueron son y serán impresentables e invotables, no representan a nadie salvo a sus propios intereses.
01/07/2023 a las 8:08 AM
Una aclaración necesaria: siendo que el voto es obligatorio la obligación no se extingue cuando el ciudadano tiene setenta años o más, lo que esta reglamentado o legalizado es que si no concurre a votar no tiene que justificar la no emisión del voto. Por lo tanto si tiene ganas de votar vota y si no tiene ganas no vota.
01/07/2023 a las 2:57 PM
Respuesta al Sr. Horacio Romano que dice conocerme y que por más que hago memoria no lo conozco ni de la cancha de fútbol ni de la mesa de truco. Por un lado me felicita y por el otro me recomienda que un cristiano sí o sí tiene que votar conforme un escritor francés que escribió un libro titulado «POLITICA CRISTIANA». En mi anterior Respuesta yo le recomendé lea al Padre Leonardo Castellani y a mayor abundamiento transcribo para este buen hombre que dice conocerme un fragmento del «Nuevo Gobierno de Sancho», libro de Castellani, donde Sancho Panza gobernador de la ínsula Agatháurica interroga al Hombre que dice la Verdad, que es uno de los tres mellizos condenados a muerte y que Sancho absuelve.
«Metiendo Sancho la mano en su bolsa, sacó un largo papel con una innumerable lista, en la cual, poniendo la mirada, interrogó al condenado:
-¡Hombre Que Dice la Verdad!
-¡Presente!
-¡Atención a la metralla! ¿Qué es fraude?
-Elecciones aseguradas.
-¿Qué son elecciones aseguradas?
-Felicidad de la democracia.
-¿Qué es democracia?
-¿Cuál de las tres?
-¿Hay tres?
-Hay tres distintas y una sola verdadera.
-La de aquí, digo yo.
-La de aquí se define así: el reinado de los mercaderes por medio del lucro, soborno y fraude.
-¿Y cuál es el partido que no hace fraude?
-El que no puede.
-¿Y qué es partido?
-Partido, Excelencia, es la liga de los que quieren vivir sin trabajar, comer sin producir, ocupar empleos sin estar preparados y gozar honores sin merecerlos.
-¡Caramba! -dijo Sancho-. ¿Eso es partido?
-Eso es partido. También el suyo.
-¿Y qué es plataforma política de un partido?
-Nosotros somos los buenos, nosotros ni más ni menos, los otros son unos potros, comparados con nosotros.
-¡Caramba! -exclamó Sancho, alzando la vista a los cortesanos que estaban encarnados como berenjenas-. Este hombre es peligroso.
-¿Ha visto, Excelencia? -dijo Pedro Recio triunfante-. ¿No le dije?
-De todos modos, vamos adelante, que todo hay que oírlo en esta vida. Hombre Que Dice La Verdad Cruda, ¿qué es sufragio universal?
-La manivela de hacer opinar al pueblo de lo que no entiende para no darle mano en lo que entiende.
-¿Qué es liberalismo?
-Enemigo de Dios y amigo del pueblo.
-¿Y qué es el pueblo?
-Hato de carneros que trabaja, calla y paga.
-¿Qué es laicismo?
-Masón que quiere dárselas de Papa.
-¿Qué es Estado?
-Burocracia erigida en Dios.
-¿Qué es burocracia?
-Puestos y canonjías
-¿Qué son puestos y canonjías?
-Comedero para la tribu.
-¿Qué es escuela neutra gratuita y obligatoria?
-Escuela inmoral costosísima y rabonera.
-¿Qué es libertad de prensa?
-Piedra libre al embustero.
-¿Qué es libertad de opinión?
-Chillar los ineptos hasta acallar al sabio.
-¡Sapristi! -exclamó Sancho-. ¿Y qué son finanzas?
-El arte de sutilizar el dinero de muchos, para pocos.
-¿Qué es economía dirigida?
-Inglaterra.
-¿Qué son los argentinos?
-El pueblo que es preciso que Cristo sea Dios para no avergonzarse de ellos.
-¡Alto! -gritó aquí el Penitenciario Mayor haciéndose adelante con un gran tremolar de vestiduras-. ¡He aquí! ¡He aquí lo que es este hombre! ¡Deslenguado y sacrílego! ¡Maurrasiano! ¡Acción Francesa! ¡Ideologías exóticas condenadas por la iglesia! ¡Reo de muerte! ¡No hay apelación que valga!
Entonces habló Sancho Panza nuevo Gobernador de la Ínsula Agatháurica.
Este hombre queda sbsuelto de culpa y csrgo y desde hoy pasa a ser mi principal Consejero.
01/07/2023 a las 4:32 PM
Soy demócrata cuando amo el sol libre que encuentro en
Los hombres,
y aristócrata cuando detesto a los posesivos, a los
de entrañas mezquinas.
En todo hombre amo el sol
cuando lo veo entre sus cejas,
claro, sin temor, aun pequeño.
Pero cuando veo esos grisáceos hombres de éxito
tan pestilentes y cadavéricos, absolutamente sin sol,
como groseros esclavos de la prosperidad,
balanceándose mecánicamente,
entonces soy más que radical, y quiero manejar una guillotina.
Y cuando veo obreros,
pálidos y sórdidos como insectos, hormigueando
y viviendo como piojos por un poco de dinero,
y no mirando nunca hacia arriba,
entonces quisiera como Tiberio,
que la muchedumbre tuviera una sola cabeza
para podérsela hachar.
Siento que cuando los hombres pierden el sol
no deben existir más.
D. H. Lawrence: Poemas
01/07/2023 a las 4:41 PM
El puente tiene tantas luces…..
La calle tantos peligros
https://1.bp.blogspot.com/-Osv5-xqCA6Y/TcVn1uia4TI/AAAAAAAAORM/K2HQrsgVJ4E/s400/PC237400defn.jpg
01/07/2023 a las 10:51 PM
VOTO EN BLANCO = DAS PODER AL QUE GANA – VOTO NULO = CUENTA COMO PARTICIPACIÓN Y DAS PODER AL QUE GANA – NO IR A VOTAR = NO DAS PODER A NINGUNO.
02/07/2023 a las 7:55 AM
Técnicamente el voto nulo es aquel que, por razones de forma, queda invalidado. No tiene ningún tipo de efecto para el recuento electoral.
Los votos nulos no son votos válidos.
Supongamos que en una mesa hay inscriptos 100 votantes, 40 votan por A 50 por B y 10 emiten un voto nulo metiendo en el sobre un pedazo de papel higiénico.
Debido a la invalidez del voto nulo no tenés 100 votos sino 90.
Repito, técnicamente es así ahora bien si existe alguna trapisonda para que las cosas no sean así, es otro cuento.
Para ser más claro: el voto nulo «técnicamente» no existe.
02/07/2023 a las 5:58 PM
Pero se cuenta como participación, ese es el problema. Otra que sucede a menudo; cuando alguien caliente con todos los partidos o la situación, ensobra varias boletas de distintos partidos, SE LAS REPARTEN entre ellos y anda a decirles algo a los fiscales de esos partidos, están con el bufoso en la cintura. Todo el sistema es TRAMPA, es una PARTITOCRACIA instaurada en 1721 en el mundo y que se extiende hasta nuestros días. NO IR A VOTAR, es el acto de rebelión en PAZ más limpio y seguro que no serás estafado nuevamente, cosa que sucederá en estas elecciones, como viene sucediendo hace años.
03/07/2023 a las 2:06 AM
Las teorías de Don Pepe Buti-Farra sobre el voto parecen ecuaciones que sumadas dan un concluyente algoritmo. Caperucita votó al lobo y el lobo se la comió. 😂🤣