Por Juan Manuel Otero.-

MISERICORDIA

  1. f. Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenos.

Y justamente misericordia es lo que uno esperaría del Santo Padre, quien, como supuesta guía de la grey católica, debería dar el ejemplo.

Misericordia para todos sin discriminación de ningún tipo, para unos y para otros, que en el amor a Cristo no hay favoritos ni desplazados.

Pero…

Vivimos tiempos tristes, tiempos que no son desconocidos para la Iglesia Católica. Ya soportó en su larga historia situaciones semejantes a las que hoy vive.

El Papa Francisco, el pastor de «todas» las ovejas, parece que se olvida de algunas. No hesita en bendecir a deudos de terroristas ni conmemorar sus actividades fuera de la ley. Llega al paroxismo emocional frente a ellos, las bienaventuranzas son entregadas con cálido fervor

Pero este señor olvida… me rectifico, no olvida, no puede haber olvidado algo de lo que fue testigo privilegiado, sólo omite premeditadamente cualquier cita a los miles de muertos por la sed de sangre de los terroristas que él apaña. Bien sabe Francisco que en una guerra como la que sufrimos hay dos bandos enfrentados, y a más de cuatro décadas de los hechos resulta una actitud miserable seguir abriendo la grieta. Hubo excesos de ambos bandos, hubo ideales en ambos bandos, hubo errores en ambos bandos, fueron dos décadas de sangre y fuego. ¡Pero hace de ello más de cuarenta años!!!!

Y cuando la sociedad argentina quiso dar vuelta la página y vivir en paz y concordia, surgió un gobierno que torció la historia y corrompió la justicia con el simple y perverso objetivo de obtener el aval que no había logrado en las urnas.

Y bien sabemos lo que volvimos a sufrir, no sólo la reapertura de heridas casi cicatrizadas, también nos echaron sal sobre ellas…

Y cuando al término de esa década perversa, conforme promesas preelectorales, creímos haber dado un pequeño paso para lograr la paz y la concordia, surgen personajes como nuestro Secretario de Derechos Humanos a cuyas actitudes ya nos hemos referido en estas mismas páginas.

Y si algo le faltaba a nuestros pesares, ahora es el Papa quien se prodiga en bendiciones hacia deudos de terroristas, es el Papa quien abrirá los archivos del Vaticano respecto de la Dictadura…

¿Les habrá pedido a sus amigos Fidel y Raúl que abran los de Cuba? Digo, para que las nuevas generaciones sepan de una vez por todas la historia completa y no el catecismo según Bergoglio.

¿Eso es lo que Francisco entiende por MISERICORDIA? ¿Seguir echando sal en las heridas?

Porque sabe bien que hubo miles de inocentes asesinados por sus bendecidos, entre ellos soldados que cumplían con la patria, profesores, mujeres, empresarios, jueces, niños… sí criaturas asesinadas de un disparo en la nuca dado por sus valientes e idealistas jóvenes o una adolescente muerta por la bomba puesta bajo su cama, Francisco bendice a quien puso la bomba y olvida a la joven cuya vida fue truncada…

¿No hay misericordia para los deudos de estos argentinos? ¿No hay una palabra de consuelo por las dolorosas pérdidas?

¿No hay misericordia?

¿Son para el Santo Padre argentinos de segunda acaso?

Es lo que se deduce de sus actitudes, felicita a quien asesina, bendice a su familia mientras ignora a las víctimas inocentes por el hecho de no pertenecer a su tropa.

Y Francisco se alarma por la diáspora de católicos hacia otras corrientes de fe… llegando a decir en su ataque a las iglesias Evangélicas y Pentecostales que el mensaje de la Iglesia católica tiene que ser «simple, profundo y comprensible», un mensaje concreto, «de un Dios que nos conoce y nos ama». ¿Que nos ama? ¿A quienes? ¿Supone acaso Bergoglio que Dios elige a unos y rechaza a otros?

Santo Padre: Cuando hace más de seis décadas tomé mi primera comunión, el Padre Mario Fabián Alsina también me aseguró que Dios nos conocía y nos amaba, pero a diferencia de su mensaje, ¡nos amaba A TODOS!!!!

Claro, él era un simple cura de barrio, amado por los vecinos que aún lo tenemos en nuestros corazones.

Él hoy nos habría bendecido a todos, no tengo dudas, era un humilde y fiel cristiano, por algo se lo recuerda como “El cura gaucho”.

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