Luis Américo Illuminati.-

Dice Ortega y Gasset: «Toda obstinación en mantenerse dentro de un esquema rígido e inamovible que atrasa en el tiempo y no progresa, significa debilidad, decadencia de energías vitales. El horizonte es una línea biológica, un órgano viviente de todo ser racional; mientras el individuo o una colectividad cualquiera goza de plenitud, el horizonte emigra, se dilata, ondula elástico casi al compás de su respiración y de sus neuronas. En cambio, cuando el horizonte está fijo en hábitos cavernarios y consignas perimidas es que se ha anquilosado el organismo -biológica e intelectualmente- y que ha ingresado en la vejez y la muerte no está muy lejos». Eso mismo le ocurre al peronismo y es en vano su lucha estéril contra una fuerza joven, renovadora y pujante como es el incipiente movimiento reformador de Javier Milei, un outsider. El peronismo siempre fue psicopático, pero ahora está acabado, padece demencia senil. Escuchar a los dementes Guillermo Moreno o Aníbal Fernández, invitados de honor de C5N, confirma este aserto. En el mismo sentido, Laura Di Marco quien desmenuza este fenómeno teratológico en su libro «Juicio al Peronismo» (Editorial Sudamericana). En la sinopsis de la obra, leemos los siguientes conceptos. «La Argentina tiene su propia Corona: el peronismo. Una fenomenal maquinaria de poder, de matriz mafiosa, que no solo dominó la política sino también nuestras ideas, y tiene atrapada a la Argentina desde hace casi 80 años. Juicio al peronismo es un brillante alegato que recorre las últimas cuatro décadas de nuestra historia reciente, en las que el peronismo hegemonizó el período y gobernó durante más de 27 años. Una investigación que pone al descubierto una sórdida saga alimentada por egos, traiciones, lujos, despilfarro, narcisismo, femicidios, luchas por el poder, mentiras, muertos y suicidados». Hasta aquí la sinopsis del Juicio al Peronismo. Veamos ahora otros aspectos. El estado mental de su principal conductora es un fiel reflejo del extravío del peronismo (masa errática en fuga). Kicillof pretende sucederle, pero también no está en sus cabales, es un peligro público. Cada 30 segundos se comete un delito en su provincia, pero el gobernador «generoso» manda patrulleros a Rosario y a Chubut. Por su culpa, en el affaire YPF-Fondos Buitres, Argentina tendrá que desembolsar 16 mil millones de dólares. Desde el facistol instalado en el tablado lanza discursos que son arengas demagógicas que lo dejan ronco, típica metodología teatral que también practicaban Hitler y Mussolini frente al espejo para luego vomitarlas sobre la plebe adicta igual que en el circo romano.

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