Por Luis Américo Illuminati.-

A un mes del cierre de Télam, el papa Francisco criticó la “situación nebulosa” en la que están los trabajadores. El Papa Francisco aseguró que está “preocupado” por la “situación de inseguridad” en la que se encuentran las y los trabajadores a un mes del cierre de la agencia estatal por parte de Javier Milei. Como siempre, Bergoglio defendiendo lo indefendible. Habría que aconsejarle al Papa que mantenga él la burocracia elefantiásica -principal factor de desequilibrio fiscal- que el kirchnerismo ha metido en el Estado como bolsa de trabajo para sus militantes. Ya que es tan «solidario» con los «despedidos» que se haga cargo del problema social y contribuirá así a la paz social de su país que tanto le preocupa. Tal como dice el refrán: «Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña». A lo cual no estaría obligado si no hiciera el papel de opositor del gobierno argentino. Antes lo hizo con Macri y ahora con Milei. Que les dé trabajo él en el Vaticano. Es muy fácil criticar desde afuera. Fuera de ese momento dialéctico, ningún beneficio aporta su injerencia en los asuntos internos de la Argentina. Su condición de Jefe de un estado extranjero lo obliga a guardar la mayor prudencia. Pero su orientación ideológica (el populismo) siempre lo delata. Su cinismo, su ambigüedad y su falta de imparcialidad es ya proverbial. De más está decir que su política exterior es un gran fracaso. Ningún resultado positivo ha logrado en el conflicto bélico de Rusia con Ucrania y de Israel con Palestina. Su voz no tiene la suficiente convicción para atraer la causa de la paz en el mundo. Es un burócrata. Su fiel discípulo Juan Grabois bien lo representa con sus chirinadas.

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