Por Jorge Azar Gómez.-

En estos días, todos hemos abierto nuestro celular y nos sorprendimos con una serie de videos de muchos «médicos» y otros que decían ser médicos, recomendándonos quedarnos dentro de nuestra burbuja, vacunarnos, y pidiéndole al gobierno que sea más severo y restrinja totalmente la movilidad o sea que imponga cuarentena obligatoria o imponga medidas prontas de seguridad.

Muchos aplaudieron este «sensible» mensaje pero, siempre hay un pero en todos los integrantes o militantes de la izquierda desquiciada, este no era un mensaje benévolo poniendo toda su responsabilidad profesional en sus mensajes, es una campaña organizada y orquestada por una agencia de publicidad cercana al MPP y por lógica deducción al Frente Amplio.

Esta campaña inhumana, delictiva y salvaje tiene por objetivo presionar al gobierno para que imponga la cuarentena obligatoria y después ellos salen a reclamar una renta básica para todos los impedidos de trabajar y afectados por esta pretendida decisión del gobierno.

La justicia debería actuar ante esta campaña basura e indagar a sus autores y a sus actores.

Los agentes publicitarios y los médicos mercenarios que se prestaron a esta alocada campaña se olvidaron que hoy Uruguay tiene un nuevo gobierno y un presidente , Lacalle Pou, que no se deja llevar a los ponchazos y gobierna con sentido patriótico y no para la corrupción internacional.

Soy una persona que cree que el poder verdadero es el poder de servir al otro. Todo lo que hacemos debe ser útil para servir a los demás. Porque todos podemos hacer realidad la sociedad que añoramos si trabajamos reconociéndonos como ciudadanos y respetando los vínculos que tenemos.

Ya sea como militante o como vecino, debemos estar dispuestos a trabajar para el prójimo. Todos hacemos convivir muchas ideas e inquietudes dentro de cada uno; lo importante es compartirlo para generar grandes cambios. Si aspiramos a ser auténticos ciudadanos, tenemos que empezar por entender que no habrá solución si sólo ponemos el énfasis en lo privado, en lo ideológico y priorizar lo personal y lo político partidario a lo general.

Debemos ser humanos y solidarios en lo público es asumir que tenemos tantos derechos para reclamar como obligaciones por contraer.

El problema de fondo que nos aqueja es cultural, tiene que ver con una arraigada crisis de valores generada en los 15 años de gobierno frenteamplista.

Por eso, el desafío es aspirar a ser ciudadanos, pensar en el prójimo e involucrarse.

Todos podemos y es tarea de todos. Estoy seguro de que juntos vamos a lograrlo.

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