El Coronel Cayetano Fiorini y el Juez Arturo Liendo Roca tenían 92 y 80 años respectivamente. Fiorini estaba ciego, su sordera era aguda y pese a haber sido transplantado sus funciones renales se hallaban comprometidas. El juez Liendo Roca padecía una severa cardiopatía. Ambos eran las víctimas propiciatorias en uno de los tantos circos judiciales que se vienen montando en la República con el cuento de la “lesa humanidad” desde el momento en que el matrimonio Kirchner transó con la izquierda internacional para que, a cambio de los fueros que esta otorga para cometer cualquier tropelía, apriete o robo, el estado argentino montase una maquinaria de venganza a partir de la cual se pudiera asesinar “legalmente” a aquellos que habían osado derrotar militarmente a sus formaciones especiales.
La manera de ejecutar a los presos políticos -aun hoy en la luminosa era de “cambio y transparencia”- no ha cambiado nada con respecto a lo que sucedía en pleno kirchnerato. Al igual que en la década robada los jueces de ejecución les niegan la prisión domiciliaria, a la que tienen derecho por edad o enfermedad, oficialmente acompañados por la amenaza del secretario de derechos humanos que cualquier prisión domiciliaria será revisada por el gobierno y se les niegan, también hoy, los tratamientos específicos que sus enfermedades requieren, solo falta que si un accidente pone a alguno de ellos a la muerte- como fue el caso del General Videla- suceda que los jueces de ejecución miren para otro lado, con el beneplácito del gobierno, y dejen que la agonía y el dolor duren lo que tengan que durar hasta que llegue la muerte.
El Coronel Fiorini y el Juez Liendo Roca murieron ayer mientras eran juzgados. De nada sirvieron los pedidos de sus defensores, ni los certificados médicos presentados por defensores y familiares. Los jueces intervinientes decidieron sumar a su cometido de prevaricadores seriales, el perverso conchabo de verdugos y aprovecharon las tensiones y angustias que todo juicio conlleva para matarlos, porque a diferencia de otros juicios, quienes juzgaban a Fiorini y a Liendo Roca no eran como en otros casos simples mangantes que veían en la condena ya acordada que debían imponer- más allá de toda justicia- un recurso de mejora pecuniaria o la fama “jurídica” conseguida a costa de la libertad y la vida de quienes fueron llamados a combatir por la libertad de la República, en este caso, para mayor vergüenza de la “justicia”, quienes los juzgaban fueron parte, en el momento de los hechos que pretendían juzgar, de las bandas que asaltaron a sangre y fuego a la república y que los hoy procesados vencieron.
Hasta ayer a mediodía Mauricio Macri y sus compinches, Avruj y Garavano, cargaban en su conciencia el asesinato de treinta y seis presos políticos, hoy han sumado dos más y han mejorado, para mayor alegría de Carlotto, Bonafini y secuaces varios, la velocidad con que estos eran eliminados durante el kirchnerismo. Ya no se podrá jactar Cristina Kirchner de que durante su reinado se eliminaba un preso político cada nueve días, hoy se ha conseguido “mejorar” esa marca y se elimina, desde el 10 de diciembre de 2015, un preso político cada 7,5 días.
22/09/2016 a las 3:11 PM
ESTOY CONVENCIDA QUE EN ARGENTINA NO HAY JUSTICIA…SE CONOCE LA PALABRA COMO TAL PERO NO SE PRACTICA!!! Y ENTONCES… PARA QUE ESTAN LOS JUECES???
22/09/2016 a las 4:12 PM
El gobierno macrista es continuación del anterior. El cansancio de todos hará que sea Macri y sus secuaces quienes paguen las facturas kirchneristas. Lamentablemente la Argentina pareciera que no despegará sin sangre
22/09/2016 a las 5:44 PM
No vamos a hablar de GENOCIDIO o MICROMINIGENOCIDITO, esa farsa la dejamos para los montos. Pero ya se configura una MASACRE.
Solamente, GOBERNANTES MUY COBARDES pudieron desconocerla y tolerarla. Nada ha cambiado.-
22/09/2016 a las 7:03 PM
Sr. Milia: Con gran tristeza tengo que volver a coincidir con un artículo suyo, al respeto de lo tratado en el mismo. Es verdaderamente preocupante que a esta altura, este tema pase a estar en un espantoso “silencio de radio”. Sin dudas que cuando un día se escriba la historia, por parte de los que pierden, y no siempre por los que ganan, sobre las conciencias de tantos personajes de esta Nación , pesará muy severamente el olvido y el ostracismo al que han sido relegado estas personas; que mal que pese a muchos, fueron parte de una guerra que no buscaron. Cuando se debata el tema de los Derechos Humanos, y se haga una revisión de los mismos, sin dudas habrá que poner blanco sobre negro sobre la manera que se manejaron , y se lo hace hoy mismo, en este país. Cuando uno se expresa de esta forma sobre el asunto, no faltan los ignorantes e imbéciles que lo tildan a uno de pro-militar, pro-represor. y cuanta calificación por el estilo. Vuelvo a manifestar lo de otras veces: hay que terminar con la hipocresía y si los Derechos Humanos queremos que existan, que lo sean para todos; de lo contrario se transforma en una simple expresión que sólo sirve para engrupir a desdichados ciudadanos que , mal informados, compran cualquier pervertido juicio que a ese respecto se les vende. Hubo muertes horribles; estas también lo son. Hubo quienes zafaron y gozan de buena salud y privilegios; del otro lado, también. De ambos bandos están los ocultos., Bajo esa premisa , de que estamos hablando, cuando lo hacemos sobre los DD.HH. ?Basta argentinos de tolerar falsedades, fingimientos, simulaciones sobre un tema tan sensible a la condición humana. Que desdichado destino para este pueblo, que en su mayoría de buena gente; no merece este absurdo, del que algún día nos pesará, y mucho. Gracias IP.
23/09/2016 a las 8:19 AM
Y….YA NO MANDAS MAS CARTAS A PANCHO, PELOTUDO………
PORQUE NO SALIS VOS A LA CALLE VIEJO PUTO A RECLAMAR EN VEZ DE ESCRIBIR PELOTUDECES Y HACERTE EL “INDIGNADO” ?…….PORQUE NO VAS AL CIRCULO MILITAR A PROTESTAR?……PORQUE NO TE VAS A LA CONCHA DE TU MADRE?…..JAJAJAJAJAJAJA
23/09/2016 a las 10:15 AM
Quien firma la nota es el Presidente de Convergencia Republicana.
Estimados amigos:
Retransmito este documento, redactado y firmado por la Mesa de Convergencia Republicana, cuya lectura resulta muy oportuna en vísperas de la celebración del bicentenario de nuestra independencia.
Juan Carlos Neves
MANIFIESTO SOBRE DERECHOS HUMANOS EN LA ARGENTINA
LA POLITICA DE DERECHOS HUMANOS: PERSECUCIÓN Y EXTERMINIO
Yacen en prisión privados de todos los derechos legales y humanos desde hace más de diez años, los militares, policías, agentes del Servicio Penitenciario, de las Fuerzas de Seguridad y civiles que durante el gobierno militar o antes que éste, se opusieron a las organizaciones terroristas, o fueron señalados como enemigos por los gobiernos de los Kirchner.
Los únicos presos de más de 70 años, con 80 y 90 años que tiene el Servicio Penitenciario argentino pertenecen a este grupo vulnerable de personas.
Trescientos sesenta y nueve ya han muerto detenidos, veintisiete de ellos durante el gobierno actual.
Son los únicos en la historia judicial de la Nación a los cuales se les aplica retroactivamente la ley penal.
Los únicos a los que se les aplica una ley penal no escrita.
Son los únicos a los que se mantiene en prisión provisional, luego de dos, tres, seis, diez y más años.
Son los únicos a los cuales no se les concede la excarcelación, la libertad condicional, ni la ley más benigna para el cómputo de sus penas.
Los únicos a los que se les desconocen los beneficios de las leyes de pacificación dictadas por el Congreso y el instituto de la prescripción.
Los únicos a los cuales se les impide estudiar en prisión y acceder a cursos que disminuyan sus condenas.
Cualquier enfrentamiento armado en que hayan participado con terroristas es considerado un homicidio imprescriptible dentro de un plan de exterminio.
Basta un legajo con la indicación de un destino militar, una condecoración por haber sido herido en combate o un solo testimonio, luego de 40 años, para que se los condene a cadena perpetua, no importa la prueba, el grado o la función que cumplieron.
Mientras que la Cámara que juzgó a los Comandantes, le impuso a uno de ellos la pena de cuatro años y medio de prisión, cuarenta años después suboficiales de cualquier Fuerza son condenados a cadena perpetua por haber hecho guardia en una dependencia militar o policial.
¿Esto es un Estado de Derecho?; ¿es ésta la Nación que proclamó siempre, orgullosa, el imperio de la ley y la igualdad de todos sus habitantes?.
Urge terminar con la doctrina que instaló la posibilidad de juzgar a alguien por una ley no escrita, aplicada a unos y no a otros, generadora de desigualdad e inseguridad para todos. Basta de discriminación a las FFAA y de Seguridad. Basta de persecución y exterminio por motivos ideológicos.
Sin legalidad no es posible arribar a la Justicia.
23/09/2016 a las 12:43 PM
Estimado amigo, desde hace varios años vengo compartiendo su opinión sobre el criminal juicio teatral de los llamados “represores.” Es indignante esta continuación por parte del nuevo gobierno que prometió su terminación durante su campaña proselitista. Tiene razón el porcentaje de muertes va aumentando, pero no olvide que también va en aumento la edad de los recluídos.
Ecuánime, respetuoso e inteligente el comentario de Perón, digo Pocho. Hay que destacarlo.
23/09/2016 a las 1:48 PM
… A TODOS LOS QUE VIVIERON LA DECADA DEL 70 EN LA ARGENTINA (EDUCADORES, POLÍTICOS, IGLESIA, JUECES, MEDIOS DE DIFUSIÓN, ETC.,) A ESOS QUE MIRAN PARA OTRO LADO Y QUE SON LO SUFICIENTEMENTE COBARDES COMO PARA NO DECIR LA VERDAD QUE CONOCEN .
Los últimos héroes de la Patria vieja fueron las primeras víctimas de la Patria nueva.
La leyenda que antecede pertenece a Paul Groussac en su libro: Santiago de Liniers Conde de Buenos Aires
Santiago de Liniers, el héroe indiscutible de la defensa de Buenos Aires, en las dos invasiones inglesas, las de 1806 y 1807, premiado por el Rey Fernando VII con el título de Conde y nombrado Virrey, respetado por sus soldados y por los habitantes de Buenos Aires, tan sólo tres años después, fue considerado traidor, espía, contra revolucionario, etc. Y fue mandado fusilar por la Primera Junta de Gobierno Revolucionario. Dicho de otro modo, los que fueron defendidos por Liniers de los ingleses, son los que ordenaron su muerte.
Dos patrias. La una, monárquica (política) y la otra, revolucionaria (política), sin embargo, el mismo pueblo.
Dos siglos después, la misma injusticia y desagradecimiento.
Sudamérica fue atacada por otra invasión: la del terrorismo revolucionario, que quería tomar el poder de las naciones, por las armas e imponer un sistema antidemocrático comunista sovietico como Cuba
Fueron las fuerzas armadas de los distintos países, las que tuvieron el deber de defender a las naciones del trapo rojo. Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador. La expansión castrista con el apoyo manifiesto de la entonces URSS, puso bajo fuego a todos los países de la región.
Las fuerzas armadas nacionales fueron victoriosas en lo militar y lograron defender el estilo de vida de sus respectivos países, que conservaron la posibilidad de volver a sus raíces democráticas y sus ciudadanos a la libertad.
Ellas, las fuerzas armadas y sus hombres y sus convicciones, fueron los héroes de una patria
El pueblo, que respiró tranquilo, ya sin el peligro de las bombas, secuestros, asesinatos de líderes sindicales, de empresarios, de estudiantes, docentes y de políticos. Aplaudió la victoria, honró a sus héroes militares. Casi igual que en 1807 a Liniers.
Ese mismo pueblo, cuando pudo reorganizarse políticamente y funcionar todas las instituciones nacionales: renegó de sus defensores, primero, les dio la espalda y luego los condenó. Casi igual que con Liniers en 1810 que fue fusilado por los mismos a quienes ayudó a salvas sus vidas y haciendas del inglés
Todas las naciones atacadas y defendidas por sus fuerzas legales, hoy, dos siglos después, tienen a sus defensores presos. Matándolos con ensañamiento en las cárceles
Creo que ya podemos ver otra vez dos patrias: la una, la vieja, agradecida y la otra, la vengativa impregnada de ambición política y poder para enriquecer a las nuevas oligarquías políticas, los nuevos ricos.
La nueva patria, condenó y ejecutó a la vieja, en toda la región.
Pueblos pobres, con gobernantes ricos, es casi la constante en toda la América.
En la nueva patria, la carrera por el poder político, es la carrera hacia la fortuna, caiga quien caiga en el camino.
En la nueva patria, no hay generales de gorra y sable, hay dictadores ricos, sustentados por una guardia de honor que se enriquece a costilla del eterno pobre.
La nueva patria, es también MI PATRIA, pero ni de lejos, es la de los padres fundadores.
Mi patria ha fusilado nuevamente a Liniers.
ALCAIDE NELSON E. CREMADES
23/09/2016 a las 6:33 PM
Sr.Pizarro: De acuerdo.
Dr. Cuervo: Cuanta verdad.!
Pocho:Cuanta impureza y suciedad en el foro, hacia falta expresar su verdad de esa manera?.