Por José M. García Rozado.-

“Lo que más preocupa del Presupuesto 2017 es el altísimo nivel de endeudamiento. Es una estructura macroeconómica muy débil y preocupante. Hoy la deuda es el 70% del PBI, si sumas provincias y sector privado”, advirtió ayer martes (1/11) el economista Aldo Pignanelli del Frente Renovador. Mauricio Macri parece haber resignado la rebaja del endeudamiento, el último ejemplo es el Presupuesto 2017 donde logró el apoyo político que necesitaba a fuerza de más erogaciones, una estrategia que ya utilizó antes y que se transformó en una bola de nieve. Los economistas no ven lo que no quieren ver: ya sucedió durante los años ’70 y ’90 cuando, en nombre del enfoque monetario de la balanza de pagos, se decía que no era importante la saldo comercial porque había que mirar el movimiento de capitales, y terminó resultando un suicidio previsible. La Administración Macri corre el peligro de asemejarse a la Administración CFK: todos le advertían acerca de la inflación, pero la impotencia los dominaba. En el caso de la Administración Macri, hay advertencias muy concretas sobre el volumen de pasivo para financiar tanto gasto público en 2016, ni hablar en 2017. Muchos economistas y protagonistas del mercado también son cómplices tanto de lo que ocurrió en el período 2003/2015 como ahora, intentando explicar la curvatura del círculo.

Ignacio Olivera Doll escribió en el diario Ámbito Financiero: “A una parte de los economistas locales les preocupa desde hace tiempo el fuerte crecimiento que tuvo la deuda del Banco Central. El analista Christian Buteler advirtió ayer (martes 01/11) que el stock ya superó los $700.000 millones e igualó el total de los pesos que circulan en la economía (la base monetaria). Si, como se supone, el ingreso de dólares del blanqueo tiene como destino el mercado cambiario (por compras de inmuebles y autos y por otorgamiento de créditos a exportadores), el Central podría verse obligado a comprar divisas para evitar que se desplome el tipo de cambio. La contrapartida de este movimiento sería una expansión de pesos. Si la demanda de dinero no creciera al mismo ritmo, el organismo podría verse forzado a absorber los excedentes con mayores colocaciones de Lebac. Con todo, la apuesta de Federico Sturzenegger parece estar más orientada hacia 2017: como, para ese año, las transferencias al Tesoro serán menores ($150 mil millones para todo el año), la base monetaria aumentaría a un menor ritmo que la demanda de dinero, y el Banco Central tendría margen para abastecer la diferencia con compras de divisas, o bien, dejando de renovar algunas Lebac en los momentos de su vencimiento.”

7- El stock de lebacs creció en $ 58.914 millones, ya supera la base monetaria ampliamente (Christian Buteler (@cbuteler) 1 de noviembre de 2016. 8- Hoy vencían $ 78.428 millones y colocaron $ 95.203 millones. Pero la tasa no puede bajar ni 25pb en 6 semanas…… ( Christian Buteler (@cbuteler) 1 de noviembre de 2016. 9- Será una nueva ola de aumentos como el subte, combustibles, cigarrillos, gas, etc. el motivoreal de no bajar la tasa? (Christian Buteler (@cbuteler) 1 de noviembre de 2016. 10- Está viendo el BCRA un posible rebote en la inflación y no quiere bajar hoy los pb que mañana deba volver a subir? (Christian Buteler (@cbuteler) 1 de noviembre de 2016. La consultora Ecolatina advirtió sobre la situación: las Lebac se duplicaron en 1 año y al 24/10 alcanzaron los $ 685.500 millones, igualando al monto de la base monetaria, mientras que hace un año atrás representaba el 60% de la misma. Ecolatina advirtió sobre un efecto “bola de nieve”. Antes, Massot & Monteverde había manifestado su preocupación por que el pago de intereses de las Lebac impulsa su volumen y porque el impacto cuasi fiscal (pago de intereses del BCRA) plantea una alerta. Ecolatina actualizó la preocupación: más del 60% del stock de Lebac tiene vencimiento en un (1) mes, y casi el 90% en los próximos tres (3) meses. Los intereses pagados superarían el 2% del PBI.

Sin embargo, para los analistas del mercado no es un dato preocupante. Melina Manfredi escribió en El Cronista Comercial: “(…) Maximiliano Castillo, director de la consultora ACM, coincidió: “las Lebac son un costo que había que pagar para tener una política monetaria más contractiva, que moderara la inflación a corto plazo. El BCRA está enfrentando costos importantes porque, si no lo hacía, la contrapartida de eso era una inflación mayor”. “La situación es completamente manejable. Ahora bien, el stock de Lebac no puede crecer indefinidamente y, por eso, no me preocuparía tanto el stock actual sino que la cuestión más importante es que el Gobierno garantice que se revertirá la tendencia en los próximos años: es clave que se vaya reduciendo el financiamiento del Tesoro a través del BCRA hasta que eventualmente desaparezca y se disminuya el déficit fiscal”, afirmó Castillo. Por su parte, Fausto Spotorno, del estudio OJF y Asociados, explicó: “Desde el punto de vista patrimonial, las reservas del BCRA crecieron básicamente a la deuda que ha tomado la administración nacional y también al reemplazo que el Gobierno está haciendo de las Letras intransferibles (que tenían una tasa bajísima) por bonos a tasa de mercado. En la medida en que se siga ese canje y que la desinflación continúe, la situación patrimonial del BCRA va a ir mejorando”. El analista no ve el efecto “bola de nieve” como un problema urgente: “Es manejable en el corto plazo pero a la larga presenta algún riesgo para el BCRA porque es un stock muy grande y debe pagar muchos intereses. El año que viene, por ejemplo, el BCRA tendrá que emitir unos $ 30.000 millones, que se repartirán en partes casi iguales entre pago de intereses de Lebac y financiamiento al Tesoro”, dijo.”

El otro tema para tener en cuenta es que aumenta la emisión de deuda pública extranjera, procedimiento relativamente sencillo cuando la cotización se encuentra planchada pero un problemón cuando hay que actualizar el valor. Ignacio Ostera escribió en el diario BAE: “Las emisiones de deuda argentina bajo jurisdicción extranjera sumaron entre enero y noviembre la friolera de US$ 34.520 millones, por arriba de los montos colocados en operaciones emblemáticas de la Convertibilidad como el Plan Brady de 1993 o el Megacanje de 2001. El aumento vertiginoso en los pasivos comenzó a sembrar luces de alerta entre los economistas, que se preguntan hasta qué punto el país podrá seguir financiándose a ese ritmo sin bajar el déficit fiscal. De acuerdo a un relevamiento elaborado por Research for Traders, en el 2016 el Gobierno nacional lanzó títulos en el mercado internacional por US$ 22.100 millones; las provincias, US$ 6.100 millones y las empresas, US$ 5.500 millones. A este último grupo se sumó ayer el banco Macro con unos US$ 400 millones. La opinión entre los analistas está dividida: Están quienes plantean que la deuda del sector público con acreedores privados estaba en torno del 20% del PBI al comenzar el mandato de Mauricio Macri y cerrará el año más cerca del 25% o 26%.”El resto de los pasivos son intra sector público y por ende son fácilmente financiables”, reflexiona un especialista ante BAE negocios”.

“Sin embargo, otro grupo de economistas ya empezó a recomendarle al gobierno poner el freno de mano al festival de deuda, que en el caso del Tesoro se va hasta casi US$ 50.000 millones cuando se agregan las emisiones locales y en peso s, equivalente al 9% del PBI. En ese marco, el Ministerio de Hacienda emitió ayer una Letra por $6.500 millones a favor del fideicomiso del Procrear.” El crecimiento de la deuda pública tiene una motivación: la recaudación tributaria sigue en desaceleración cuando el gasto público sigue en ascenso. Durante octubre, con el aumento interanual de 24,4%, se conocieron estimaciones privadas acerca de la dificultad de cumplir con la meta tributaria 2016 expresada en el proyecto de Presupuesto 2017. Fue magro hasta el monto de la recaudación relacionada con el sinceramiento fiscal: $ 3.000 millones (US$ 195 millones, en concepto de impuesto especial).Para alcanzar la meta 2016, la recaudación tendría que acelerarse 15% en el último bimestre para alcanzar un aumento del 40% interanual. Hoy sólo es posible con una lluvia de ingresos por el blanqueo. Es obvio que hay economistas diciendo que, en definitiva, tampoco sería decisivo incumplir.

En mi artículo anterior advertía sobre cambios diversos para lograr el dictamen del proyecto de Presupuesto 2017. Los más importantes eran los $5.000 millones para las provincias y un dinero no cuantificado para la compensación de las cajas jubilatorias no transferidas a la Nación. Por lo tanto, el debate parecía zanjado con más gasto público: giros automáticos de recursos a las provincias y ampliación del plan de obras. Macri está gastando mucho dinero, financiándolo con endeudamiento público; y además intenta generar un “colchón” para el electoral 2017. En ese contexto, Aldo Pignanelli, integrante del equipo económico de Sergio Massa, advierte: “Lo que más preocupa del Presupuesto 2017 es el altísimo nivel de endeudamiento. Es una estructura macroeconómica muy débil y preocupante. Hoy la deuda es el 70% del PBI, si sumas provincias y sector privado”. “Ojo con el festival y la lluvia de deuda, yo aviso. Uno está cansado de ver siempre lo mismo… Esto es a cambio de migajas: darle 5 mil millones a las provincias es una gota en el desierto”, amplió el economista. “No le anda el burro de arranque al Gobierno. Lo único que arrancó fue la deuda. Volvemos al problema del 2001”, subrayó sabiamente Pignanelli.

El titular de ATE Nación, Hugo “Cachorro” Godoy, criticó el aumento de los sueldos de diputados y senadores nacionales, asegurando que significa un “insulto” y una muestra de “desprecio absoluto a los trabajadores”. Godoy apuntó contra “las autoridades del Senado y Diputados, que son del PRO”, a quienes acusó de ejercer “una vez más un desprecio absoluto sobre los trabajadores”. En ese sentido, sostuvo que se trata de un “insulto” y recordó las paritarias cerradas con distintos sectores. “Mientras nos niegan un aumento digno, cuando hemos perdido un 17 por ciento en la capacidad adquisitiva de nuestro salario, y en otros casos más aún; ofrecen un bono de mil pesos para las familiares con AUH y jubilados con la mínima, que ni llegan al salario mínimo vital y móvil de 7 mil pesos, ellos se habilitan ingresos de 140 mil”, lanzó el titular del gremio de estatales en declaraciones al canal QM Noticias. En ese sentido, Godoy ratificó el paro nacional de ATE para el próximo 10 de noviembre y concluyó: “No nos equivocamos cuando decimos que planta hay, el problema es cómo se distribuyen. Lo hacen con inequidad, con injusticia, favoreciendo a los grupos más concentrados de la economía y a sus gerentes que son parte del Gobierno”. Recordemos que desde el Gobierno nacional defendieron el aumento a legisladores, asegurando que “los sueldos estaban desfasados”. “La dieta de un diputado y un senador tiene que estar acorde al rol del Congreso, que hoy recuperó el protagonismo”, aseguró José Cano, titular del Plan Belgrano, que depende de la jefatura de Gabinete, olvidando mencionar que cada diputado y senador gana quince (15) veces lo que un jubilado de sueldo puro y veintiséis (26) veces si tomamos el bruto con los “no remunerativos”. A su vez, la diputada de Cambiemos Elba Susana Balbo increíblemente justificó la medida y redobló la apuesta: “deberíamos ganar el doble (?)”; una verdadera caradura que da vergüenza que sea legisladora.

La sesión de la Cámara de Diputados comenzó este miércoles (02/11) con un pedido de la izquierda para que se anule el aumento de las dietas de los legisladores, que fue dispuesto por los titulares de ambas cámaras, los oficialistas Gabriela Michetti y Emilio Monzó. La primera en hacerlo fue Myriam Bregman (Partido de los Trabajadores Socialistas), quien la emprendió contra el aumento al asegurar que “la mitad de los trabajadores argentinos ganan menos de 7.000 pesos; la mitad de las familias argentinas no llegan a 14 mil pesos mensuales; los jubilados trabajaron 40 años para cobrar menos de 6.000 pesos”. Por eso, remarcó: “Este aumento, no en nuestro nombre”. Luego recordó su proyecto para que los diputados no cobren más que un docente y puso a disposición los proyectos de la izquierda para anular el aumento que “nos agravia a nosotros, pero también a todo el pueblo trabajador”. Por su parte, Néstor Pitrola (Frente de Izquierda) pidió una moción de orden para votar de manera nominal el proyecto para anular las resoluciones que establecieron el aumento de las dietas. Asimismo pidió rever todo los aumentos dispuestos a lo largo del año para los legisladores. Habló seriamente de un “dietazo” que consideró “es el divorcio con la sociedad argentina”, y lo consideró “un aumento que no tiene nada que ver con las paritarias que han cerrado en un 31% promedio, que está diez puntos debajo de la inflación; en un país en el que está discutiéndose un ‘bono-burla’ que no se sabe qué trabajadores van a cobrar”.

La moción a favor del tratamiento del tema fue votado y, como era de esperarse, rechazado: la votación terminó con 104 votos a favor y 112 en contra de la moción. El FPV, la Izquierda y el sector presente del massismo le dieron luz verde pero el PRO, la UCR y el Bloque Justicialista votaron en contra. Casi en simultáneo a esta votación, Mauricio Macri, desde Santa Fe, realizaba un tibio reclamo a los legisladores, pidiéndoles “no pasarse de largo” con los incrementos. “Hay que reconocer que hubo una inflación, que hay que hacer un ajuste para ser medianamente equitativos (?), pero tampoco en estos momentos pasarse de largo”, reclamó el jefe de Estado cuando fue consultado al respecto. Macri dio una conferencia en la ciudad de Santa Fe, luego de visitar las obras del metrobús local, en donde respondió a los cuestionamientos recibidos por el aumento impulsado como ya dijéramos por los titulares de ambas cámaras, los oficialistas Gabriela Michetti y Emilio Monzó. Sobre ello, el Presidente dijo esperar que “el aumento en la dieta sea acorde al esfuerzo que estamos haciendo todos los argentinos”. Cabe recordar que ayer, José Cano UCR Tucumán, titular del Plan Belgrano que depende de la jefatura de Gabinete, habló sobre el tema y defendió el aumento, asegurando que “los sueldos (de los legisladores) estaban muy desfasados”, sin explicar como un jubilado gana $ 5.611 o un maestro inicial sobrevive con $ 9.000 de bolsillo.

También la diputada de Cambiemos, Elba Susana Balbo, en una entrevista que debería sr tomada como un sarcasmo o una cargada de muy mal gusto, justificó la suba y redobló la apuesta: “deberíamos ganar el doble”. “Si yo lo comparara con los sueldos que tienen personas que están en mi empresa, que tienen mucha menos responsabilidad que la de un diputado que está legislando para el país, deberíamos ganar el doble. Hoy, las personas que están en cargos importantes de mi empresa ganan mucho más de lo que gano yo como diputada”, dijo Balbo. La polémica en torno al aumento del 70% en los sueldos de los legisladores, otorgado por una resolución firmada por Gabriela Michetti y Emilio Monzó, continúa. Y ahora, por primera vez desde que se conoció esta suba desde el Gobierno rompieron el silencio. El encargado de defender esta polémica medida como más arriba se explica fue José Cano. Cabe destacar que dicho aumento no sólo generó polémica por el abultado monto que cobran los legisladores (sobre todo en comparación con los sueldos de otros trabajadores) sino porque mientras los empleados negocian en paritarias públicas, los legisladores ni siquiera votan los aumentos en el recinto sino que los deciden los presidentes de ambas cámaras por resolución interna.

En Casa Rosada, antes de reunirse con Mauricio Macri, Cano se refirió al escándalo que generó este tema: “Claramente los sueldos de los diputados y senadores estaban muy desfasados. Si uno compara con los ingresos de funcionarios provinciales o lo que ganan inclusive los empleados legislativos con categoría A-1 que tienen máxima de antigüedad”, dijo el ministro, al justificar que los legisladores nacionales hayan pasado a ganar alrededor de 100 mil pesos de sueldo de bolsillo, que pueden trepar a más de $ 140 mil, si se suman incrementos por otros conceptos, como desarraigo y canje de pasajes. Cano, quien antes de asumir en el Gabinete nacional fue senador y diputado, concedió que “cuando compara las paritarias para el sector asalariado con el incremento que puede tener un diputado y un senador obviamente cae mal y se genera un debate que la política siempre lleva las de perder”. Por lo que propuso que los haberes de los parlamentarios “tendrían que ser equiparados a los rangos de ministros y secretarios de Estado para evitar el debate sobre los montos”. En ese sentido, el dirigente expuso que “lo que está en debate es si es el momento adecuado o no” para aumentar el sueldo. Pero también envió un duro mensaje a quienes, desde la política, cuestionaron el aumento. “Ahora también hay que salir de la hipocresía porque hay muchos diputados o senadores que critican la decisión pero que después, todos los meses, religiosamente van y cobran. Por eso hay que terminar con la hipocresía y, en todo caso, hay que discutir el rol que juega el Congreso. Y hoy tanto el Senado como Diputados están jugando un rol que antes no jugaban y bienvenido para el principio de división de poderes y para jerarquizar la calidad institucional”.

“En mi opinión -agregó Cano- la dieta de un diputado y un senador tiene que estar acorde al rol del Congreso, que hoy recuperó el protagonismo y dejó de ser un ámbito en el que las decisiones se tomaban en la Casa Rosada y (los legisladores) votaban sin chistar ni decir nada, lo que hacía que un legislador se desjerarquizara en la opinión pública”. Este martes (01/11) la diputada de Cambiemos Elba Susana Balbo PRO Mendoza también había justificado el aumento. También hizo lo propio el diputado por Cambiemos Pablo Tonelli PRO, quien defendió el incremento porque consideró que deberían cobrar lo mismo que un ministro del Ejecutivo, o un juez. “Sí claro, no es como lo presentan ustedes; hace muchos años se tomó la decisión de que los aumentos de las dietas sean iguales a los aumentos del personal, de modo que este año el aumento ha sido en los mismos dos tramos de un total del 31% en todo el año, en marzo fue del 18% y en octubre fue del resto para el 31%”, se atajó el legislador nacional cuando le consultaron sobre las razones del aumento. “Diputado, ¿usted acepta el aumento? ¿De dónde sale el porcentaje del 47% entonces?”, le preguntaron y Tonelli, sin inmutarse, argumentó: “Porque se actualizó el monto de los pasajes. Nosotros no los cobramos y los usamos, la mayoría los usa, otros los cambian por plata”, detalló. “¿No le parece que en el medio de la negativa del Gobierno a reabrir las paritarias ante la inflación, podrían haber esperado un poco para aplicar el aumento?”, le retrucaron desde 221 Radio (de La Plata), y el hombre de Cambiemos minimizó el impacto: “Podría pasar, pero veo que no hay razón, la paritaria del Congreso fue del 31% en dos tramos y es lo que se está cumpliendo”, contestó y ahí se agudizó el contrapunto.

Aquí la entrevista, según reproduce el portal Letra P: “Periodista: Pero diputado, ¿cuánto gana un legislador? Tonelli: Unos 80 o 81 mil pesos. P: ¿Y cuánto de pasaje? T: Depende de los que se canjeen, pero son 30.000 pesos si no se usan los pasajes. P: Discúlpeme, diputado, pero usted cuando dice esa cifra está hablando de un total de 110.000 pesos ¿No le parece que a un médico o a un docente de la Provincia le hace un poco de ruido? T: No creo que sea desequilibrado. Tiene que haber una correspondencia con otros niveles del Estado. Nosotros cobramos mucho menos que un ministro del Ejecutivo, que un juez, que además no paga impuesto a las Ganancias. Estamos en la jerarquía más alta del Estado. P: ¿Pero un legislador cuánto tiempo trabaja? T: Todo el año, pero en mi caso llego a las 9 de la mañana y me voy a las 9 de la noche. No es un tema de horas. P: ¿Les controlan las horas? T: No, tampoco me parece que sea el tema. Por otra parte, a diferencia de lo que sucede con otros trabajadores del Estado, no cobramos antigüedad ni aguinaldo. Y el aumento no es del 47%, es del 31%, pero los pasajes no los cuente porque no se cobran, no hay diputado que no use los pasajes. P: Pero el pasaje es plata. T: No los canjeamos. El punto es que la dieta nuestra es la que yo le acabo de decir. P: ¿A usted no le parece que un docente que tiene que viajar no debería tener derecho a tener ese pasaje? T: Normalmente los docentes y los médicos trabajan en la ciudad donde viven. Pero eso no se resuelve con un pasaje en avión, sino construyendo una escuela como la gente. P: O pagándole un salario mejor… T: No hay ningún lugar donde los docentes cobren lo mismo que un legislador.”

“P: Creo que cuando un tema tiene tanta repercusión, tiene alguna razón en que el tema sorprenda a todo el mundo. ¿Por qué no se votó el aumento? T: Si a alguien le sorprende tiene todo el derecho del mundo. Esto no se votó porque desde hace años el aumento de los legisladores es el mismo de los trabajadores del Congreso. Creo que todos los gremios tienen derecho a las paritarias, las paritarias son libres, cada uno acordó lo que pudo, el Gobierno no interfiere en las paritarias y tampoco hace falta que intervenga. Los trabajadores y los empresarios pueden abrir una mesa de negociación y se pueden poder de acuerdo. P: Pero, diputado, el salario de un docente es de 7.430 pesos. Por eso, quizás le hace ruido que un diputado cobre 80.000 pesos… T: Insisto: tiene que haber cierta correspondencia. A ustedes les parece bien que cobre un juez o un ministro, pero, ¿por qué nosotros no? Tiene que haber alguna equivalencia en las funciones del Estado.” ¡Una verdadera tomadura de pelo al pueblo trabajador y a los jubilados a quienes quieren arreglar con bonos de $ 1.000 o $ 2.000 y a algunos como los provinciales negándoselos directamente… Increíble y deshonesto!

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