Por Mario Cadenas Madariaga.-

A pesar de que estamos en la etapa final de una larga campaña presidencial creo que es oportuna una sintética definición de la conducción de todos los partidos para clarificar su posición en la elección que los ciudadanos deben hacer el 22 y que servirá también para definir su posterior posición, ya sea en el gobierno o la oposición.

Creemos que la definición debe comprender en primer término a los dos partidos que compiten en el ballotage, pero es también necesario que alcance a todos los demás que han intervenido en la elección del 25 de octubre, porque todos tienen la responsabilidad de contribuir a la orientación de la ciudadanía, sin desconocer la autonomía de cada elector.

Se trata de evitar el estado de confusión que hoy predomina por el descenso de la campaña a un nivel de imputaciones sin sentido, pero que por afectar fibras muy sensibles de grandes sectores pueden dar lugar a derivaciones que afecten el desenvolvimiento de la democracia.

Por otra parte en el ambiente de Ibero América, pero en particular en dos países muy vinculados a la Argentina, como Venezuela y Brasil, se está amenazando, por su máxima autoridad, en el primero de ellos, a no respetar el resultado de las elecciones, y en el otro, con un juicio de separación de la Presidente de sus funciones, lo que puede tener en nuestro país, una influencia que debe tratar de evitarse, a fin de que no perdamos el respeto de la democracia.

Ha trascendido también que algunos sectores sociales argentinos, de amplia capacidad para producir grandes disturbios, se están organizando para realizarlos con la finalidad de deponer a uno de los candidatos -Mauricio Macri-, en caso de ser elegido. Como esto tiene antecedentes en el último período de la democracia argentina, posterior a 1983, o más precisamente a fines del 2001, no debe pasarse por alto sin garantizar que ello no sucederá.

La primera contribución la debe realizar el Estado

La garantía de la estabilidad constitucional es la principal responsabilidad del Estado. La Carta Magna es suficientemente categórica sobre el sistema político adoptado y las garantías por las que se asegura su cumplimiento (Arts. 1, 22, 23, 29. 36 y 37 y concordantes). Por lo que en el presente debe salir a garantizar con el uso de la fuerza pública el respeto del resultado electoral, contra cualquier forma de desconocimiento, utilizándose todas unidades encargadas de resguardar el orden para desbaratarlos y encarcelar y juzgar a sus responsables.

La denuncia concreta de tales disturbios y su eventual organización resulta de las declaraciones del dirigente social Raúl Castells, realizadas en una entrevista que le concedió al Dr. Carlos Tórtora, Director del diario Informador Público, publicada en el día 4.11.2015. La denuncia consistió en haber recibido la invitación a plegarse a tales disturbios, invitación que el aludido Raúl Castells rechazó.

Esta circunstancia debe ser suficiente para que por medio del vocero Presidencial se comunique a la opinión pública la orden impartida por el Poder Ejecutivo Nacional al Ministerio de Seguridad, a efecto de que se adopten todas las medidas para prevenir cualquier clase de protestas contra el resultado de las elecciones presidenciales del día 22 del corriente mes, cualquiera fuera la fórmula consagrada.

La responsabilidad del candidato Mauricio Macri

Por su parte Mauricio Macri como el principal afectado por esta campaña y amenazas, debe contribuir inteligentemente a modificar el clima. En tal sentido debe aclarar que el modelo social que él considera que debe seguir la Argentina, en el orden internacional, es Australia, por su altísimo ingreso por habitante, de 60.000 dólares, y el mas alto nivel de calidad de vida y respeto de los derechos humanos, Asimismo por su alto nivel de empleo, beneficios previsionales, calidad de servicios públicos y gremios obreros muy bien organizados. Es similar a la Argentina por su estructura económica, la distancia de su ubicación respecto de EEUU y Europa y su condición de país joven con un amplio territorio. Se tiene conciencia de las diferencias que nos separan por razones históricas, culturales y su pertenencia al Commonwealth.

Esta definición es muy importante porque sierra el camino seguido en las crisis argentinas anteriores, en cuya solución se retrocedió en las condiciones sociales logradas, proyectándolas ahora a mejorarlas en adelante, en base a un alto crecimiento y una fuerte participación de la clase trabajadora.

Las definiciones de los demás partidos del arco opositor

Los demás partidos del arco opositor, si el partido gobernante es Cambiemos y se establece como ideal la organización social y económica australiana, todo el peronismo de preocupaciones sociales como el progresismo tendrán una amplia coincidencia.

La oposición pasaría a estar ocupada por el populismo, porque esta tendencia está en pugna con el crecimiento con bases estables, como lo enseñan sus crisis periódicas, y el desconocimiento del mejoramiento constante de la productividad para aumentar el ingreso y el ascenso laboral, tanto en el orden público como en el privado.

Distinta será la situación de la izquierda marxista, porque esta tiene razones ideológicas para oponerse a la organización capitalista, pero esta demostrado que tiene pocas posibilidades de arraigar dentro de una sociedad de un alto nivel de ingresos porque en ella la explotación del trabajador no tiene evidencias.

Las nuevas oposiciones surgirán dentro del nuevo sistema, por razones muchas veces no económicas, como las relaciones internacionales, la inmigración, los problemas ecológicos, los conflictos raciales, etc., es decir será un escenario totalmente diferente al actual.

En definitiva se sugiere una definición que contribuya a serenar los ánimos, garantizar las instituciones de la democracia, y proyectar una gran y fundada esperanza para el futuro.

Share