Por Juan Manuel Otero.-

En nuestro país, para la Justicia, el Poder Ejecutivo y el Legislativo, así como para la ciudadanía, debería existir uniformidad de criterios en cuanto a la comprensión de que los Derechos Humanos son Universales, es decir, nacen por el simple hecho de pertenecer al género humano y en consecuencia todos los seres humanos los poseen y cualquier limitación o desconocimiento de estos derechos hacia cualquier individuo es un delito y una evidente discriminación.

Son además irrenunciables, inalienables e imprescriptibles. Y son de cumplimiento obligatorio es decir que todas las personas así como las autoridades deben respetar estos derechos.

Esto es tan claro que no merece mayores comentarios…

Sin embargo, nuestras autoridades parecen desconocer la naturaleza de los derechos y confunden su esencia con la de los privilegios, porque con la falsa denominación de “derechos humanos” los únicos que parecen importar para ellos son los “privilegios humanos” que derrochan a mano abierta sobre los terroristas que se alzaron en armas contra el gobierno democrático de aquellos años, perpetrando miles de asesinatos de inocentes, secuestros, atentados con bombas, etc. cometiendo el delito de Traición a la Patria. Todas son loas y recompensas para ellos.

En cambio, los soldados que, cumpliendo órdenes combatieron a los terroristas, recibieron la cárcel y el falso estigma del “genocidio” como premio por defender la Patria. Pocos reparan en el hecho de que si hubieran desobedecido la orden el pelotón de fusilamiento habría sido su último enfrentamiento.

Me causa indignación la existencia del hipócrita encuentro denominado “MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA” que simula defender los derechos humanos y se erige en cambio en defensor de los terroristas apátridas y acusador de nuestros soldados sin importar la violación a toda norma de derecho, a la Constitución y al propio Estatuto de Roma.

No me caben dudas de que su correcta denominación debería ser “OLVIDO, MENTIRA, E INJUSTICIA”.

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